AMD Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X, análisis
A finales de septiembre tuvimos la oportunidad de analizar los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X, dos procesadores que posicionan, respectivamente, en la gama alta y gama media. Teníamos una cuenta pendiente con el Ryzen 9 7950X, un chip tope de gama que se erige como lo más potente de la nueva generación de AMD, y el Ryzen 7 7700X, que es un modelo de gama media, y hoy por fin podemos compartir con vosotros nuestro análisis.
Han sido unas semanas muy movidas, y al final ya sabéis que el tiempo es el que manda. Por desgracia no tuve más opción que retrasar un poco la publicación de este análisis para dar prioridad a otros temas importantes, pero en cualquier caso los Ryzen 7000 siguen de plena actualidad, y estoy seguro de que muchos teníais ganas de encontrar un análisis los Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X en MuyComputer.
No voy a repetir un análisis profundo a nivel de microarquitectura y de plataforma por una razón muy sencilla, porque sería repetir los datos y la información que os dimos en el análisis de los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X. Os he dejado el enlace a dicho análisis en el primer párrafo, así que si queréis ampliar la información sobre la arquitectura Zen 4 y la plataforma AM5 os animo a hacer clic en él.
Para darle más valor a este análisis, y para aprovechar el tiempo que ha pasado desde la publicación del análisis de los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X, he utilizado una GeForce RTX 4090 en vez de la GeForce RTX 3090 Ti. Esto me impide hacer una comparativa directa de rendimiento en juegos con esos dos procesadores, pero al mismo tiempo puedo ponerlo en perspectiva con el rendimiento que ofrece dicha gráfica junto a un Intel Core i5-12600K y ver si los nuevos Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X ayudan a reducir el cuello de botella en resoluciones inferiores a 4K.
Creo que va a ser un análisis muy interesante y con un enfoque que os va a gustar, así que os invito a poneros cómodos, que empezamos. Como siempre, si tenéis cualquier tipo de duda podéis dejarla en los comentarios y os ayudaremos a resolverla.
Ryzen 9 7950X frente a Ryzen 9 5950X
Empezamos el análisis haciendo una comparativa directa a nivel de especificaciones entre estos dos procesadores para descubrir, de una manera clara y sencilla, cuáles son las diferencias más importantes que existen entre ambos. También hablaremos de las claves más importantes a nivel de arquitectura que ha introducido Zen 4, pero con un enfoque más resumido porque, como hemos dicho, no tiene sentido repetir datos que están en el análisis anterior de los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X.
Ryzen 9 7950X
- Arquitectura Zen 4, fabricado en el nodo de 5 nm de TSMC.
- Dos unidades CCD con 8 núcleos cada una y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 6.570 millones de transistores por unidad CCD.
- 16 núcleos y 32 hilos a 4,5 GHz-5,7 GHz, modo normal y turbo.
- 64 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 16 MB de caché L2 (1 MB por núcleo).
- TDP de 170 vatios.
- Compatible con memoria DDR5 y PCIe Gen5.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM5, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 600.
- Instrucciones AVX512.
- Tiene una GPU integrada Radeon RDNA2 con dos unidades de computación (128 shaders).
Ryzen 9 5950X
- Arquitectura Zen 3, fabricado en el nodo de 7 nm de TSMC.
- Dos unidades CCD con 8 núcleos cada una y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 4.150 millones de transistores por unidad CCD.
- 16 núcleos y 32 hilos a 3,4 GHz-4,9 GHz, modo normal y turbo.
- 64 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 8 MB de caché L2 (512 KB por núcleo).
- TDP de 105 vatios.
- Compatible con memoria DDR4 y PCIe Gen4.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM4, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 300, 400 y 500.
- No tiene GPU integrada.
Aunque ambos procesadores tienen el mismo número de núcleos e hilos, las diferencias entre ambos son evidentes. El Ryzen 9 7950X utiliza un nodo de fabricación más avanzado, lo que ha permitido a AMD reducir el tamaño de los transistores y aumentar la densidad de estos en cada unidad CCD. El salto a la arquitectura Zen 4 también representa mejoras importantes a nivel de rendimiento, tanto en términos de IPC como de potencia bruta. Sus 16 núcleos y 32 hilos lo convierten en una opción ideal para profesionales, y también para aquellos que quieran montar un PC para juegos y trabajo.
El Ryzen 9 7950X tiene un 13% más de IPC que el Ryzen 9 5950X, lo que significa que el primero es un 13% más rápido que el segundo núcleo a núcleo, MHz a MHz. Por tanto, si ambos trabajasen a la misma frecuencia el primero seguiría siendo un 13% más rápido que el segundo. Por otro lado, también podemos ver que existe entre ambos una diferencia importante a nivel de frecuencias de trabajo, ya que el Ryzen 9 7950X alcanza los 5,7 GHz en modo turbo, mientras que el Ryzen 9 5950X solo llega a los 4,9 GHz.
De nuevo, vemos que AMD no ha tenido problemas para superar la barrera de los 5 GHz, ni siquiera con el Ryzen 9 7950X, que es su procesador más potente. Otra diferencia que hay que destacar la tenemos en la cantidad de caché L2, y es que el Ryzen 9 7950X tiene el doble (16 MB) que el Ryzen 9 5950X. Esta ha sido una de las claves que ha permitido a AMD ese aumento del IPC frente a Zen 3.
Podemos ver también que el Ryzen 9 7950X se integra en una plataforma más moderna compatible con memoria RAM DDR5 y PCIe Gen5, que soporta las instrucciones AVX512 y que viene, además, con una iGPU Radeon RDNA2, lo que le da un valor funcional claro. Sin embargo, también podemos confirmar un aumento del TDP frente a la generación anterior, ya que este procesador se sitúa en 170 vatios, 65 vatios más que el Ryzen 9 5950X. Os recuerdo que el TDP no equivale al consumo real, y que este puede llegar a los 230 vatios (PPT) en el Ryzen 9 7950X.
