A Fondo
Cinco distribuciones Linux para resucitar un portátil antiguo
Parece que Microsoft lo está poniendo difícil para ejecutar Windows 11 en una gran cantidad y variedad de hardware, sobre todo si este no es reciente y no cumple ciertos requisitos. Viendo esta situación, que Windows 7 está oficialmente “difunto” y que Windows 10 posiblemente no brille en esos equipos, vamos a publicar una lista de cinco distribuciones Linux que podrían devolver la vida a un portátil antiguo.
Eso sí, cuando hablamos de un portátil antiguo, no nos estamos refiriendo a lo que algunos estarán pensando. En esta entrada nos centraremos en equipos antiguos x86 de 64-bit, porque esos equipos existen, aunque en buena parte del imaginario colectivo no sea así. Más concretamente, pondremos el suelo en los Intel Core 2 Duo, la generación de procesadores que junto a los Core 2 Quad terminó por estandarizar hace 15 años los procesadores x86 de 64-bit en el mercado de consumo.
La dilatadísima vida de la que gozó Windows XP, unida a que las aplicaciones compiladas para x86 de 64-bit no empezaron a estandarizarse en Windows hasta el año 2011-2012 aproximadamente, terminaron por generar en el imaginario colectivo la idea de que los procesadores de dicha arquitectura llevan pocos años entre nosotros.
De hecho, pocos recuerdan ya el revuelo que se levantó en torno a Battlefield 3 cuando Electronic Arts anunció en 2011 que requeriría Windows 7 de 64-bit como sistema. Por entonces Windows XP seguía siendo muy utilizado, lo que despertó las quejas de muchos usuarios, pero DICE y Electronic Arts se mantuvieron firmes y bien que hicieron, porque aquello fue el inicio de un salto tecnológico necesario para que los videojuegos aprovechasen mejor los procesadores que nos acompañan desde hace años.
Retomando el tema, procederemos a dar unos consejos previos al cambio de sistema operativo y a mencionar las cinco distribuciones Linux que pueden devolver la vida a ese portátil viejo que usa, sobre todo, un Intel Core 2 Duo (o alguna generación de procesadores no muy posteerior).
Antes de empezar
Cambiar el sistema operativo es un proceso bastante “traumático” para un ordenador, así que antes de empezar a hacer nada, es importatísimo realizar una copia de seguridad de los datos personales que se tienen alojados en la unidad de almacenamiento.
El uso de un software de respaldo puede terminar siendo complejo, más si tenemos en cuenta que debe de tener soporte para Windows y el sistema Linux que se ha elegido. Viendo la situación, es preferible recurrir al típico copiar y pegar hacia un disco duro externo USB y luego comprobar cuánto ocupa y la cantidad de ficheros que almacena cada una de las carpetas (o al menos las más importantes) para ver si las copias coinciden con las versiones originales.
Otro consejo es empezar a cambiar aplicaciones como Microsoft Office por LibreOffice u ONLYOFFICE y a soluciones equivalentes que tengan soporte para Linux. De esta manera se reduce el impacto de la migración de Windows a Linux al estar el usuario habituado a usar las mismas aplicaciones en ambos sistemas.
Y antes de proceder a instalar en la máquina real, se puede ensayar en una máquina virtual para aprender los conceptos básicos de la distribución Linux elegida. Aquí el solvente VirtualBox es una buena opción.
Ahora sí, e intentando mencionar sistemas que tengan un buen soporte de terceros, vamos con la lista de distribuciones Linux para portátiles antiguos.
MX Linux
Empezamos con uno de los reyes de las distribuciones ligeras: MX Linux. Para quienes no lo sepan, es un sistema operativo Linux liviano derivado de Debian y que destaca por no usar systemd y por incluir una serie de herramientas gráficas que la hacen fácil de usar. La actual versión, que es la 21 “Wildflower”, se basa en Debian Bullseye, el mejor lanzamiento de la distribución madre en muchísimos años.
MX Linux es un sistema desarrollado adrede para ser ligero, siendo una excelente opción para resucitar ese portátil de hace una década o más. Otro detalle importante es que mantiene el soporte para x86 de 32-bit, pero los procesadores dicha arquitectura podrían no ser competitivos en la actualidad incluso para uso doméstico, más viendo la cantidad de memoria que consumen actualmente los navegadores web. También dispone de imágenes con el entorno de escritorio KDE Plasma, el cual debería de funcionar bien si se dispone de una gráfica Radeon, y con el gestor de ventanas Fluxbox.
En resumidas cuentas, MX Linux es posiblemente la mejor opción para resucitar ese portátil antiguo gracias a que aúna un entorno ligero, herramientas gráfica que facilitan el uso o gestión de ciertas partes y un buen soporte de terceros al ser un derivado de Debian.
Debian MATE
En segundo lugar ponemos a una vieja confiable, Debian, en esta ocasión con el entorno de escritorio MATE.
Debian usa GNOME como escritorio predeterminado, pero este resulta muy pesado para equipos antiguos y que no disponen de una gráfica con unos mínimos de potencia, así que en el proceso de instalación sería recomendable seleccionar MATE, el cual destaca por ser ligero. Como vía alternativa se puede recurrir a algunos de los medios en vivo puestos a disposición desde hace un tiempo.
