Artemis I: all systems go!

Vale, es cierto que todavía faltan unas semanas para que tal frase se pronuncie (si es que se sigue haciendo, claro, igual ese protocolo quedó obsoleto hace décadas) cuando se haya confirmado que todos los sistemas funcionan correctamente y que se puede proceder al lanzamiento de la misión Artemis I, lo que dará inicio al programa más ambicioso de la NASA de las últimas décadas, y que además no lo es por una, sino por dos razones.

La primera es, claro, que Artemis es el programa que pretende volver a llevar al ser humano a la Luna. El próximo mes de diciembre se cumplirán 50 años desde que Eugene Cernan y Harrison Schmitt pisaron nuestro satélite natural, al tiempo que Ronald Evans orbitaba la Luna esperando su regreso al módulo de comando y servicio. Desde entonces, y aunque los planes iniciales con respecto a la exploración espacial eran mucho más ambiciosos, lo cierto es que la misión Apolo XVII marcó el final del programa (salvo por la misión conjunta Apolo-Soyuz, primera colaboración entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas de la carrera espacial).

Finalmente se cumplirán 50 años antes de que el ser humano vuelva a pisar la Luna, pero al menos viviremos esa fecha con la ilusión puesta en que Artemis siga sus pasos y, más pronto que tarde, podamos ver de nuevo imágenes tan impresionantes como las de Neil Armstrong y Buzz Aldrin descendiendo por la escalerilla del módulo lunar para dejar una marca temporal en la superficie de la Luna pero indeleble en el recuerdo de quienes lo vivieron.

La segunda razón por la que Artemis, y más concretamente Artemis I, supone un hito para la agencia espacial estadounidense, lo encontramos en que supondrá el más que esperado debut del Space Launch System (SLS), el proyecto de la NASA en el que la agencia lleva trabajando más de una década y que, completado, le devolverá la capacidad de realizar lanzamientos al espacio sin tener que depender de terceros, como ha tenido que hacer durante bastantes años con la agencia espacial rusa y, más recientemente, con SpaceX.

Y la buena noticia es que, aunque todavía quedan las comprobaciones previas al lanzamiento, en principio ya estaría todo listo para el mismo. Así, el lanzamiento está previsto para las 2.33 del próximo 29 de agosto, hora española peninsular, aprovechando la primera de una serie de ventanas que se producirán esos días. Por lo tanto si el clima u otros problemas hacen que el lanzamiento deba retrasarse, hay más oportunidades de lanzamiento en septiembre, los días 2 y 5 de ese mes.

El lanzamiento del SLS tendrá lugar en el Complejo de Lanzamiento 39B (LC-39B) en el Centro Espacial Kennedy en Florida y, como carga útil del SLS, se encontrará la capsula de tripulación Orion (llena en esta ocasión de maniquíes que recopilarán datos) que realizará una misión de 42 días, en órbita alrededor de la Luna para recopilar datos. Finalizada su misión, retornará a la Tierra, donde se espera que impacté en el océano el 10 de octubre.

«A medida que se acerca el primer intento de lanzamiento de Artemis I por parte de la NASA, los equipos se adelantan al calendario para completar las comprobaciones finales y los cierres del cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y de la nave Orión en el Edificio de Ensamblaje de Vehículos (VAB) del Centro Espacial Kennedy de la agencia en Florida«, escribió la NASA en una actualización.

«Los equipos están retrayendo las plataformas del VAB que proporcionan acceso al cohete y a la nave espacial después de que los ingenieros terminaran de instalar las mantas térmicas en la etapa de propulsión criogénica provisional alrededor del adaptador de la etapa del vehículo de lanzamiento. Los técnicos también sustituyeron las puertas de vuelo de la sección de motores de la etapa central del cohete. Las inspecciones finales se han completado en esas secciones y están listas para el vuelo«.