AMD confirma un problema de rendimiento para los Ryzen en Windows 10 y 11

Siendo uno de los problemas ya conocidos entre los usuarios desde hace ya un tiempo, parece que finalmente AMD ha confirmado de manera oficial que existe un problema de rendimiento con algunos de sus procesadores de la familia Ryzen dentro de ambos sistemas Windows 10 y Windows 11. Así pues, según los últimos informes mostrados, estos rendimientos entrecortados tendrían un origen localizado dentro del Módulo de plataforma segura de firmware (fTPM) que se usa en los chips de AMD.

Según ha explicado ahora AMD en sus declaraciones, parece ser que «las configuraciones seleccionadas del sistema AMD Ryzen pueden realizar de forma intermitente transacciones de memoria extendidas relacionadas con fTPM en la memoria flash SPI (‘SPIROM’) ubicada en la placa base, lo que puede provocar pausas temporales en la interactividad o capacidad de respuesta del sistema hasta que se concluya la transacción«.

Por desgracia, el resultado práctico no es otro que un pequeño «tartamudeo» o stuttering, que provoca un congelado y retraso de la imagen mostrada en pantalla (que no en el procesamiento) que puede llegar durar hasta un par de segundos, siendo más que suficiente como para resultar irritante en lo referente a tareas de trabajo y productividad, y sin duda un fallo crítico en lo referente a la escena gaming.

En contraparte, parece que AMD ya ha encontrado una sencilla solución: una actualización de firmware. No obstante, cabe destacar que no todos los usuarios podrán acceder a este cambio a un TPM de hardware (dTPM), ya que dependerán de que su placa base sea compatible.

Y es que de hecho AMD ha presentado un calendario con la programación prevista en la que realizará esta actualización de la mano de los principales fabricantes de placas base, fechando así las primeras resoluciones durante mayo de 2022. Dado que puede esperar un tiempo, otra de las soluciones más inmediatas que para los afectados podría pasar por simplemente apagar el fTPM, eso sí, bajo el riesgo de posibles problemas de compatibilidad de hardware.