Ryzen 7 7700X frente a Ryzen 7 5700X
Vamos a comprar ahora estos dos modelos que se sitúan directamente en la gama media, aunque es cierto que por la subida de precio que ha experimentado el Ryzen 7 7700X prácticamente podríamos cuadrarlo en la gama media-alta. Como veremos, tenemos un caso similar al anterior, las diferencias entre ambos son muy claras a pesar de que tienen la misma configuración de núcleos e hilos.
Ryzen 7 7700X
- Arquitectura Zen 4, fabricado en el nodo de 5 nm de TSMC.
- Una unidad CCD con 8 núcleos activos y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 6.570 millones de transistores por unidad CCD.
- 8 núcleos y 16 hilos a 4,5 GHz-5,4 GHz, modo normal y turbo.
- 32 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 8 MB de caché L2 (1 MB por núcleo).
- TDP de 105 vatios.
- Compatible con memoria DDR5 y PCIe Gen5.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM5, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 600.
- Instrucciones AVX512.
- Tiene una GPU integrada Radeon RDNA2 con dos unidades de computación (128 shaders).
Ryzen 7 5700X
- Arquitectura Zen 3, fabricado en el nodo de 7 nm de TSMC.
- Una unidad CCD con 8 núcleos activos y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 4.150 millones de transistores por unidad CCD.
- 8 núcleos y 16 hilos a 3,4 GHz-4,6 GHz, modo normal y turbo.
- 32 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 4 MB de caché L2 (512 KB por núcleo).
- TDP de 65 vatios.
- Compatible con memoria DDR4 y PCIe Gen4.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM4, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 300, 400 y 500.
- No tiene GPU integrada.
De nuevo la primera diferencia importante la tenemos en el proceso de fabricación. El salto al nodo de 5 nm permite mejorar la eficiencia y el rendimiento, y aumentar la densidad de transistores. La arquitectura Zen 4 mejora el IPC en un 13%, así que en igualdad de frecuencias el Ryzen 7 7700X es un 13% más rápido que el Ryzen 7 5700X, pero como el primero funciona a frecuencias más elevadas la diferencia de rendimiento entre ambos es mucho mayor.
Los dos tienen 8 núcleos y 16 hilos, así que son una excelente opción para gaming y streaming simultáneo, y también para trabajar con numerosas aplicaciones profesionales. El Ryzen 7 7700X tiene el doble de caché L2, algo que, como ya os hemos explicado anteriormente, contribuye a mejorar el IPC. También utiliza una plataforma de última generación, compatible con memoria DDR5 y con el estándar PCIe Gen5, soporta las instrucciones AVX-512 y tiene una iGPU Radeon RDNA2.
Como consecuencia del importante aumento de frecuencias de trabajo que se ha producido en el Ryzen 7 7700X el consumo ha aumentado notablemente, y el TDP se ha incrementado de los 65 vatios que tenía el Ryzen 7 5700X a los 105 vatios, aunque el consumo real puede ser considerablemente mayor, ya que este procesador puede llegar a un PPT de 142 vatios.
Arquitectura Zen 4 en los Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X
Tanto el Ryzen 9 7950X como el Ryzen 7 7700X mantienen el chiplet como pilar central, utilizan la misma arquitectura y ofrecen, por tanto, una mejora del IPC del 13% frente a la generación anterior. Esa mejora del IPC ha sido posible gracias a una serie de cambios a nivel de microarquitectura que, aplicados en conjunto, han dado forma a un salto generacional importante. Vamos a repasarlas:
- Mejoras en el predictor de saltos, en el front end y en la carga y almacenamiento de datos.
- Aumento de la caché L2, que sube de 512 KB a 1 MB por núcleo.
- Buffers más profundos a través del núcleo.
- Archivo de registro Int/FP más grande.
- Caché Op más grande.
- Mejoras en el motor de ejecución.
- Sistema de interconexión Infinity Fabric mejorado.
A esto debemos sumar el valor que supone el salto a una plataforma de última generación compatible con memoria DDR5 y PCIe Gen5, la compatibilidad con las instrucciones AVX512 y también el papel que juegan las subidas de frecuencias de trabajo, que dependiendo de cada CPU se han incrementado entre 800 MHz y 1.000 MHz. Subir el IPC en un 13% y disparar las frecuencias de esa manera han sido los dos grandes pilares que han convertido a Zen 4 en un salto generacional tan grande, de eso no hay ninguna duda, y es que cuando consideramos ambas claves estamos hablando de una mejora de rendimiento monohilo que puede llegar al 29%.
Gracias al uso del nodo de fabricación de 5 nm, y a esos cambios a nivel de arquitectura, AMD ha conseguido mejorar la eficiencia energética de Zen 4 en un 40% de media frente a Zen 3. Esto quiere decir que los Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X no solo son más potentes que sus antecesores, también ofrecen un mayor rendimiento por vatio consumido, y además tienen la ventaja de contar con una iGPU integrada y de ser compatibles con los últimos estándares del sector.
Y hablando de estándares de última generación. Ya sabemos que la plataforma AM5 introduce un nuevo socket, el LGA-1718, y que esta es la base de todos los nuevos procesadores Ryzen 7000, pero no debemos olvidar que AMD también ha ajustado el Infinity Fabric, que determina la velocidad a la que pueden comunicarse entre ellos cada uno de los chiplets, y que funciona por defecto a 1.733 MHz. AMD ha confirmado que este se ajusta automáticamente en todos su valores clave para mantener el modo 1:1 y garantizar un buen rendimiento.
Como ya os conté en su momento, la memoria DDR5 ideal para acompañar a los Ryzen 7000 debe alcanzar los 6 GHz con un perfil AMD EXPO, y sus latencias deben ser CL30. Los valores MCLK, UCLK y FCLK se ajustarán automáticamente para funcionar en modo 1:1 y asegurar un buen nivel de rendimiento. Puedo confirmaros que así es, y que no merece la pena trastear con estos ajustes, ya que AMD ha afinado a la perfección el modo automático.