La rama estable de esta distribución emplea software antiguo y pulido. Esto hace su uso recomendable en equipos antiguos en los que el buen funcionamiento debe antponerse al tener versiones recientes del software, ya que se supone que el soporte para el hardware está correctamente cubierto desde hace años.
Por lo demás, una distribución veterana que ha demostrado durante décadas su valía y que sigue siendo la gran base tecnológica de Linux, sobre todo gracias a la popularidad de Ubuntu. Eso sí, su instalación y configuración pueden resultar un poco aparatosas para aquellos que no tengan unos conocimientos mínimos, por lo que sería recomendable practicar con una máquina virtual antes de tirarse a la piscina.
Puppy Linux
Puppy Linux es otro de los reyes de los sistemas Linux ligeros, pero que probablemente resulte algo más áspero de instalar que MX Linux.
Puppy se basa en Ubuntu LTS y destaca por usar el gestor de ventanas JWM (Joe’s Window Manager) como interfaz gráfica. Es importante tener en cuenta que, en los sistemas operativos Linux orientados al escritorio, no es extraño ver que el propio entorno de escritorio termine acaparando más recursos que el resto del sistema junto. En consecuencia, este es el principal frente en el que se deben aplicar recortes si se quiere obtener fluidez.
El usuario se encuentra preinstaladas algunas herramientas interesantes, como la que permite configurar el firewall y el servidor Samba para conectarse con equipos Windows (y también otros Linux y macOS) a través de la red local.
Para terminar, mantiene la compatibilidad binaria con su distribución madre, beneficiándose de todo el soporte de terceros disponible para Ubuntu.
openSUSE Leap con XFCE
openSUSE es una de las distribuciones más gráficas del espectro Linux, sobre todo gracias a YaST, un potente panel de configuración a nivel de administrador. Este detalle la convierte en una de las mejores opciones para los recién llegados al sistema Open Source.
openSUSE cuenta con una edición llamada Leap, la cual tiene un conjunto de software estanco que va en sincronía con SUSE Enterprise Linux, así que, al menos en teoría, debería de ofrecer mucha estabilidad. Por otro lado, tradicionalmente ha sido un sistema bastante amigable con los portátiles, por lo que resulta ideal para el contexto que nos ocupa si se combina con el escritorio Xfce, el cual está puesto a disposición de forma fácil en el proceso de instalación.
Sin embargo, no todas son maravillas en torno a esta distribución debido a que es un tanto aparatosa de instalar, aunque en caso extremo siempre se puede recurrir al particionado automático.
AntiX
AntiX, que es la última distribución que vamos a mencionar en este artículo, es otra de las reinas del bajo uso de recursos en Linux y además no usa systemd. Estando basada en la rama testing de Debian (Bullseye en el caso de la última versión), emplea IceWM para la interfaz gráfica y según los responsables debería de funcionar hasta en un equipo con tan solo 256MB de RAM, requiriendo un mínimo de 5GB para el almacenamiento.
Con este sistema damos un giro al propósito original del artículo, ya que AntiX apunta más hacia máquinas que usan un procesador de 32-bit que uno de 64-bit, si bien pone a disposición compilaciones oficiales para ambas arquitecturas.
El hecho de basarse en Debian y emplear paquetes Deb debería de permitir la instalación de algunas aplicaciones populares como Google Chrome y otros navegadores Chromium como Brave y Vivaldi. Eso sí, si uno quiere apostar de verdad por el software libre, lo recomendable es emplear opciones como Firefox, LibreWolf y/o el mencionado Brave.
Y a pesar de todo, la GPU es el factor más determinante
Linux es un sistema operativo que desde “siempre” ha reclamado su hueco para mantener vivo hardware antiguo, sin embargo, desde hace década y media la situación no es tan lineal como aparenta debido a la gran potencia que atesoran los procesadores.
Fedora Workstation es uno de los sistemas operativos Linux más pesados que existen, si no el que más. En este frente puede perfectamente competir con cualquiera de las versiones recientes de Windows, y es que, lejos de lo que mantienen los mitos, hoy en día hay distribuciones orientadas al escritorio tan hinchadas como el sistema de Microsoft con el fin de ofrecer la máxima automatización posible.
Fedora Workstation, que emplea GNOME como escritorio, no es el que ofrece la experiencia más fluida en un equipo antiguo, pero, ¿qué equipo haría falta para ejecutarlo correctamente? Pues con un Intel Core 2 Quad, 8GB de RAM (con 4GB también, aunque probablemente yendo algo justo) y una gráfica NVIDIA soportada o una Radeon que funcione con AMDGPU (el suelo está aparentemente puesto en la familia Volcanic Islands) sería suficiente para obtener una experiencia decente.
Si decimos una experiencia decente, obviamente nos estamos refiriendo a que el usuario tendrá un funcionamiento correcto y sin sobresaltos importantes, pero igualmente podría obtener una mayor fluidez empleando algunas de las distribuciones mencionadas en esta lista.
Los primeros modelos de Intel Core 2 Quad vieron la luz en el año 2006, hace 15 años. Esto quiere decir que un equipo antiguo puede con un sistema Linux pesado sin problemas importantes, siendo el principal obstáculo la gráfica. Sin embargo, un Core 2 Duo sí apunta a ir justo para ofrecer una experiencia fluida con un sistema Linux pesado.
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