Los «adblocks» dejarán de funcionar en Chromium en 2023
La crónica de una muerte anunciada va llegando a su fin. Cuando empezamos a hablar de ello, allá por 2018, todavía tendrían que pasar años, pero ya desde aquellos momentos fuimos conscientes de lo que estaba por llegar, y unos meses más tarde lo dimos por confirmado. Sin fecha, porque este tipo de cambios son como las cosas de palacio, pero con la certeza de que los bloqueadores de publicidad para casi todos los navegadores basados en Chromium, salvo sorpresa, tenían los días contados.
Han pasado muchísimas cosas desde entonces, tantas que si hacemos una lista sobre los eventos destacables entre 2019 y 2022, cuesta creer que todo eso se haya concentrado en tan poco tiempo, especialmente los últimos tres años de la lista. Y sin embargo el tiempo, inexorable, ha seguido avanzando (o nosotros hemos avanzado a través del mismo, que también se puede plantear así), hasta traernos a las puertas del último cuatrimestre de 2022, los últimos meses en los que podremos seguir empleando los bloqueadores de publicidad, los «adblocks», como los llaman muchas personas.
Todo viene de la mano del cambio del formato del archivo de manifiesto de las extensiones para los navegadores basados en Chromium, es decir, la gran mayoría de los empleados en la actualidad. Desde hace años se ha empleado la versión Manifest V2, si bien desde hace años se ha estado trabajando en una nueva versión, la V3, que finalmente quedó totalmente definida y se empezó a desplegar a principios de este año, periodo en el que Chromium ha permitido el uso de ambas versiones en las extensiones.
Sin embargo esta coexistencia es temporal, y si revisamos la documentación de Google para la implantación de Manifest V3, veremos que en algún momento de enero de 2023 las extensiones que empleen V2 ya no podrán ser actualizadas, y que salvo excepciones muy concretas dejarán de funcionar en los navegadores. Y esas excepciones, relacionadas con el entorno corporativo, tampoco se alargarán demasiado en el tiempo, pues finalizarán en junio de 2023.
El salto de Manifest V2 a Manifest V3 no es un cambio dirigido exclusivamente a acabar con los bloqueadores, en realidad aporta algunas novedades interesantes al archivo de manifiesto. La clave la encontramos en que Google impedirá que las extensiones puedan acceder a webRequest, una API que resulta clave en el funcionamiento de las extensiones. Y el problema es que la alternativa ofrecida, declarativeNetRequest, impide que sean las extensiones las que llevan a cabo la labor de filtrado, que pasa a depender exclusivamente del propio navegador.
A esto debemos sumar que Manifest V3 limita a 30.000 el número de reglas que pueden venir determinadas por cada extensión. Y sí, en primera instancia 30.000 puede parecer una cifra muy elevada, pero en realidad es un número muy inferior al del volumen de reglas que emplean los bloqueadores de publicidad. De este modo, las extensiones pierden el control sobre el proceso de filtrado y, adicionalmente, ven limitada su capacidad de definición de reglas, lo que resulta en que perderán una gran parte de su utilidad.
¿Y por qué hace esto Google? No debemos esforzarnos demasiado para llegar a una conclusión bastante lógica: las inserciones publicitarias en páginas web (tanto propias como de terceros) son un elemento clave en sus cuentas, por lo que los bloqueadores de publicidad son una herida sangrante en sus cuentas de resultados. Con este cambio, podemos tener claro que el uso de buena parte de los navegadores web basados en Chromium empezará a ser más rentable para la compañía del buscador.
¿Y qué alternativas tienen los usuarios que quieran seguir empleando bloqueadores de publicidad? La opción más evidente es dar el salto a Mozilla Firefox. Hace ya mucho tiempo que sus responsables dejaron claro que no iban a limitar el alcance de los bloqueadores de publicidad, y hace poco más de un año confirmaron que implantarían Manifest V3, pero de manera que no incidiera en los bloqueadores. Así, fuera del ecosistema Chromium, parece la opción más evidente.
Sin embargo no es la única opción, y es más, hay objetores de conciencia dentro del ecosistema de Chromium que ya en 2019 afirmaron que adoptarían Manifest V3, pero que no implementarían los cambios que afectan a los bloqueadores de publicidad. Son, en concreto, Opera, Vivaldi y Brave y, salvo sorpresas, seguirá siendo posible eludir la publicidad en estos navegadores gracias a las medidas adoptadas por sus desarrolladores.