El nuevo chip I/O que utilizan los procesadores Ryzen 7000 está fabricado en el nodo de 6 nm de TSMC, y como recordarán nuestros lectores habituales integra la GPU todo el sistema de entrada y salida, además de la controladora unificada de memoria DDR5, como podemos ver en la imagen adjunta, que muestra una configuración de dos unidades CCD y el chip I/O.
Equipo de pruebas y configuración
- Procesador Ryzen 9 7950X de 16 núcleos y 32 hilos a 4,5 GHz-5,7 GHz, modo normal y turbo.
- Procesador Ryzen 7 7700X de 8 núcleos y 16 hilos a 4,5 GHz-5,4 GHz, modo normal y turbo.
- 32 GB de memoria RAM DDR5 G.Skill Trident Z5 Neo a 6.000 MHz con tecnología AMD EXPO y latencias CL30 configurada en doble canal (dos módulos de 16 GB cada uno).
- Placa base AORUS Master X670E.
- Sistema de refrigeración líquida todo en uno Corsair iCUE H150i Elite LCD con tres ventiladores de 120 mm.
- Unidad Crucial SSD de 480 GB.
- Unidad SSD WD Black SN850 de 2 TB con interfaz PCIe Gen4 x4, capaz de alcanzar velocidades de 7.000 MB/s y 5.300 MB/s en lectura y escritura secuencial.
- Tarjeta gráfica GeForce RTX 4090 Founders Edition.
- Fuente de alimentación Corsair RM1000x con certificación 80 Plus Oro y cable adaptador de 12 pines oficial de NVIDIA.
- Windows 11 actualizado a la última versión disponible.
- Pasta térmica Corsair XTM70.
- Todos los controladores y drivers actualizados a sus últimas versiones.
Especificaciones de la GeForce RTX 4090 FE
- GPU AD102 fabricada en proceso de 5 nm (TSMC).
- 76.300 millones de transistores.
- Graphics Processing Clusters (GPCs): 11.
- Texture Processing Clusters (TPCs): 64.
- 16.384 shaders a 2.235 MHz-2.520 MHz, modo normal y turbo.
- 512 unidades de texturizado.
- 176 unidades de rasterizado.
- 512 núcleos tensor de cuarta generación.
- 128 núcleos RT de tercera generación.
- Bus de 384 bits.
- 24 GB de memoria GDDR6X a 21 Gbps.
- Utiliza el estándar PCIe Gen4 en modo x16.
- Caché L2: 72 MB.
- Ancho de banda de 1,008 GB/s.
- Potencia en FP32: 82.58 TFLOPs.
- TGP: 450 vatios.
En este análisis he utilizado distintos programas para realizar mediciones y contrastar resultados. Uno de ellos ha sido Ryzen Master, una herramienta oficial de AMD que es muy útil, ya que muestra el consumo, las frecuencias de trabajo, el amperaje y el voltaje del procesador. También nos permite ver las frecuencias de trabajo individualizadas de cada núcleo, y de cada unidad CCD, nos da la opción de activar el modo Precision Boost Overdrive, que aumenta las frecuencias de trabajo de forma automática cuando la temperatura y el consumo lo permiten, y nos permite crear perfiles que podremos aplicar con un simple clic.
Sin duda una herramienta muy recomendable, incluso aunque que no tengáis previsto hacer overclock a vuestro Ryzen 7000, cosa que ya os adelanto que es totalmente innecesaria, puesto que vienen perfectamente afinados de fábrica y se mueven en valores máximos casi todo el tiempo gracias al modo turbo dinámico, que va cambiando la frecuencia en función de la cantidad de núcleos e hilos activos.
Ryzen 9 7950X: Rendimiento en pruebas sintéticas
El Ryzen 9 7950X es un procesador que, gracias a su configuración de 16 núcleos y 32 hilos, está diseñado para dar lo mejor de sí en entornos profesionales y en pruebas que sean capaces de ofrecer un alto grado de paralelizado. Esta configuración, unida a su alto IPC, debería llevarlo a lo más alto de la ronda de pruebas que vamos a ver a continuación.
Antes de empezar a medir el rendimiento del Ryzen 9 7950X hice una nueva prueba de estabilidad con AIDA64 para comprobar que todo estaba bien, y el resultado fue perfecto, puesto que registré unos valores de temperatura dentro de los niveles esperados y el equipo de pruebas funcionó a las mil maravillas. Una vez metido en las pruebas de rendimiento no tuve ningún problema, y pude completarlas con éxito a la primera.
En CPU-Z tenemos un resultado excelente en monohilo, 780 puntos, una cifra que supera los 772 puntos del Ryzen 9 7900X y que ha sido posible gracias a ese pico más elevado que alcanza el modo turbo del Ryzen 9 7950X en monohilo. La puntuación en multihilo también es muy buena, ya que como podemos ver supera casi en 4.000 puntos al Ryzen 9 5950X, y también vence al Core i9-12900K en multihilo, puesto que este obtuvo una puntuación en mis pruebas de 11.255 puntos, aunque pierde frente a este en monohilo, porque consiguió 800 puntos.
Saltamos ahora a una prueba que no puede faltar en ningún análisis de un procesador, Cinebench R23. El Ryzen 9 7950X ha conseguido 1.987 puntos en monohilo y 37.524 puntos en multihilo, dos resultados que le permiten situarse en primera posición en ambas pruebas y superar, incluso, al AMD Threadripper 2900WX, un procesador que tiene 32 núcleos y 64 hilos, el doble que el Ryzen 9 7950X.
Comparando con el Core i9-12900K, el Ryzen 9 7950X gana sin problemas, ya que el primero consiguió 1.888 puntos en monohilo y 26.883 puntos en multihilo. Es importante recordar que este tiene 8 núcleos de alto rendimiento y 8 núcleos de alta eficiencia, y que puede trabajar con un total de 24 hilos, lo que significa que no llega al nivel del Ryzen, que puede trabajar con 32 hilos.
