La OCU demanda a Apple por el iPhone 6

Los iPhone 6 y 6 Plus supusieron luces y sombras para Apple. En la parte positiva, fueron dos generaciones que marcaron un antes y un después en lo referido al volumen de ventas o las excelentes críticas a su diseño, que junto con parte de sus componentes repitieron pase con el iPhone 6S. Si nos quedamos con estos puntos, tal parecería que hablamos de una de las mejores generaciones de iPhone, ¿verdad? Claro, pero sería un poco tramposo quedarse solo con lo bueno.

Apple puede consignar lo anteriormente mencionado en el haber, pero posteriormente llega el momento del debe. En el mismo nos encontramos un problema de diseño, de elección de materiales, de ingeniería o de uso incorrecto del bolsillo del pantalón, como queramos llamarlo, que dio lugar al Bendgate, un suceso que hizo que muchos se replantearan las condiciones de uso de sus iPhones, y que otros tantos recordaran lo robustos que eran los móviles de antaño, como el venerado y nunca olvidado Nokia 3310.

Ahora bien, el principal problema de la generación del iPhone 6, así como de su sucesora, el iPhone 6S, llegó unos pocos años después, cuando de manera súbita, el rendimiento de los mismos sufrió una drástica caída, que llegó de la mano de una actualización de iOS, y que afectaba especialmente a aquellos dispositivos cuya batería se había degradado con el paso del tiempo.

La respuesta contra Apple, acusada de obsolescencia programada, fue particularmente virulenta, y las explicaciones dadas por la compañía, que afirmó que la razón de ser de esa merma del rendimiento era bienintencionada no convencieron a prácticamente nadie. Políticos, reguladores y usuarios se unieron en una campaña contra una mala práctica llevada a cabo por Apple que, además, optó por un sostenella y no enmendalla de manual.

Aunque los tambores sonaron más fuerte que nunca a principios de 2018, su intensidad ha decrecido mucho desde entonces pero todavía se mantienen activos. Por ejemplo, a principios del año pasado se presentó una nueva demanda colectiva contra Apple por los iPhone 6, iPhone 6 Plus, iPhone 6S y iPhone 6S Plus, pese a los años que ya habían transcurrido desde que Apple redujera su rendimiento intencionadamente y sin informar a los usuario de ello, ocasionando que muchos pensaran que ya había quedado obsoleto y que se vieran forzados a comprar un nuevo terminal.

En España, tanto FACUA como la OCU han actuado al respecto durante estos últimos años, y hoy sabemos por una nota de prensa, que la OCU ha presentado una demanda colectiva por los usuarios españoles de los modelos afectados por esta acción de Apple. La Organización de Consumidores y Usuarios cifra el volumen de afectados en más de 400.000, y exige una compensación de entre 99 y 189 euros por cada iPhone afectado.

La organización asume los costes de la demanda y sus gestiones, de manera que los usuarios afectados pueden sumarse a la misma sin coste alguno, y evita a los usuarios el proceso de tener que litigar individualmente, un caso en el que los costes de ello superarán, sustancialmente, la posible compensación si el proceso concluye con éxito.