Análisis
Dying Light 2, análisis técnico: El trazado de rayos marca la diferencia
No os voy a mentir, Dying Light 2 era uno de los juegos que esperaba con más ganas, aunque al mismo tiempo debo decir que tenía sensaciones enfrentadas por lo que había ido viendo durante todo el tiempo que había estado en desarrollo, especialmente a nivel técnico, ya que siempre me quedaba con una sensación agridulce que me hacía pensar que no iba a ser capaz de superar en todo a Dying Light.
Tras su lanzamiento oficial pude pasar varios días jugando a Dying Light 2 y probándolo a fondo en PC, y os puedo confirmar que no estaba equivocado. Esta nueva entrega representa, en muchos aspectos, un avance importante frente a Dying Light, pero en otros es un claro paso atrás, tanto que llega a utilizar elementos que se han convertido en un clásico de la vieja generación de consolas, PS4 y Xbox One, incluso en la versión para PC.
Esto tiene una explicación. Como recordarán nuestros lectores habituales, Dying Light fue un juego impresionante a nivel técnico que, de hecho, ya puso contra las cuerdas a PS4 y Xbox One. Si el original ya llevó a ambas consolas a tocar techo, está claro que Techland no tenía mucho margen de maniobra con Dying Light 2, y esto se deja notar en los aspectos de siempre. Estas son las claves más importantes:
- Bajo nivel de detalle y de geometría en determinados objetos y secciones de los escenarios.
- Algunas texturas son de muy baja calidad.
- Las animaciones y físicas no llegan al nivel de la primera entrega. Esto se nota muchísimo en los combates con los zombis, y también en detalles que eran fantásticos en el original, como por ejemplo empujar a los zombis a zonas de pinchos y que se quedaran clavados. Eso ya no pasa en Dying Light 2.
- Ciertas ubicaciones que están demasiado vacías.
He querido empezar hablando de lo negativo porque, al final, creo que es importante que tengamos claro que Dying Light 2 es, como muchos títulos intergeneracionales, un juego de transición que se ha visto lastrado desde el inicio por las limitaciones que impone un desarrollo que parte de la base de PS4 y Xbox One. Obviamente, esto ha obligado a adoptar un nivel mínimo que debe correr «bien» en ambos sistemas, esto conlleva sacrificios en el núcleo «duro» del juego.
Dying Light 2 en consolas: La nueva generación, de rodillas
En PS4 y Xbox One, Dying Light 2 se mueve en la calidad gráfica más baja posible, y tiene una resolución de 1.536 x 864 píxeles, es decir, inferior a 900p. Como habréis podido imaginar, Techland se marcó como objetivo una tasa de 30 fotogramas por segundo. PS4 Pro y Xbox One X lo mueven en un nivel de calidad similar al modo «medio» de PC, utilizan resolución 1080p y mantienen también 30 FPS.
Con esas credenciales, tengo bastante claro que Dying Light 2 es un juego que queda grande a la vieja generación de consolas, ¿pero cómo funciona en PS5 y Xbox Series X-S? No quiero explayarme mucho, ya que al final mi análisis se centra en la versión para PC, pero creo que es interesante añadir algo de contexto hablando de la versión para la nueva generación de consolas, ya que esto nos permitirá asimilar las diferencias que existen entre ambas, y porque esto reafirma lo que os vengo diciendo desde hace tiempo, que estamos ante la generación de la decepción.
Dying Light 2 funciona en 1080p y a 30 FPS en Xbox Series S, con un nivel de calidad gráfica propio del que muestra su hermana mayor en el modo rendimiento. Por contra, Xbox Series X ofrece tres modos distintos:
- Modo rendimiento: con resolución 1080p y 60 FPS.
- Modo calidad: con resolución 1080p, trazado de rayos limitado a sombras y oclusión ambiental y 30 FPS.
- Modo resolución: sube la resolución a 3.456 x 1.944 píxeles y mantiene 30 FPS.