La gráfica adjunta nos permite ver que el Ryzen 9 7950X gana al Core i9-12900K en Cinebench R23 por un 5,24% en monohilo y por un 39,58% en multihilo. Ambos procesadores se han probado con el mismo sistema de refrigeración, un kit AIO Corsair iCUE H150i Elite LCD con tres ventiladores de 120 mm, asegurando con ello una igualdad total en la prueba.
En PassMark vemos que el Ryzen 9 7950X logran una puntuación tan alta que llega a ser abrumadora. Con sus 65.455 puntos supera de largo los 52.647 puntos del Ryzen 9 7900X, y queda muy por encima de los 43.940 puntos del Core i9-12900K. Es, sin duda, el procesador de consumo general más potente que existe, al menos partiendo de los resultados que hemos visto hasta ahora. Haciendo clic podréis ampliar la imagen y ver las puntuaciones concretas de cada una de las pruebas que realiza PassMark a la CPU.
Vamos ahora con V-ray en su modalidad CPU. La diferencia que marca el Ryzen 9 7950X frente al Ryzen 9 7900X vuelve a ser sustancial, ya que el primero alcanzó los 29.698 «vsamples» y segundo obtuvo una puntuación de 22.234 «vsamples». Comparado con el Ryzen 9 5950X, que consigue 19.982 «vsamples», vemos que el Ryzen 9 7950X es capaz de conseguir casi 10.000 «vsamples» más. El Core i9-12900K queda por debajo con 18.400 «vsamples».
El Ryzen 9 7950X arrasó en la prueba CPU AES de AIDA64. No solo logró hacerse con la primera posición, sino que además superó de largo al segundo, un potente Ryzen Threadripper 3970X de 32 núcleos y 64 hilos. También se impuso de forma clara al Ryzen 9 7900X, que solo quedó un poco por debajo del Ryzen Threadripper 3970X.
La prueba de memoria y caché de AIDA64 también confirma unos resultados muy positivos frente al Ryzen 9 7900X, tanto en la velocidad de la memoria (lectura, escritura y copia) como en las cachés L1, L2 y L3. La única nota negativa la encontramos en las latencias, que son un pelín más altas, aunque nada preocupante porque la diferencia es mínima.
Blender es otra prueba de rendimiento importante, ya que nos permite medir la cantidad de muestras por minuto que es capaz de generar el Ryzen 9 7950X, y esto nos sirve como referencia para valorar mejor su rendimiento en aplicaciones profesionales dedicadas al renderizado y el modelado 3D. Como cabía esperar, el Ryzen 9 7950X supera sin problemas al Ryzen 9 7900X, y la diferencia es considerable. En Monster consigue 67 muestras más por minuto, mientras que en las otras dos pruebas logra 49 y 36 muestras más por minuto.
Pasamos ahora a ver los resultados que ha obtenido en 3DMark CPU, una prueba importante que también hemos aprovechado para poder ver las velocidades de trabajo máximas y las temperaturas que registra el Ryzen 9 7950X al trabajar con diferentes cantidades de hilos activos. En general, todo encaja a la perfección con los valores que ha dado oficialmente AMD, como veremos a continuación.
Antes de entrar a ver el escalado de frecuencias y de temperaturas debo decir que me ha llamado la atención el resultado del Ryzen 9 7950X en las pruebas de uno, dos, cuatro y ocho hilos, ya que pierde por una pequeña diferencia frente al Ryzen 9 7900X. En las pruebas 16 hilos y de máximos hilos gana el Ryzen 9 7950X de forma contundente, como cabía esperar.
- Con un hilo activo la frecuencia llega a alcanzar los 5.744 MHz y la temperatura se mantiene estable en los 70 grados.
- Con dos hilos activos tenemos una frecuencia estable de 5.496 MHz con ligeros picos al alza, y una temperatura de 72,50 grados.
- Con cuatro hilos activos tenemos la velocidad llega a los 5.473 MHz y la temperatura se mantiene estable en 75,25 grados.
- Con ocho hilos activos tenemos una frecuencia de 5.444 MHz y la temperatura alcanza los 78,88 grados.
- Con 16 hilos activos la frecuencia es de 5.388 MHz y la temperatura se sitúa en 78,49 grados, unos valores bastante razonables si comparamos con el resultado bajo un 100% de carga.
- Con todos los hilos activos la frecuencia que mantiene este procesador es de 5.369 MHz y sus temperaturas alcanzan los 79,74 grados.
Si queréis ver las imágenes al detalle podéis ampliar la galería de debajo de estas líneas con solo hacer un clic en ella.
Ryzen 9 7950X: rendimiento en juegos
Con los datos de rendimiento sintético que hemos obtenido ya queda bastante claro que el Ryzen 9 7950X es el procesador de consumo general más potente que existe a día de hoy, tanto en rendimiento monohilo como en rendimiento multihilo, pero los videojuegos también definen una parte importante del rendimiento de cualquier CPU moderna, y por ello no podía faltar en este análisis una ronda de pruebas con algunos de los juegos más populares y exigentes del momento.
Como de costumbre, he realizado pruebas con resoluciones 720p y 1080p, además de las clásicas en 1440p y 4K, porque a estas resoluciones tan bajas es donde se puede apreciar el cuello de botella provocado por el procesador, y donde este marca las diferencias de rendimiento más importantes. El IPC y las frecuencias de trabajo son determinantes cuando nos movemos en esas resoluciones tan bajas, y la GeForce RTX 4090 es una tarjeta gráfica que necesita de un procesador muy potente para desarrollar todo su potencial, así que tenemos un dúo de primera.
Empezamos con Red Dead Redemption 2, un juego donde hemos registrado unos niveles de rendimiento excelentes que, comparados con los que registró el Core i5-12600K en nuestro análisis de la GeForce RTX 4090, confirman que el Ryzen 9 7950X tiene un IPC tan alto que es capaz de reducir el cuelo de botella en resoluciones inferiores a 4K, y está totalmente preparado para mover una tarjeta gráfica tan potente como esta.
