¿Se avecina un nuevo retraso de Intel Arc?

Hace solo una semana nos hacíamos eco de unas palabras del CEO de Intel, Pat Gelsinger, que en una conferencia financiera de la compañía confirmó el buen ritmo de trabajo de sus ingenieros, y confirmó la llegada de las primeras tarjetas gráficas de escritorio Intel Arc para algún momento (lo que a estas alturas podemos traducir claramente como finales) del segundo trimestre de este año. Con ese calendario, ya estaríamos a menos de dos meses del esperadísimo debut, incluso en el caso de que el plazo se apurara hasta el mismo 30 de junio.

Anunciadas durante el verano de 2021, cuando el mercado de las tarjetas gráficas todavía estaba experimentando una gran escasez y una enorme burbuja, los adaptadores gráficos Intel Arc, que tomaban el relevo de la finalmente inédita Intel Xe DG2 y de Intel Xe HPG, generaron todavía más expectativas que sus proyectos predecesores, tanto por lo que Intel nos prometía con las mismas, como por el efecto que podía tener el desembarco de un gigante como Intel en un mercado entonces tan maltrecho como el de las tarjetas gráficas.

La compañía anunció que las primeras GPU Intel Arc llegarían al mercado el primer trimestre de este año y, efectivamente, así fue… pero de manera muy limitada y con la cuenta atrás a punto de concluir. A día de hoy, solo se pueden encontrar portátiles con GPU Intel Arc en determinados mercados y en una pequeña selección de dispositivos. Y, desde hace ya algún tiempo, se rumorea que el problema no se encuentra en el hardware, sino en el software, en los controladores y demás elementos responsables del buen funcionamiento de las gráficas.

Y ahora según podemos leer en Wccftech, este mismo problema podría provocar que las primeras tarjetas gráficas Intel Arc para PC de sobremesa se retrasen hasta la segunda mitad o incluso finales de verano, incumpliendo de ese modo la cada vez más ajustada previsión de debut, como tarde, a finales de junio. Hay bastante confusión al respecto, sin información oficial que explique la situación, pero a día de hoy hay partes implicadas que plantean no saber cuándo se lanzarán realmente las tarjetas gráficas Intel Arc.

Así, de confirmarse dichos informes, es posible que todavía tengamos que esperar unos meses hasta la llegada de las primeras gráficas Intel Arc y, más aún, de su accesibilidad general en todos los mercados. Si Intel se ve forzada a lanzar las primeras unidades sin tener plena confianza en su funcionamiento, es posible que veamos como solo salen a la venta unas pocas unidades y en mercados muy concretos, como posiblemente el asiático.

Un retraso sobre una fecha prevista es, siempre, una mala noticia. Sin embargo, por otra parte es innegable que se trata de la postura más responsable. Intel Arc es, estratégicamente, una propuesta muy importante para Intel, en un tiempo en el que la tecnológica ha vuelto a pisar el acelerador tras unos años un poco complicados. Llegar a tiempo es importante, pero lo es mucho más llegar bien, y si es necesario sacrificar lo primero en favor de lo segundo, soy de la filosofía de que un retraso es más aceptable que una llegada en falso.