Tesla abre su tienda más polémica en China

Que con los años Tesla ha atesorado un enorme prestigio es algo indudable, pero también es indiscutible que en los últimos tiempos ha ido haciendo múltiples retiradas de esa cuenta. De este modo, aunque sus coches siguen despertando muchísimo interés en muchos conductores, la imagen de marca de la compañía se va alejando, poco a poco, de sus mejores tiempos. No quiero decir, ojo, que su imagen sea mala en general, pero sí que cada vez resulta más sencillo encontrar a personas para las que la imagen de Tesla es regular o incluso negativa.

El ejemplo más reciente de ello lo vimos con el usuario de un Tesla Model S que, tras ser informado de que el cambio de las baterías de su coche tenía un coste mínimo de 20.000 euros, decidió no asumir dicho coste y, en su lugar, contactó con un canal de YouTube especializado en detonar todo tipo de objetos, para darle un explosivo final. Otros problemas como la entrega de coches incompletos o, sobre todo, los problemas con sus sistemas de asistencia a la conducción que la empresa insiste en calificar como piloto automático, pese a no serlo, han ido sumando a la cuenta de los negativos.

Y luego hay otras decisiones, indudablemente complicadas, en las que no hay una respuesta sencilla. Sin duda, abrir una tienda en algún lugar del mundo en la que no se respetan los derechos humanos es un ejemplo de ello. Y es que, según podemos leer en Business Insider, Tesla acaba de abrir una tienda y exposición en Xinjiang, región de China en la que el partido único que rige el destino del país lleva ya tiempo, según múltiples denunciantes, ejecutando un genocidio contra la minoría musulmana uigur.

Según dichos denunciantes, entre los que se encontrarían personas que han logrado huir del mismo, el gobierno chino mantendría campos de internamiento con programas de conversión y de esterilización, dirigidos a acabar por completo con dicha etnia. Dichas denuncias han llevado a que la administración Biden haya promulgado un proyecto de ley para impedir las importaciones dsde Xinjiang, donde también se sospecha de parte de los productos exportados son fruto de trabajos forzados.

China es un mercado muy importante para Tesla, de hecho ya tiene más de 30 tiendas a lo largo y ancho del país, además de una fábrica local en Shanghái que inició su producción en 2020. Así, cabe entender que el rendimiento económico de esta nueva tienda puede suponer un importante empujón para las cuentas de Tesla. No obstante, esta decisión no será especialmente bien acogida por la comunidad internacional, que ya ha perseguido a otras empresas, entre ellas algunas tecnológicas, para que corten lazos con dicha región.