Coronavirus: Primer tratamiento en píldoras aprobado por la FDA

Ya no falta mucho para que se cumplan dos años desde que el coronavirus se coló en nuestras vidas, cambiándolas por completo. Es cierto que la situación ha mejorado con respecto a los primeros meses del año pasado, pero la cifras de contagios tras la llegada de la variante Omicron nos han hecho tener que volver a preocuparnos. No por sus efectos, pues parecen ser más leves que los de variantes anteriores, pero sí por su alta capacidad de contagio.

Las vacunas son un elemento clave en la lucha contra el coronavirus. La campaña de vacunación en nuestro país es todo un éxito, con 37.815.104 personas con la pauta completa, lo que supone el 82,93% de la población y  84.521.081 dosis administradas, según datos de Datadista. La campaña para la tercera dosis y las vacunaciones de los más jóvenes avanzan a buen ritmo, y en consecuencia hay razones para el optimismo, aunque siempre desde la cautela, más aún con los números actuales.

Ahora bien, ya es sabido que la vacuna no impide el contagio, lo que hace es disminuir los efectos de la infección, haciendo que sus síntomas sean más leves. Ahora bien, son muchas las circunstancias que pueden llevar a que una persona, incluso estando vacunada, experimente síntomas más graves e, incluso, pueda ver en riesgo su vida. De hecho, estos casos son precisamente a los que se agarran los negacionistas para cuestionar la efectividad de la vacuna frente al coronavirus.

Para estos casos siguen siendo necesarios tratamientos específicos, un campo en el que hasta ahora el protagonista absoluto ha sido el antiviral Remdesivir, cuya aprobación en Europa se ha extendido recientemente a personas con mayor nivel de riesgo pero que todavía no necesiten de oxigenoterapia para prevenir la hipoxia, uno de los efectos más peligrosos del coronavirus. Sin embargo, Pfizer acaba de lograr la aprobación de Paxlovid por parte de la FDA, un tratamiento en formato de pastilla que podría facilitar mucho los tratamientos.

Paxlovid combina un nuevo medicamento antiviral llamado Nirmatrelvir y uno más antiguo llamado Ritonavir y se administra en tres píldoras dos veces al día durante cinco días. El tratamiento debe iniciarse tan pronto como se detectan los primeros síntomas del coronavirus y, según los estudios llevados a cabo hasta el momento, el tratamiento reducía el riesgo de hospitalización o muerte en un 89% si se administraba a adultos de alto riesgo a los pocos días de sus primeros síntomas.

Este tratamiento antiviral para el coronavirus se ha autorizado para personas de 12 o más años con un peso igual o superior a los 40 kilos que se hayan sometido a una PCR que haya arrojado un resultado positivo. Dado, no obstante, que al menos de momento solo está recomendado para personas de alto riesgo, la FDA ha determinado que Paxlovid deba ser, obligatoriamente, recetado por un médico. Ahora bien, es posible que esta limitación a personas de alto riesgo se vea reducida en el futuro, cuando se tengan más conocimientos sobre sus efectos secundarios.

Esta es, al menos en principio, una buena noticia. Un tratamiento para el coronavirus basado en píldoras es bastante más sencillo de seguir que uno inyectable, como ocurre con el Remdesivir. Y la combinación de las vacunas para prevenirlo con tratamientos para enfrentarlo si se da una situación de riesgo, dibujan una perspectiva que invita, como decía al principio, al optimismo. Cauteloso, sí, pero optimismo.