La detección de un cáncer mediante un simple análisis de sangre está más cerca
Estos días se está celebrando en París el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y ha destacado una investigación que se presenta como pionera del diagnóstico temprano en la detección de hasta 50 cánceres.
La investigación contra el cáncer no cesa y así debe ser para la considerada como la primera causa de muerte en el mundo desarrollado. Hasta que no se descubra una «cura», la mejora en los tratamientos y la detección ocupa la mayoría de las investigaciones. La realizada por oncólogos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, basa sus resultados en un simple análisis de sangre que detecta ADN tumoral circulante aún cuando no existan síntomas de la enfermedad.
La prueba se realizó a 6.621 personas de más de 50 años (sin diagnóstico anterior de cánceres y sin síntomas) obteniendo resultados negativos en el 98,6 de muestras. Una «tasa excelente», destacan los científicos, que demostraría la capacidad del test para descartar tumores. Del 1,4% de resultados positivos solo un 38% fue confirmado posteriormente por los métodos estándar.
Está claro que aún falta investigación en este campo y ello puede llegar con la mejora del propio test para evitar los falsos positivos, pero al tiempo se destaca el alto grado de detección de pacientes libres de la enfermedad y lo que pueden suponer este tipo de test especialmente con algunos cánceres como páncreas, intestino delgado o el de estómago, para los que todavía no existen métodos de cribado masivo en la población.
La detección precoz es clave en cánceres y en algunos de ellos son los que separan la vida de la muerte. De ahí la importancia de mejorar este tipo de test que buscan la presencia en el torrente sanguíneo de ADN tumoral. Este método, no invasivo y muy sencillo de realizar por los sistemas de salud a grandes porciones de población, dicen que abrirá una nueva era para descartar la presencia de la enfermedad y mejorar la mortalidad por cáncer.
¿Y los avances en tratamientos?
Con ser importante el método anterior para mejorar la detección, es obvio que no evita la incidencia y ahora mismo hay que tratar a decenas de millones de enfermos y otros aún no diagnosticados. Los tratamientos más interesantes a corto plazo siguen siendo los que buscan mejorar las terapias químicas «cortando» el ADN de las células cancerosas, inhibiendo el crecimiento tumoral y dejando a salvo las células sanas, el gran caballo de batalla en tratamientos de quimioterapia.
Ya ha habido investigaciones esperanzadoras con ratones centrado en dos de los cánceres más mortales que existen. El cáncer de ovario metastásico y el super agresivo cáncer cerebral glioblastoma, uno de los que menos tasa de supervivencia registra una vez detectado. El método se basa en la tecnología de edición del genoma CRISPR y usa una proteína que actúa como tijera y un pequeño ARN guía que le dice dónde ejercer la acción.
La ventaja es enorme ya que no hay efectos secundarios o lo que es lo mismo, mantiene a salvo las células sanas. Además, impide que las cancerosas vuelvan a activarse. Por ahí van las investigaciones para tratar la enfermedad de nuestro tiempo.