Por su parte, PS5 ofrece también tres modos diferentes que son muy similares a los de Xbox Series X:
- Modo rendimiento: con resolución 1080p y 60 FPS.
- Modo calidad: con resolución 1080p, trazado de rayos limitado a sombras y oclusión ambiental y 30 FPS.
- Modo resolución: sube la resolución a 3.200 x 1.800 píxeles y mantiene 30 FPS.
Las diferencias entre ambas consolas son mínimas, y se mueven en niveles que no son propios de una nueva generación. Sin embargo, lo más grave lo tenemos en el hecho de que solo puedan activar el trazado de rayos aplicado a sombras y oclusión ambiental, y con resolución 1080p y 30 FPS.
Lo anterior deja claro lo limitada que está la nueva generación de consolas cuando el trazado de rayos entra en escena, algo que también os he comentado en ocasiones anteriores, y que en el fondo es normal, ya que es consecuencia directa lo exigente que es esa tecnología, y de las limitaciones propias que tiene la arquitectura RDNA2. Si queréis profundizar en este tema, os invito a repasar este artículo.
Equipo de pruebas utilizado para analizar Dying Light 2
- Sistema operativo Windows 10 Pro de 64 bits.
- Procesador Ryzen 7 5800X (Zen 3) con ocho núcleos y dieciséis hilos a 3,8 GHz-4,7 GHz.
- Placa base Gigabyte X570 Aorus Ultra.
- 32 GB de memoria RAM Corsair Vengeance RGB Pro SL a 3.200 MHz CL16 (cuatro módulos).
- Sistema de refrigeración Corsair iCUE H150i Elite Capellix White con tres ventiladores Corsair ML RGB de 120 mm.
- Tarjeta gráfica RTX 3080 Ti Founders Edition con 12 GB de GDDR6X.
- Tarjeta gráfica RTX 3050 con 8 GB de GDDR6.
- Tarjeta de sonido Sound BlasterX AE-5 Plus.
- SSD Samsung Evo 850 de 500 GB (sistema operativo).
- SSD PCIE NVMe Corsair MP400 de 4 TB.
- SSD PCIE NVMe Corsair MP600 Core de 2 TB.
- SHDD Seagate de 2 TB con 8 GB de SSD como caché.
- Fuente de alimentación Corsair AX1000 80 Plus Titanium con certificación 80 Plus Titanio.
- Seis ventiladores Corsair iCUE QL120 RGB.
- Lightning Node Core y Commander CORE para controlar ventiladores e iluminación.
- Chasis Corsair 5000D Airflow.
Los requisitos mínimos y recomendados están publicados en la web oficial de Dying Light 2.
Dying Light 2 en PC: El trazado de rayos es clave
Lo nuevo de Techland es, junto con Cyberpunk 2077, Control y Metro Exodus Enhanced Edition, uno de los juegos que mejor ha implementado, hasta el momento, el trazado de rayos. La versión de este título para PC se diferencia de la versión para PS5 y Xbox Series X en varias claves:
- Permite configurar un nivel de calidad gráfica superior.
- Podemos utilizar DLSS y FSR.
- También podemos desbloquear la tasa de fotogramas para disfrutarlo en monitores de más de 60 Hz.
- Nos da la opción de afinar la configuración gráfica para adaptarlo mejor a nuestras preferencias.
- Utiliza trazado de rayos aplicado a sombras, oclusión ambiental, iluminación global e iluminación difusa, iluminación de la linterna y reflejos.
Desde el punto de vista técnico, solo por la manera en la que se ha implementado el trazado de rayos en Dying Light 2 para PC, dicha versión ya juega en otro nivel y no tiene nada que ver con la versión para PS5 y Xbox Series X.
Como hemos dicho, en ambas consolas la aplicación del trazado de rayos se limita a sombras y oclusión ambiental. Esto produce una mejora notable de la imagen, ya que reproduce mejor ambas claves, y se deja notar, por ejemplo en la aplicación de sombras a la vegetación que no están presentes si desactivamos el trazado de rayos. Esto acaba, en parte, con ese efecto de iluminación excesiva y omnipresente que tenemos durante el día en Dying Light 2.
