Prácticos
Cómo devolver a la vida un PC viejo que tengas arrinconado en casa
Llega un momento que tu viejo PC acusa el paso del tiempo. La industria tecnológica no se para por nadie, avanza de manera imparable y con ello aumentan las necesidades de los usuarios. De esta manera, en unos cuantos años te puedes encontrar que tu equipo informático se queda sin espacio de almacenamiento o memoria; el equipo se calienta o hace demasiado ruido; no puedes conectar tus nuevos periféricos; no puedes instalar las últimas versiones de sistemas operativos o aplicaciones; tarda una eternidad en arrancar o en ejecutar las aplicaciones; se desconecta del Wi-Fi; se bloquea o tiene errores aleatorios que no sabes de donde vienen y en general obtienes una experiencia de uso bastante negativa.
La primera respuesta es pensar en comprar un PC nuevo. Y ciertamente es una buena opción porque estirar la vida útil de un dispositivo informático hasta el límite de lo razonable no va a generar ningún ahorro y sí muchos dolores de cabeza. Además, hay oferta de equipos nuevos solventes de gama de entrada y muy bajo precio. Todo ello dicho de manera general porque tampoco tienes que tirar tu PC viejo a las primeras de cambio.
¿Y si con una inversión razonable pudieras devolverlo a la vida? Es lo que te vamos a proponer en este práctico sencillo en el que abordamos aquellas actualizaciones de hardware principales para mejorar su rendimiento y capacitarlo para otros cuantos años de uso. También un cambio de software que puede marcar la diferencia porque no todos los sistemas operativos necesitan el mismo nivel. Por supuesto, primero haz cuentas y valora si merece la pena frente a las posibilidades de un equipo nuevo.
Monta una SSD
Hay pocas actualizaciones de hardware que te van a dar tanto por tan poco y de manera tan directa. Los discos duros han sido un cuello de botella durante años para los sistemas informáticos y cualquier tipo de renovación pasa por reemplazarlos por una SSD y con ello obtener las ventajas de las soluciones basadas en memorias flash NAND, principalmente en términos de rendimiento, en el tiempo de arranque del sistema operativo o las aplicaciones o en la transferencia de archivos internos o hacia unidades externas.
La placa base de tu viejo PC no tendrá los conectores más nuevos para el formato M.2 PCIe, pero seguro que sí tendrá soporte para la interfaz SATA. Es más que suficiente porque el rendimiento en transferencia de datos se va a multiplicar por cuatro respecto a un disco duro. Y de precio qué decirte. Hoy puede encontrar versiones con 250 GB por apenas 23 euros. El cambio es sencillo y puedes verlo al detalle en este tutorial.
Aumenta la memoria RAM
Otra de las actualizaciones más claras para revivir un PC viejo es ampliar la memoria RAM. Este componente tiene un impacto directo en la experiencia de uso y en la posibilidad o no de realizar determinadas tareas en un ordenador personal. Simplemente duplicar la RAM instalada de 4 a 8 Gbytes es pasar de la noche al día.
El reemplazo de la RAM es una actualización relativamente económica que permite mejorar el equipo sin tener que cambiar componentes mayores como la placa base, aunque hay que tener un poco de cuidado al llevarlo a la práctica, conocer el número de slots disponibles para los módulos; la capacidad máxima soportada; el estándar usado (DDR5, DDR4, DDR3 y anteriores…); el factor de forma si es para sobremesas o portátiles y las especificaciones principales. Si lo necesitas, en este práctico te ofrecimos un completo tutorial para aumentar la memoria RAM.
Actualiza la CPU y potencialmente la GPU
El cambio de procesador no es tan sencillo ni tan rentable como la SSD o la memoria RAM. Pero puedes valorarlo también. Tanto Intel como AMD comercializan decenas de modelos diferentes y suelen mantener la misma plataforma durante unas cuentas generaciones. Ello permite, potencialmente, mejorar la CPU sin tener que reemplazar la placa base entera.
La lista de CPUs compatibles variará según la placa base por lo que deberás investigar si el chipset y BIOS de la misma la soporta. Aplicaciones benchmark como CPU-Z pueden ayudarte para empezar y si quieres conocerlo con todo detalle, puedes acudir a alguna de nuestras guías, como esta de equivalencias de procesadores Intel y AMD con arquitecturas, series y gamas.
El cambio de CPU permitirá aumentar el rendimiento del PC en cualquier tipo de tarea porque aumentará el número de núcleos de procesamiento y la frecuencia de trabajo. Y otro apartado importante, quizá incluya una gráfica integrada de mayor nivel que la que tenías.
En todo caso, si ves que merece la pena, en un sobremesa podrías montar adicionalmente una gráfica dedicada. No podrá ser de última generación para la que seguramente no tengas potencia suficiente en la fuente de alimentación y ahí ya será más rentable comprar un PC nuevo, pero debes saber que hay GPUs más antiguas que pueden cumplir perfectamente para este tipo de equipos. En este especial tienes tarjetas gráficas baratas desde 50 euros que le darán una gran alegría al subsistema gráfico e incluso podrás jugar con resoluciones de hasta 1080p.
Mejora la refrigeración
El cambio de la CPU probablemente conlleve un nuevo ventilador-disipador, si bien podrías comprobar si el antiguo todavía podrá cumplir con su función. Mantener a raya la temperatura de este componente es clave, algo que podemos extender al resto del PC.
Hay que decir que la suciedad o polvo generado en el interior de cualquier equipo informático puede disminuir el rendimiento del equipo, obligar a que los ventiladores estén permanentemente conectados, apagar el equipo si sube de temperatura por encima del límite de seguridad y terminar reduciendo la vida útil de los componentes.
La limpieza es gratis… y conviene realizarla con cierta asiduidad y más si se trata de un portátil. Puedes seguir esta guía de puesta a punto. Te aseguramos que lo vas a notar. Algunos errores en los PCs vienen por exceso de temperatura y la limpieza la mejorará directamente.
Cambia el sistema operativo
Si no tienes demasiado presupuesto para hardware o incluso con las actualizaciones recomendadas no has notado un salto de nivel, es hora de dar otro paso, este totalmente gratuito. Sí, seguramente tengas la tentación de seguir con Windows, pero si quieres usar versiones recientes como Windows 11, el mismo sistema puede estar contribuyendo a su lentitud.
Hay vida más de Windows como puedes ver en este grupo de sistemas alternativos, pero en un escenario de recuperar tu viejo PC nada mejor que pasarse a Linux. El sistema libre cuenta con decenas de distribuciones diferentes y algunas de ellas destacan por su bajo consumo de recursos y su gran capacidad para funcionar con hardware más antiguo.
En este especial te ofrecimos cinco distribuciones Linux para resucitar equipos y más recientemente vimos otro derivado con el mismo núcleo diferente, pero también con el mismo objetivo, un Chrome OS Flex de Google que permite llevar las posibilidades de los Chromebooks a cualquier PC. Funciona realmente bien en hardware antiguo y ello le abre el campo a millones de máquinas que originalmente corrían en Windows.
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