¿Dónde es más caro comprar un iPhone 13? ¿Y una PS5? Estos son los países con la electrónica de consumo más cara

Comprar un iPhone 13 en España no es algo que esté al alcance de todo el mundo, pero tampoco supone una adquisición imposible. Su precio es alto, pero no se ha visto afectado por ningún tipo de inflación, y en algunos minoristas como Amazon, por ejemplo, podemos comprarlo por debajo de su precio recomendado. Esto, unido a la posibilidad de financiar sin intereses, hace que muchos usuarios se lo puedan permitir.

Por desgracia, la realidad a la hora de comprar un iPhone 13 es muy distinta en otros países, y lo mismo sucede con buena parte de la electrónica de consumo que aquí podemos disfrutar, casi siempre, a sus precios recomendados (las consolas de nueva generación serían una excepción parcial, pero esto se debe al impacto de la reventa y la especulación). La firma Grover ha publicado un completo estudio que ahonda en esta cuestión, y que nos ha permitido responder a preguntas muy interesantes.

¿En qué países es más caro comprar un iPhone 13? ¿Y dónde es más barato?

Dado que el iPhone 13 no se puede comprar de forma oficial en algunos de los países que han sido objeto de este estudio, como Argentina, por ejemplo, y que un dólar no tiene el mismo impacto en la economía de cada país, el estudio ha abordado esta pregunta partiendo de una premisa distinta pero igualmente interesante: el número total de horas necesarias, bajo el salario mínimo de cada país, para poder comprar un iPhone 13.

Quiero explicar, antes de entrar a ver las gráficas, el tema de que un dólar no tiene el mismo peso en cada país. Pensad, por ejemplo, en lo que podríamos hacer con un dólar en España, y en lo que podríamos hacer con él en Venezuela. Ahora vamos a ir un poco más allá, y vamos a ver cuántos euros podríamos conseguir con un dólar en España, y cuántos bolívares nos llevaríamos en Venezuela: 0,88 euros y 4,52 bolívares. Creo que la idea se entiende perfectamente.

Pasamos a ver los datos que refleja la primera gráfica, y como cabía esperar Venezuela es el país donde más horas de trabajo se necesitan, partiendo del salario mínimo, para poder comprar un iPhone 13, nada más y nada menos que 7.063 horas, cifra que equivale a 9,8 meses completos, partiendo de una media de 30 días por mes. Por contra, el país donde menos horas harían falta sería Dinamarca, con solo 64 horas, menos de tres días. En España, por contra, nos harían falta 157 horas, es decir, 6,5 días completos. Tened en cuenta que hablamos de días completos, dividieramos en jornadas de 8 horas el total de días sería mucho mayor, obviamente.

¿Dónde es más caro comprar una PS5? ¿Y qué países son los más caros para la electrónica de consumo?

La nueva consola de Sony tiene un precio en Argentina que equivale, al cambio, a 1.645 euros, es decir, 1.876 dólares, una cifra mareante, la verdad, ya que con ese dinero podríamos comprar casi cuatro consolas PS5 al precio recomendado que tienen en España (499,99 euros). Y hablando de España, como vemos comprar una PS5 aquí también nos sale muy caro, ya que tendremos que estar dispuestos a pagar 1.050 euros, el doble de su precio recomendado, debido a la escasez, a la especulación y a la reventa.

Si nos centramos en los países con la tecnología más cara, vemos que, por ejemplo, comprar un iPhone en Argentina nos obligará a pagar una inflación de hasta el 161,89%. Esto significa que comprar un iPhone 13 en dicho país sería carísimo, pero al momento de realizar este estudio no estaba disponible en dicho mercado. Con ese dato en mente, no es extraño que Argentina lidere, lamentablemente, el top 15 de los países con la electrónica más cara, seguida de Nigeria y Brasil, pero con una distancia considerable sobre ambas.

Por contra, los países con la electrónica de consumo más barata son Hong Kong, Estados Unidos, Indonesia, Malasia y Japón. Es curioso ver que en esa lista aparece también Venezuela, un dato que confirma que el problema de este país está más vinculado a la pobreza en general, consecuencia de unos sueldos muy bajos y de una moneda muy devaluada, que a una cuestión de sobrecoste de los productos tecnológicos.