Sin embargo, el gran salto en Dying Light 2 no lo marcan las sombras, la oclusión ambiental o los reflejos generados por trazado de rayos, el punto de inflexión que le da ese toque de nueva generación está en el trazado de rayos aplicado a la iluminación global.
Cuando activamos este ajuste, la iluminación directa e indirecta se generan de forma realista mediante trazado de rayos, y esto hace en cada escena tengamos una iluminación sobresaliente. Fijaos, por ejemplo, en las dos imágenes adjuntas. Podéis hacer clic para ampliar, y abrirlas en una nueva ventana para poder compararlas de forma más cómoda.
Sin trazado de rayos, las sombras tienen una terminación demasiado lineal y marcada, carecen de ese toque suave y realista que le da el trazado de rayos. La iluminación global con trazado de rayos tiene un impacto enorme en esta escena, ya que produce una interacción realista de la luz en toda la geometría de la misma, y diferencia de una manera totalmente acertada entre las zonas que deben permanecer oscuras y las que no. La diferencia es masiva.
Esto se vuelve a ver claramente en las dos imágenes que encontraréis justo debajo de estas líneas. Se repite lo que os hemos dicho anteriormente, y el trazado de rayos hace que toda la iluminación de la escena, y las sombras, se representen con un grado de realismo y una calidad tan elevado que hace que el modo sin trazado de rayos parezca totalmente obsoleto. Podéis ampliar las imágenes, y abrirlas en una ventana nueva, para compararlas con mayor comodidad.
El trazado de rayos aplicado a reflejos tiene un impacto menos marcado en la calidad gráfica en general, pero marca la diferencia cuando nos encontramos con superficies reflectantes, como por ejemplo los cristales de los edificios. Con este ajuste activado, nuestro personaje y sus inmediaciones aparecerán recreados con un alto nivel de detalle, y de realismo. También se deja notar en otras superficies reflectantes, como los charcos, y diferencia muy bien entre superficies, lo que evita ese efecto de falso espejo que queda terriblemente mal. Esto se deja notar en los vídeos adjuntos, solo tenéis que fijaros en los charcos.
Y hablando de los vídeos adjuntos, en ellos podéis ver cómo luce Dying Light 2 con y sin trazado de rayos durante la escena inicial. Esta es una de las que mejor refleja el potencial de dicha tecnología, y el impacto que tiene en la calidad de imagen del juego. He querido compartir con vosotros dos vídeos porque creo que es la mejor manera de que podáis ver, de una manera más profunda y clara, las diferencias que presenta Dying Light 2 cuando aplicamos el trazado de rayos.
He intentado centrarme en los puntos clave para que podáis verlos con calma y con detalle, y he utilizado el DLSS en modo rendimiento para que veáis lo bien que trabaja, incluso en 1440p. Si tenéis cualquier duda podéis dejarla en los comentarios y os ayudaré a resolverla.
Dying Light 2 con DLSS y FSR: NVIDIA gana la partida
Si tu equipo pierde mucho rendimiento activando el trazado de rayos, en PC puedes compensarlo utilizando el DLSS o el FSR. La primera opción es exclusiva de las RTX 20 y RTX 30, ya que se trata de una tecnología de reconstrucción y reescalado de la imagen que utiliza inteligencia artificial, y que necesita de aceleración por hardware (se ejecuta a través de los núcleos tensor que tienen ambas generaciones gráficas).
Por contra, el FSR no requiere aceleración por hardware, y es compatible tanto con tarjetas gráficas GeForce de NVIDIA como con las Radeon de AMD. Esta es una tecnología de reescalado espacial que no utiliza inteligencia artificial ni elementos temporales, lo que hace que, al final, su resultado sea claramente inferior al que obtenemos con el DLSS.