El escalado de rendimiento frente al Ryzen 9 7900X y la GeForce RTX 3090 Ti también es muy bueno, y esto es un síntoma claro de lo que acabamos de decir, aunque es importante tener en cuenta que ningún juego está capacitado para aprovechar de verdad los 16 núcleos y 32 hilos del Ryzen 9 7950X.
En Gears 5 vemos un cuello de botella más claro en resoluciones 720 y 1080p, pero a partir de 1440p ya tenemos un escalado de rendimiento importante, ya que el Ryzen 9 7950X y la GeForce RTX 4090 consiguen 60 FPS más en 1440p y 29 FPS más en 4K. A efectos comparativos os recuerdo que con el Core i5-12600K tenemos 170 FPS en 1080p y 167 FPS en 1440p. La mejora de rendimiento que consigue el Ryzen 9 7950X es importante, aunque por razones evidentes se diluye en 4K, ya que a ese nivel la carga de trabajo que asume la GPU es enorme.
En Metro Exodus Enhanced Edition vemos un cuello de botella enorme utilizando la prueba de rendimiento integrada del juego. Estos resultados mantienen la misma tónica que vi al analizar la GeForce RTX 4090 con un Core i5-12600K, aunque utilizando una sección de juego real para medir el rendimiento los resultados fueron más elevados, incluso con una configuración más exigente. Creo que el problema puede estar también en el propio benchmark integrado que trae el juego, ya que la mejora frente a la GeForce RTX 3090 Ti son mínimos en 1080p y 1440p.
Saltando a Shadow of the Tomb Raider nos damos cuenta de que el juego escala muy bien con el Ryzen 9 7950X. Este título tiene una mayor dependencia de la CPU, y el alto IPC de este procesador se deja notar hasta tal punto que es capaz de escalar incluso en 720 y 1080p, dos niveles en los que obtiene una media de 29 FPS y 36 FPS más que el combo Ryzen 9 7900X y GeForce RTX 3090 Ti. En 4K el resultado es aún mejor, con 52 FPS más de media.
Death Stranding es un excelente ejemplo de lo que es un cuello de botella grave provocado por un desarrollo incapaz de aprovechar una CPU de alto rendimiento con muchos núcleos e hilos. Los resultados de rendimiento que he obtenido en 720p, 1080p y 1440p son prácticamente idénticos a los que registré con la GeForce RTX 3090 Ti y el Ryzen 9 7900X. Por desgracia, el Ryzen 9 7950X no puede marcar ninguna diferencia aquí, y solo vemos un escalado de rendimiento al llegar a 4K.
Terminamos con Cyberpunk 2077, un juego que también muestra claros síntomas de cuello de botella en todas las resoluciones. Activar el trazado de rayos cambia por completo la situación, ya que genera más carga sobre la GPU y reduce el cuello de botella de la CPU. A partir de 1440p y 4K vemos un escalado de rendimiento más razonable, aunque insuficiente.
Quiero que saquéis en claro de estos datos de rendimiento tres cosas importantes, y voy a sintetizarlas para que no se os pasen por alto ni os quede ninguna duda:
- El Ryzen 9 7950X representa un salto generacional en juegos al nivel del Ryzen 9 7900X.
- Tiene un IPC y unas frecuencias de trabajo tan altas que es capaz de reducir el cuello de botella a nivel CPU, un problema que tendríamos en resoluciones 1440p e inferiores al utilizar un Ryzen 5000.
- Su alto número de núcleos e hilos no se aprovecha en juegos, así que si solo vamos a utilizarlo para jugar quedará enormemente infrautilizado.
Ryzen 9 7950X: temperaturas y consumo
En términos de potencia no hay duda de que el Ryzen 9 7950X representa un salto importante frente a la generación anterior. Ya os he dicho que es, por méritos propios, el procesador de consumo general más potente que existe, pero esto no le ha salido «gratis» a AMD, y es que a pesar del salto al nodo de 5 nm se ha producido un aumento importante del consumo y también de las temperaturas, tanto que para poder mantener bajo control a este procesador es imprescindible contar con un sistema de refrigeración líquida AIO de 360 mm.
Como podemos ver en la gráfica adjunta, el Ryzen 9 7950X alcanza también los 95 grados cuando trabaja a plena carga, y una vez que llega a ese nivel se mantiene totalmente estable con ligeras oscilaciones entre los 94,5 y los 95,6 grados, que no es más que la consecuencia del trabajo de afinación que realiza el modo turbo del procesador.
En reposo se mantiene en 43 grados, y bajo monohilo intensivo alcanza los 72 grados. En juegos, las temperaturas son mucho más razonables y casi siempre están por debajo de los 70 grados. Esto tiene una explicación, ocurre porque la carga de trabajo real que asume el Ryzen 9 7950X es muy baja, y rara vez llega a superar el 50%. Esto representa también un escenario más realista para un perfil de usuario medio.
Por lo que respecta al consumo, el Ryzen 9 7950X llega sin problemas a los 225 vatios trabajando a plena carga en Cinebench R23, pero esto representa el peor escenario posible, y solo aquellos usuarios que lo utilicen para trabajar con aplicaciones realmente exigentes se moverán en ese nivel. Cuando ejecutamos juegos el consumo se mantiene en valores mucho más contenidos.
Ryzen 7 770X: rendimiento en pruebas sintéticas
En términos de IPC el Ryzen 7 7700X tiene las mismas mejoras que el Ryzen 9 7950X, ya que al final utiliza la misma arquitectura, y ha recibido también una importante subida de frecuencias de trabajo frente al Ryzen 7 5700X, como ya hemos visto en la comparativa anterior. Sin embargo, al contar con una menor cantidad de núcleos (la mitad que el Ryzen 9 7950X) tiene menos caché L3 y menos caché L2, algo que puede marcar una pequeña diferencia en algunos casos muy concretos.
