¿La llave del coche implantada en la mano? Parece que sí…
Hace solo un par de días, mi compañero Isidro compartía los resultados de un estudio y una reflexión sobre el boom en la la tecnificación de los coches que estamos viviendo estos últimos tiempos, dando pie a plantearnos si este proceso es bueno en todos los casos o sí, por el contrario, en ocasiones sería más inteligente optar por sistemas que, aún siendo más antiguos, se han mostrado mejores. Y esto es algo de lo que cualquier conductor razonablemente experimentado es consciente desde hace ya mucho tiempo.
Esto no va de ser un ludita, claro está, ni tendría sentido en estos tiempos, ni menos aún en un medio como MuyComputer. Va, más bien, de planearse la diferencia entre avances y soluciones tecnológicas que tienen sentido y que mejoran la vida de los usuarios, frente a otros que, en la mayoría de las ocasiones, parecen haber sido llevadas a cabo simplemente porque tecnológicamente es posible. No se valoran la utilidad real, la usabilidad, etcétera. La tecnología innecesaria como parte del argumentario de ventas.
En muchos casos, como digo, la razón de ser tiene que ver con el marketing, con los fabricantes buscando cómo destacar en un mercado, y esto hay que reconocérselo, terriblemente competitivo. Pero la tecnificación no siempre depende de los fabricantes, en ocasiones (y cada vez más) viene de la mano de los usuarios. Pueden ser operaciones de lo más sencillas, como poner un manos libres o un sistema de ocio en información en un vehículo que no cuente con él, pero también pasos más… digamos que llamativos.