El consumo de las tarjetas gráficas irá cada vez a más y superará los 700 vatios en 2025

No hay duda de que el consumo de energía de las tarjetas gráfica ha experimentado un importante aumento en las últimas dos décadas. Para ilustrarlo nada mejor que un ejemplo concreto, y para ello nos vamos a remontar a 2010, fecha en la que AMD lanzó las Radeon HD 6000. La Radeon HD 6970 fue el tope de gama de dicha generación, y su consumo máximo se acercaba a los 200 vatios en juegos.

En 2020 llegó la Radeon RX 6900 XT, una de las tarjetas gráficas más potentes de esta generación, y al medir su consumo en juegos se vio que rondaba los 320 vatios. Como podemos apreciar, esta última es mucho más potente, utiliza una arquitectura muy superior y está fabricada en el nodo de 7 nm de TSMC, mientras que la anterior utilizaba el veterano nodo de 40 nm.

Los saltos de nodo y las nuevas arquitecturas ya no son suficiente para mantener el consumo en niveles inferiores frente a las generaciones anteriores, y gracias a AMD sabemos que esta realidad irá a más con las próximas generaciones gráficas. Para ilustrarlo, la compañía de Sunnyvale ha publicado una gráfica en la que podemos ver la curiosa evolución que ha vivido el sector de las tarjetas gráficas de alto rendimiento con el paso de los años.

Entre 2005 y 2015 vivimos una década bastante estable, en la que los saltos de proceso y las nuevas arquitecturas permitieron crear tarjetas gráficas cada vez más potentes manteniendo un consumo estable. A partir de 2015 se produjo un importante punto de inflexión, y el consumo empezó a crecer enormemente, una tendencia que irá cada vez a más, como hemos dicho, y que en 2025 podríamos encontrarnos con tarjetas gráficas que tendrán consumos superiores a los 700 vatios.

Una tarjeta gráfica de próxima generación consumirá lo mismo que un PC completo actual

Al menos según la gráfica de AMD, y la verdad es que esto es realmente impresionante, pero debemos darle el contexto adecuado para entender mejor qué está ocurriendo y por qué esta tendencia a un mayor consumo tiene sentido y es «aceptable». En este sentido, debemos tener presente que:

• La GPU es un componente cada vez más complejo cuyo rendimiento ha crecido exponencialmente. A mayor rendimiento, mayor consumo, y esto puede implicar perfectamente una mayor eficiencia siempre que se cumpla la regla de mayor rendimiento por vatio consumido frente a la generación anterior.
• Los diseños de GPUs ya no se limitan al concepto tradicional, ahora incorporan núcleos especializados que añaden una mayor complejidad y disparan el consumo, y también podemos encontrarnos con otros elementos que mejoran el rendimiento, como la caché infinita en el caso de AMD.
• También se utilizan memorias gráficas cada vez más rápidas, algo que mejora el rendimiento y que acaba disparando el consumo, como es evidente. En este sentido destaca especialmente el caso de NVIDIA, que monta memorias GDDR6X.

Esa tendencia a un mayor consumo tiene sentido por esos tres puntos que hemos visto, y es aceptable porque viene acompañada, como hemos dicho, de un mayor rendimiento por vatio frente a la generación anterior, y porque nos encontramos en una etapa en la que el trazado de rayos y la IA aplicada a juegos se han convertido en dos pilares clave que acompañan al clásico rasterizado. Los juegos son cada vez más exigentes, los usuarios quieren más potencia, y para responder a esas necesidades de forma óptima es necesario hacer ciertos sacrificios.

Sam Naffziger, vicepresidente senior, socio corporativo y arquitecto de tecnología de productos de AMD, profundizó en este tema hablando de la ralentización de los saltos a nodos de fabricación más avanzados, del aumento del área ocupada a nivel de silicio, consecuencia directa de esa mayor complejidad de la GPU que ya os he explicado, y también confirmó que están analizando el enfoque que está siguiendo NVIDIA, y que tienen como objetivo «hacerlo mucho mejor» que ella.

Veremos cómo evoluciona la situación, pero está claro que nos acercamos a los límites de la computación tradicional en términos de eficiencia, y que la transición a nuevos diseños a nivel de hardware, y a nuevas herramientas a nivel de software, serán clave para poder avanzar y mejorar en este aspecto. Uno de los avances más importantes que podemos esperar a medio plazo será la transición a un diseño modular en el sector GPU, un camino que AMD ha emprendido antes que NVIDIA.