Fijaros en las dos imágenes que os dejamos debajo de estas líneas. La primera utiliza DLSS configurado en modo rendimiento, y la segunda emplea FSR en modo rendimiento. Hay diferencias enormes entre ambas imágenes que, en esencia, podemos resumir de la siguiente manera:
- El DLSS conserva mejor el detalle en los objetos más lejanos.
- La nitidez es, a nivel global, muy superior.
- El DLSS no produce dientes de sierra.
- El FSR produce artefactos y parpadeos muy molestos en elementos a media y larga distancia.
- La calidad de las sombras, los reflejos y la iluminación se ve afectada por la pérdida de nitidez y la reducción de píxeles que supone el FSR en modo rendimiento.
Viendo esas dos imágenes, está claro que el DLSS juega en otra liga, y que está muy por encima del FSR. No obstante, he querido compartir con vosotros un vídeo donde os muestro todos los modos posibles de DLSS y FSR aplicados en tiempo real y en una serie de escenas comunes.
Mi objetivo es que podáis tener una visión más amplia de las diferencias que ofrece cada modo, y del valor que representa, en Dying Light 2, el DLSS. Personalmente, creo que no vale la pena activar el FSR, ni siquiera en modo calidad, ya que incluso este genera una pérdida de detalle demasiado marcada.
Prueba de rendimiento: Una RTX 3050 mueve Dying Light 2 mejor que PS5 y Xbox Series X
La verdad es que tenía muchas ganas de probar el rendimiento de Dying Light 2 en la GeForce RTX 3050 que pudimos analizar recientemente, ya que este juego es, como hemos dicho al principio, uno de los que mejor utiliza el trazado de rayos, y también uno de los más exigentes. PS5 y Xbox Series X solo pueden moverlo a 30 FPS en 1080p y con trazado de rayos limitado a sombras y oclusión ambiental, ¿pero de qué es capaz la RTX 3050?
Si miráis con calma la gráfica adjunta, veréis que los números hablan por sí solos. Con calidad máxima y resolución nativa, la RTX 3050 puede mover Dying Light 2 con medias bastante estables que rondan entre los 50 y los 60 FPS. Esos valores tienen picos máximos superiores, y también mínimos que llegan a la franja de los 40 FPS, pero son casos excepcionales. Lo importante es que la media es muy fluida, y nos permite jugarlo sin problemas. Si activamos el DLSS en modo calidad, tenemos una nitidez perfecta y el rendimiento mejora hasta superar, sin problemas, la franja de los 60 FPS.
Por su parte, la RTX 3080 Ti no tiene problemas para mover Dying Light 2, tal y como cabía esperar, aunque gracias al DLSS en modo calidad podemos conseguir un extra de rendimiento que nos vendrá genial para aprovechar monitores con una alta tasa de refresco. En mi caso, que utilizo un monitor de 144 Hz compatible con G-Sync en mi equipo personal, esto marca una diferencia considerable.
Vamos a ver ahora el rendimiento al activar el trazado de rayos en Dying Light 2. La RTX 3080 Ti aguanta muy bien el tipo en 1440p con todo al máximo, y trazado de rayos configurado también en todo su esplendor. La fluidez es total, y solo he notado una caída importante en la primera zona del bosque, justo cuando vamos hablando con Spike. En las demás zonas, la estabilidad es total, aunque se producen oscilaciones entre los 70 y los 125 FPS. La media, no obstante, es muy buena.
Con la RTX 3050 tenemos, jugando en resolución 1080p con DLSS en modo equilibrado y todo al máximo, incluyendo el trazado de rayos, un resultado superior al que ofrecen las consolas de nueva generación. Sí, esto ha sido posible gracias al DLSS, eso está claro, pero no debemos olvidarnos de que con el DLSS en modo equilibrado tenemos una calidad y una nitidez prácticamente idéntica a la resolución nativa, y que estamos utilizando una configuración gráfica que no está al alcance de PS5 y Xbox Series X, ya que tenemos activados reflejos por trazado de rayos, iluminación global por trazado de rayos y linterna por trazado de rayos.