El Ryzen 9 7950X es un procesador que no está dirigido al sector gaming porque no da lo mejor de sí en ese nivel ya que, como hemos visto, su enorme cantidad de núcleos e hilos quedan infrautilizados. Con el Ryzen 7 7700X ocurre todo lo contrario, este procesador es, junto al Ryzen 5 7600X, uno de los grandes abanderados de la nueva generación de AMD para el público más gamer, es decir, para los amantes de los videojuegos.
Sus ocho núcleos y dieciséis hilos y su alto IPC aseguran un excelente rendimiento con cualquier juego actual, y nos dejan margen de sobra para hacer tareas en segundo plano mientras jugamos. También podremos utilizarlo para trabajar con aplicaciones exigentes, y tendremos asegurada una vida útil lo bastante larga como para cubrir todo el tiempo que durará la presente generación de consolas. Antes de entrar a ver su potencial en juegos vamos con una ronda de pruebas sintéticas.
La prueba de CPU-Z nos deja un resultado a la altura de lo esperado. Su pico de rendimiento en monohilo es ligeramente superior al del Ryzen 5 7600X, supera a este de largo en multihilo y se impone también de forma contundente al Ryzen 7 5700X, gracias a las mejoras que trae a nivel de IPC y a sus mayores frecuencias de trabajo.
En Cinebench R23 se mantiene la misma tónica, el Ryzen 7 7700X supera ligeramente al Ryzen 5 7600X en monohilo y consigue una puntuación excelente en multihilo. A efectos comparativos os recuerdo que un Ryzen 7 5700X consigue 1.569 puntos en monohilo y 13.481 puntos en multihilo. La diferencia es sustancial, y confirma un salto generacional importante, ya que el Ryzen 7 7700X alcanza los 1.966 puntos en monohilo y 19.365 puntos en multihilo.
La diferencia porcentual entre ambos procesadores es grande, como podemos ver en la gráfica adjunta. En monohilo, el Ryzen 7 7700X es un 25,3% más rápido que el Ryzen 7 5700X, y en multihilo le gana por un 43,65%. Estos valores nos dejan muy cerca de esa mejora máxima del 29% en monohilo a la que hicimos referencia al hablar del salto que representa Zen 4 frente a Zen 3.
Pasamos ahora a ver el rendimiento en PassMark, una prueba que de nuevo nos sirve como referencia para posicionar al Ryzen 7 7700X frente al resto de procesadores que hemos analizado en los últimos meses. Sus 37.974 puntos dejan claro que es un chip muy potente, tanto que supera ampliamente los 29,791 puntos del Ryzen 5 7600X, y se acerca bastante a los 43.940 puntos del Core i9-12900K. Es muy interesante, porque en esta prueba los núcleos E (alta eficiencia) de los procesadores Alder Lake-S parecen tener mucho menos peso que en otras.
Nos centramos ahora en V-ray bajo el modo CPU. El Ryzen 7 7700X consigue 15.289 «vsamples» y marca una distancia importante frente a las 11.382 «vsamples» del Ryzen 5 7600X. Si lo comparamos con el Ryzen 7 5700X la diferencia también es muy clara, ya que este último consigue 10.246 «vsamples». El salto generacional que marca Zen 4 frente a Zen 3 vuelve a ser claro, y bastante grande.
Vamos ahora con la prueba de rendimiento CPU AES de AIDA 64, donde tenemos valores expresados en MB por segundo. El Ryzen 7 7700X ha conseguido una puntuación excelente, ya que como podemos ver en la imagen adjunta queda solo un poco por debajo del Core i9-12900K. También saca una ventaja considerable al Ryzen 9 3950X, que es un procesador de 12 núcleos y 24 hilos.
En la prueba de caché y memoria de AIDA 64 nos encontramos con unos valores superiores a los que registramos con el Ryzen 5 7600X, y que en general podemos considerar como buenos, siempre teniendo en cuenta las particularidades de la arquitectura Zen 4. Las latencias son un pelín más altas, pero los valores en bruto a nivel de caché y de velocidad de la memoria son mejores.
En Blender también podemos ver un escalado de rendimiento muy bueno frente al Ryzen 5 7600X, y frente al Ryzen 7 5700X. El Ryzen 7 7700X registra 150 muestras por minuto en Monster, 91 en Junkshop y 71 en Classroom, mientras que el Ryzen 5 7600X alcanzaba 111, 67 y 53 muestras por minuto en cada una de esas pruebas.
Terminamos nuestra batería de pruebas de rendimiento sintético con 3DMark CPU, un test que no solo mide el rendimiento de un procesador, sino que además es capaz de desgranar su potencia en diferentes cargas de trabajo utilizando un número distinto de hilos, y esto nos permite ver también cómo escalan las frecuencias y las temperaturas.
El Ryzen 7 7700X vence al Ryzen 5 7600X en todas las pruebas, incluso en las de uno, dos y cuatro hilos activos, lo que significa que su modo turbo escala mejor y que es un procesador capaz de ofrecer un mayor rendimiento tanto en aplicaciones con un menor grado de paralelización, juegos incluidos, como en aquellas que necesitan de una mayor capacidad multihilo. Sin más preámbulos, vamos a ver cómo escala la velocidad y la temperatura de este procesador.
- Con un hilo activo la frecuencia se mantiene estable en 5.545 MHz y la temperatura se sitúa en 57,88 grados.
- Con dos hilos activos tenemos una frecuencia totalmente estable de 5.518 MHz y una temperatura de 61,88 grados.
- Con cuatro hilos activos la velocidad de trabajo cae a 5.496 MHz, pero se mantiene estable, y la temperatura sube a 75,75 grados.
- Con ocho hilos activos la frecuencia se mantiene bastante bien, ya que se estabiliza en 5.472 MHz, y la temperatura sube a 80,50 grados.
- Con 16 hilos activos la velocidad de trabajo cae a 5.321 MHz, y la temperatura se incrementa hasta los 84,13 grados.
- Con todos los hilos activos en esta prueba tenemos unos valores similares a los de la anterior, y es totalmente normal ya que trabaja con el mismo número de hilos. La velocidad oscila bastante pero ronda los 5.342 MHz, y la temperatura toca techo en los 83,75 grados.
