Análisis
ROCCAT Kone XP: preciso, rápido y mortal
En muy poco tiempo la firma alemana ROCCAT se ha convertido en una referencia dentro del sector gaming. Son especialistas (no en vano, tienen un equipo profesional de esports desde 2014), conscientes de la exigencia del público al que van orientados sus productos y se mantienen firmes en una apuesta donde prima la calidad y el rendimiento sobre cualquier otro factor.
Hemos tenido la oportunidad de probar durante unos días su última novedad, el nuevo ROCCAT Kone XP. Este ratón gaming supone la puesta al día del mítico AIMO (tanto, que fue remasterizado en 2019), con mejoras importantes en ergonomía, nuevos interruptores Titan Optical, nada menos que trece botones y un sistema de iluminación RGB totalmente rediseñado.
ROCCAT entrega el dispositivo en un embalaje de tamaño compacto y atractivo diseño. Además del ratón (con el cable trenzado fijo que ROCCAT llama PhantomFlex), incluyen un juego extra de deslizadores para la base y un breve manual de instrucciones.
Antes de continuar, un breve repaso a sus características técnicas:
- Dimensiones 126 x 76 x 40 mm.
- Peso: 104 g
- Sensor Óptico Owl-Eye 19K DPI
- Muestreo 1000 Hz
- Interruptores Titan Ópticos
- Conexiones: USB 2.0
- Cable trenzado flexible de 1,8 m.
- 15 botones programables con 29 funciones. Iluminación 3D RGB con 22 LED.
- 5 perfiles en memoria
- Compatible con Windows 7,8,10 y 11.
- Soporte de NVIDIA Reflex
- Precio: 90 euros
El ROCCAT Kone XP es un ratón diseñado por y para diestros, una decisión que permite mejorar la ergonomía con elementos como más espacio de apoyo para el pulgar y una superficie que se adapta como un guante a la palma de la mano. Es un ratón de tamaño estándar (126 x 76 x 40 mm.) y con un peso ideal desde mi punto de vista (104 gramos) para no resultar cansado en largas sesiones y al mismo tiempo darnos cierta inercia y resistencia que ayuda a jugar de forma más cómoda.
En lo relativo al diseño, su aspecto translúcido me recuerda poderosamente a la tendencia noventera Nintendo 64 y PlayStation cuando popularizaron pads de control de este tipo. No estamos ante uno de esos ratones gaming que juegan a parecer discretos pero, en función de cómo configuremos la iluminación, podemos adaptarlo fácilmente a nuestras preferencias y a la estética de nuestra zona de juego.
Sin lugar a duda, uno de los aspectos más destacables del ratón son los trece botones físicos (que podemos convertir en 29 gracias a una función exclusiva que cambia su comportamiento si mantenemos pulsada la mayúscula en el teclado). Esto lo convierte en un periférico ideal para cualquier tipo de juego – incluyendo los MMO -.
Como ocurre con cualquier ratón gaming de cierta entidad, es necesario usarlo unas cuantas horas para acostumbrarse y “automatizar” dónde está y qué hace cada botón. Personalmente, me han parecido muy cómodos y útiles los del pulgar, pero algo menos los dos adicionales que la marca instala cerca del dedo índice. La rueda es una maravilla en cuánto a tacto y precisión, además de contar con dos movimientos laterales útiles no solo para jugar, sino también en el día a día con el navegador, por ejemplo.
Un accesorio imprescindible para sacar partido a un ratón de esta calidad es una alfombrilla que esté a la altura. No debe ser necesariamente muy cara, pero si lo suficientemente grande como para apoyar suavemente ratón y antebrazo sobre una superficie opaca y homogénea.
Un sistema de iluminación espectacular
Con el ROCCAT Kone XP la marca de Hamburgo ha dado un salto espectacular respecto a modelos anteriores. La carcasa translúcida a la que antes hacíamos referencia esconde un sistema de 22 LEDs independientes que permiten crear efectos de iluminación en 3D gracias al software dedicado ROCCAT Swarm.
En este punto sí encontramos margen de mejora en un programa que debe madurar y que resulta algo encorsetado en cuánto a los modos de iluminación. Es cierto que las opciones pre-configuradas (y que podemos personalizar) están bien diseñadas y que el sistema AIMO es espectacular (más si tenemos otros periféricos de la marca) pero encontramos cierto desequilibrio entre las posibilidades del hardware y lo que nos permite hacer el software, especialmente si comparamos con otros. En cualquier caso es un aspecto que se puede subsanar mediante futuras actualizaciones.
¿Merece la pena comprar un ratón solo para jugar?
Si has llegado hasta esta parte del análisis seguramente tienes clara la respuesta y será parecida a la mía. Si gran parte de las horas que pasas delante del ordenador las dedicas a disfrutar de los videojuegos tiene mucho sentido gastar un poco más por un periférico destinado a jugar. Incluso aunque no juegues de forma competitiva, la precisión, la comodidad y las funciones de dispositivos como el protagonista de nuestro análisis están a años luz de los ratones ofimáticos, incluso de los más caros.
A lo largo del texto hablamos mucho de sensaciones porque no hay dos personas iguales, y conceptos como la suavidad, la inercia o la respuesta dependen mucho de gustos, del título al que estemos jugando o de nuestro nivel de exigencia. En cualquier caso, el salto se nota y mucho. Pocas inversiones van a proporcionaros tantas satisfacciones a la hora de jugar como un ratón de calidad.
Pasar largas sesiones de juego con un ratón tan ligero y preciso es una gozada. Respecto al cable (obligatorio si no queremos perder tiempo de respuesta) la tecnología PhantomFlex no es solo un nombre bonito: el cable es muy ligero, su textura hace que no se enrede ni haga ruido al desplazarse y tiene cierto punto elástico que hace que nos olvidemos de él a los cinco minutos. Excelente.
No quería terminar el artículo sin mencionar la compatibilidad del dispositivo con NVIDIA Reflex, una tecnología exclusiva presente en juegos, monitores y periféricos como este ratón gaming. Como sabéis, cuando realizamos movimientos o hacemos clic con el ratón la señal viaja hacia el PC a través del puerto USB, donde se procesan por la CPU y se comunica a la GPU que es la que “pinta” nuestra reacción en la pantalla.
Lo que hace NVIDIA Reflex es reducir la latencia en la comunicación entre la GPU y la CPU, reduciendo el tiempo de respuesta desde que realizamos el movimiento hasta que vemos el resultado. Milisegundos que, en determinados escenarios, puede ser la diferencia entre acertar o fallar ese disparo.
Conclusiones
El ROCCAT Kone XP es un producto ganador, con muy pocos puntos débiles que viene a mejorar lo que ya era un ratón gaming de referencia. Técnicamente excelente, con gran calidad de construcción y una precisión sublime lo convierten en uno de los mejores del mercado en el rango de los 100 euros (de hecho, menos, dado que está disponible por 89,99).
Podéis comprar el ROCCAT Kone XP en exclusiva en FNAC por 89,99 euros, tanto en color negro (el que hemos probado) como en blanco.
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