En cuanto al uso de la CPU, la verdad es que esperaba que Dying Light 2 tuviera una dependencia menor del procesador. Tras ver los picos y las medias máximas que he registrado en mis pruebas, tengo claro que lo ideal es contar con una CPU de 6 núcleos y 12 hilos, ya que escala bien en procesadores de más de cuatro núcleos y ocho hilos. No obstante, tened en cuenta que este título, como ocurre con la mayoría de los juegos de hoy en día, da mucha importancia al IPC del procesador, es decir, al rendimiento monohilo. Con todo, y afortunadamente, está mucho mejor optimizado en este sentido que otros juegos actuales, como Far Cry 6 o Battlefield 2042.
Con respecto al consumo de memoria gráfica de Dying Light 2, si tenemos una tarjeta gráfica con 4 GB de memoria lo ideal es jugarlo en DirectX 11, ya que este modo presenta un menor consumo de recursos y se lleva mejor con equipos modestos. Activar DirectX 12, y DirectX 12 Ultimate con trazado de rayos, incrementa enormemente el consumo de memoria gráfica, pero a partir de 6 GB de VRAM podemos disfrutar de una buena experiencia en 1080p (sin trazado de rayos).
Para jugar con trazado de rayos activo con garantías, y en calidad máxima, es necesario una tarjeta gráfica de, al menos, 8 GB, siempre que nos movamos en resoluciones 1080p y 1440p. Si subimos la resolución a 4K, el juego consume más de 11 GB de memoria gráfica, lo que hace que la RTX 3080 Ti entre dentro del nivel recomendado.
Notas finales: Dying Light 2 es otro gran abanderado del trazado de rayos
Dying Light 2 no es perfecto, de hecho debo reconocer que ha llegado a defraudarme en algunos aspectos técnicos, como por ejemplo la baja calidad de la geometría y de las texturas de ciertas zonas. Tampoco da la talla en las físicas, y la generación de los objetos y de los zombis en distancias largas no está bien resuelta, pero compensa esas carencias con otros aspectos brillantes, especialmente en interiores, en ubicaciones donde no tenemos una distancia de visión muy marcada y en las escenas nocturnas.
Jugar de noche a Dying Light 2 es una experiencia verdaderamente única, y no solo por todo lo que representa nivel jugable, sino también por el fantástico apartado técnico y la cuidada ambientación. Techland ha sabido mantener esa sensación de opresión y de tensión constante que teníamos en el original, y que personalmente me pareció uno de los aspectos más importantes del juego. Puedes hacer clic en la galería de abajo para ampliarla.
Sin trazado de rayos, Dying Light 2 no representa, a nivel técnico, un salto verdaderamente destacable frente a la primera entrega, pero cuando activamos esta tecnología la cosa cambia por completo. Como he dicho al empezar el artículo, el trazado de rayos es lo que hace que Dying Light 2 consiga sorprendernos de verdad a nivel gráfico, especialmente por las maravillas que consigue la iluminación global generada por trazado de rayos.
Tengo claro que Dying Light 2 es, junto a Cyberpunk 2077, Control y Metro Exodus Enhanced Edition, uno de esos juegos que es capaz de hacernos sentir que necesitamos, de verdad, dar el salto a una tarjeta gráfica con hardware dedicado a la aceleración con trazado de rayos. Personalmente, me ha recordado a lo que sentí cuando jugué a Quake 2 renderizado por software y cuando lo probé, posteriormente, con Glide. Por otro lado, la implementación que ha hecho Techland del DLSS es una de las mejores que he visto nunca, tanto que dicha tecnología en modo rendimiento es capaz de superar al FSR en modo calidad.
Puede que nos guste más o menos, pero Dying Light 2 es otra confirmación de que NVIDIA tomó el camino correcto cuando, a finales de 2018, decidió olvidarse un poco de la potencia bruta y apostar por la especialización a través de los núcleos RT y de los núcleos tensor. En aquel momento eran el futuro, hoy son el presente.
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