Podemos ampliar la galería de abajo y profundizar en los resultados haciendo clic en ella.
Ryzen 7 7700X: rendimiento en juegos
En pruebas sintéticas el Ryzen 7 7700X ha ofrecido un rendimiento excelente, y esto ya nos permite entrever que se va a comportar muy bien en juegos. En este apartado voy a compararlo con los resultados que he obtenido con el Ryzen 9 7950X, ya que de esta manera podremos ver claramente qué ofrece a nivel de IPC y comprobaremos si realmente marca alguna diferencia contar con más de 8 núcleos y 16 hilos.
He mantenido el mismo enfoque que os expliqué en el apartado dedicado al Ryzen 9 7950X, y he utilizado los mismos juegos para que la comparativa sea totalmente justa. Os recuerdo que el cuello de botella a nivel de CPU se suele producir siempre en resoluciones 720p y 1080p, aunque debido a la potencia extrema que ofrece la GeForce RTX 4090 también es posible sufrirlo en 1440p.
Abrimos la ronda de pruebas en juegos con Red Dead Redemption 2, un juego donde el Ryzen 7 7700X supera al Ryzen 9 7950X en 720p y en 1440p por dos fotogramas por segundo, y solo pierde en 4K por un fotograma por segundo. Esto confirma lo que os he dicho anteriormente, que en juegos no supone ninguna diferencia superar los 8 núcleos, y que en ese nivel lo único que importa es la frecuencia y el IPC. Este chip de AMD puede mover sin problemas la GeForce RTX 4090.
En Gears 5 el Ryzen 7 7700X gana al Ryzen 9 7950X en 720p, 1080p y 1440p, y pierde por solo un fotograma por segundo en 4K. Esto no hace más que reiterar lo que os he dicho anteriormente, y confirma una vez más que este procesador es capaz de alimentar sin problemas a la GeForce RTX 4090, y que es muy potente en juegos.
Con Metro Exodus Enhanced Edition los resultados son claramente mejores a los que obtuve con el Ryzen 9 7950X. Esto puede deberse al escalado de frecuencias, que al final genera una diferencia acumulada a favor del Ryzen 7 7700X. Con todo, debemos tener en cuenta lo que ya os he contado anteriormente, y es que el benchmark integrado de este juego da unos resultados totalmente distintos a los que podemos registrar en cualquier sección de juego real, donde normalmente son más altos.
Shadow of the Tomb Raider es un caso curioso, ya que es uno de los pocos juegos donde el Ryzen 7 7700X pierde de forma clara frente al Ryzen 9 7950X. La diferencia en 720p es de 13 FPS de media a favor de este, y en 1080p y 1440p se reduce a 5 FPS. En 4K el Ryzen 7 7700X gana por solo 1 FPS, una diferencia que representa un valor «despreciable» y que puede deberse a una simple oscilación de temperaturas.
He dicho que Shadow of the Tomb Raider es uno de los pocos juegos donde el Ryzen 7 7700X pierde frente al Ryzen 9 7950X, y Death Stranding es otro. Como podemos ver en la gráfica el Ryzen 7 7700X logra 195 FPS en 720p, lo que lo coloca muy por debajo de los 216 FPS del Ryzen 9 7950X. También pierde por 18 FPS en 1080p, por un 1 FPS en 1440p y por 2 FPS en 4K.
En Cyberpunk 2077 tenemos resultados muy curiosos. El Ryzen 7 7700X pierde en 720p y 1080p, y de forma abrumadora, frente al Ryzen 9 7950X, pero en 1440p y en 4K se impone por 13 FPS y 2 FPS, respectivamente. No creo que nadie vaya a comprar un Ryzen 7 7700X para jugar en 1080p, así que esto debe ser considerado como una victoria para dicho procesador.
La conclusión que podemos sacar de todos esos datos de rendimiento es que el Ryzen 7 7700X es un buen procesador para juegos, tanto por conteo de núcleos e hilos como por IPC y frecuencias de trabajo. También queda claro que puede acompañar sin problemas a una GeForce RTX 4090, y por tanto que está preparado para funcionar sin problemas con cualquier tarjeta gráfica de nueva generación (no supondrá un cuello de botella grave ni por IPC ni por conteo de núcleos).
También ha quedado claro que si queremos un procesador para juegos, principalmente, el Ryzen 7 7700X es una opción mucho más equilibrada e inteligente que el Ryzen 9 7950X. Este último está más orientado a profesionales que quieran poder jugar y trabajar con todas las garantías, así que tenedlo en cuenta.
Ryzen 7 7700X: temperaturas y consumo
AMD ha conseguido mejorar sustancialmente el rendimiento frente a la generación anterior. El Ryzen 7 7700X está claramente por encima del Ryzen 7 5700X, gracias a su mayor IPC y al aumento de sus frecuencias de trabajo, pero esto ha tenido un impacto considerable tanto en las temperaturas como en el consumo, y eso que el nodo de 5 nm debería haber permitido afinar mejor ambos valores.
Para mantener bajo control, de forma óptima, las temperaturas del Ryzen 7 7700X os recomiendo un kit AIO de refrigeración líquida de 240 mm. También sería suficiente con un buen ventilador, pero el resultado no sería igual de bueno, y al final acabará limitando ligeramente el escalado del modo turbo, con todo lo que ello supondrá a nivel de rendimiento.
En la gráfica de encima de estas líneas vemos que el Ryzen 7 7700X toca techo en 95 grados cuando soporta una carga intensiva que lo pone al 100% de uso. Esto entra dentro de lo normal para esta nueva generación de AMD, como ya hemos visto en las pruebas que hemos realizado con otros modelos. El único que no llegó a superar los 90 grados en mis pruebas a plena carga fue el Ryzen 5 7600X.
No obstante os repito lo que he dicho en ocasiones anteriores, y es que una carga de trabajo del 100% no es lo normal para un usuario medio, y mucho menos de forma sostenida durante mucho tiempo, así que ese resultado vuelve a representar el peor escenario posible. En juegos, la temperatura es mucho mejor ya que como podemos apreciar ronda los 62 grados.
Si entramos a ver el consumo tenemos unos valores bastante buenos, sobre todo si lo comparamos con el Ryzen 5 7600X. El Ryzen 7 7700X consume solo 32 vatios más que aquél en Cinebench R23 bajo una carga del 100%, y en Cyberpunk 2077 registró un consumo ligeramente inferior. Esto convierte al Ryzen 7 7700X en un procesador bastante equilibrado en términos de rendimiento por vatio consumido.
Notas sobre el overclock
Como en el análisis de los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X, hemos utilizado una placa base X670E, una plataforma que nos permite hacer overclock a cualquier Ryzen 7000. Sin embargo, viendo las temperaturas de trabajo en las que nos movemos y teniendo en cuenta lo bien afinado que viene el modo turbo sigo pensando que realmente no vale la pena subir manualmente las frecuencias de trabajo, sobre todo porque los valores que vamos a conseguir no van a ser totalmente estables si queremos superar los valores máximos del modo turbo, y las temperaturas se van a disparar por encima de los 100 grados si subimos voltajes.
Dejar los Ryzen 7000 a frecuencias de stock y activar el PBO en modo automático es sin duda la opción más inteligente para conseguir un buen rendimiento en general, un consumo equilibrado y unas temperaturas de trabajo totalmente seguras. Con esa configuración el modo turbo hará que la CPU escale a frecuencias muy altas con cargas de trabajo de entre dos y ocho hilos, que son las más habituales dentro de lo que podemos considerar como el perfil del usuario medio, y se mantendrá en niveles óptimos incluso cuando la CPU tenga que trabajar al 100% de carga.
Por ejemplo, si forzamos el overclock de un Ryzen 7 7700X a 5,3 GHz (no he sido capaz de llegar a 5,4 GHz sin tener problemas de estabilidad) en realidad estaremos perdiendo rendimiento, ya que el procesador rendirá peor en cargas de entre dos y ocho hilos. En esos niveles, funcionando a frecuencias de stock, el modo turbo lo ajustará automáticamente a frecuencias de entre 5,54 GHz y 5,47 GHz. Lo mismo aplica al resto de modelos, y especialmente a aquellos que tienen un pico máximo en modo turbo de 5,7 GHz, como el Ryzen 9 7950X.
Sé que esto podría parecer algo negativo, pero en realidad es algo totalmente positivo, ya que significa que los Ryzen 7000 vienen perfectamente afinados de fábrica, y que AMD ha ajustado tan bien el modo turbo que no necesitamos hacer prácticamente nada para sacarles el máximo partido. Os recuerdo que activar el PBO en modo automático es totalmente seguro, y puede darnos un pequeño extra de rendimiento.
Conclusión final: Zen 4 es un salto generacional muy claro
Ya os di mi opinión de una manera muy clara al analizar los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X, y esta no ha cambiado tras analizar los Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X, de hecho ha ocurrido todo lo contrario. AMD ha logrado un importante salto generacional sin tener que incrementar la cantidad de núcleos e hilos, y lo ha hecho a través de cinco grandes claves que son las que definen el valor de Zen 4 y de los Ryzen 7000:
- Aumento de un 13% de IPC frente a los Ryzen 5000.
- Hasta un 29% más de rendimiento en monohilo frente a los Ryzen 5000.
- Buena eficiencia en relación rendimiento por vatio consumido.
- Plataforma de nueva generación con soporte de DDR5 y PCIe Gen5.
- Soporte de las instrucciones AVX512.
El Ryzen 9 7950X es, sin duda, el procesador de consumo general más potente que existe a día de hoy. Es cierto que en juegos no termina de mostrar una victoria absoluta en todos los casos, pero es que no es una solución que esté pensada solo para gaming, todo lo contrario, es una CPU que da lo mejor de sí en entornos profesionales, y que representa una excelente inversión si lo vamos a utilizar para trabajar y para jugar.
Es cierto que registra un consumo elevado y que se ancla en los 95 grados cuando trabaja a plena carga, pero dicha temperatura es considerada como «normal» por la propia AMD, su consumo sigue siendo inferior al de un Core i9-12900K y ofrece un rendimiento muy superior comparado con este, así que al final esas notas negativas acaban quedando en nada si hacemos una interpretación correcta de los resultados que hemos obtenido.
Por su parte, el Ryzen 7 7700X ofrece un rendimiento fantástico en juegos y supera de forma clara al Ryzen 7 5700X. Es tan potente que llega incluso a superar a otros procesadores con una mayor cantidad de núcleos e hilos, lo que lo convierte también en una opción sólida para unir trabajo y ocio en un único PC.
Precisamente eso, que tanto el Ryzen 7 7700X como el Ryzen 9 7950X sean capaces de superar en multihilo a procesadores con una mayor cantidad de núcleos es algo que dice mucho del avance que ha conseguido AMD tanto en IPC como a nivel de frecuencias de trabajo. La compañía ha roto el techo de cristal de los 5 GHz, y esto le ha sentado muy bien a los Ryzen 7000 en general.
AMD ha hecho un buen trabajo con ambos procesadores, y con la serie Ryzen 7000. Es cierto que no es perfecta, y que ha sido necesario hacer concesiones en consumo y temperaturas, pero es algo perfectamente comprensible teniendo en cuenta el aumento de rendimiento y de frecuencias que se ha producido con esta nueva generación.
El Ryzen 9 7950X tiene un precio recomendado de 849 euros, y el Ryzen 7 7700X cuesta 489 euros. Esto quiere decir que AMD ha mantenido el precio de la generación anterior con el Ryzen 9 7950X, y que el Ryzen 7 7700X ha llegado a un precio claramente superior, de hecho es más caro que el Ryzen 7 5800X en su lanzamiento. Como es obvio, he tenido esto en cuenta a la hora de puntuar.