¿Lo mejor de Windows 11 es su soporte para Linux?
Linux en Windows 11, o para entendernos, la versión del Subsistema Linux para Windows que ha desarrollado Microsoft para su nuevo sistema operativo, ha llegado ampliamente mejorado en facilidad de uso y soporte gráfico y de sonido. ¿Tan mejorado como para ser «lo mejor» de Windows 11 que cita ArsTechnica en un artículo donde lo analiza? Pruébalo y nos cuentas.
WSL fue un bombazo cuando se anunció hace cinco años. Seguramente la mayor muestra del «idilio con Linux» que Microsoft inició cuando Satya Nadella se puso al frente del ejecutivo adoptando una postura pragmática e inteligente teniendo en cuenta lo que significa hoy el Open Source en la tecnología mundial. Por descontado, su objetivo hoy como ayer, es retener a usuarios de Linux en Windows ofreciendo algunas funciones del sistema libre. ¡Usa Linux si lo necesitas, pero sin salir de Windows! vienen a decir desde Redmond.
La herramienta llegó inicialmente con funciones limitadas (poco más que Bash) y con bajo rendimiento, pero Microsoft ha ido mejorándolo con cada actualización de Windows 10 hasta lanzar la segunda versión de este subsistema que avanzó en rendimiento, añadió un kernel Linux completo, soporte para DirectX 12 y aplicaciones gráficas y facilidades para su instalación. También añadió un mayor número de distribuciones soportadas como Fedora y SuSE, más allá de Ubuntu que llegó la primera tras un acuerdo de Microsoft con Canonical.
Ahora, en Windows 11, con menos publicidad que otros componentes, Microsoft ha concretado las últimas novedades en una versión de WSL que ofrece una experiencia enormemente mejorada en comparación con la de Windows 10. La facilidad de instalación es absoluta, tiene más funciones disponibles, mejor soporte y ofrece una mayor integración con soluciones alternativas existentes, como la ejecución del servidor X11 de MobaXTerm.
Linux en Windows 11
Comenzar con WSL en Windows 11 es tan sencillo como abrir cualquiera de las aplicaciones de línea de comandos de Windows en modo administrador (cmd, Powershell o el Windows Terminal que los reúne a ambos) y lanzar un simple comando «wsl –install» con el que tendremos la versión predeterminada que es Ubuntu, el hipervisor Hyper-V y los fundamentos básicos de WSL.
Si no te gusta Ubuntu y prefieres otras distros, puede ver las que están disponibles con el comando «wsl –list –online» e instalarlas con el comando «wsl —install -d <Nombre de la Distribución>». La instalación de una segunda distribución no desinstala la primera ya que crea un entorno separado, independiente de cualquier otro y puedes ejecutar tantos de estos entornos instalados como desees simultáneamente sin que uno interfiera con los otros.
Otra de las grandes novedades es el soporte para gráficos y audio en aplicaciones WSL. Esta función denominada (WSLg) fue una de las más solicitadas por los desarrolladores y aunque debutó en compilaciones Insider ahora en Windows 11 es la primera vez que Microsoft lo incluye en una versión de producción.
Permite ejecutar aplicaciones Linux completas (en modo gráfico) en lugar de limitarse a las interfaces de línea de comandos. O lo que es lo mismo, aplicaciones GUI de Linux (X11 y Wayland). En Windows 11 WSLg se crea automáticamente como parte de la configuración inicial de WSL y la intención es que las aplicaciones Linux se sientan nativas y naturales de usar en Windows, gracias a su integración en el menú Inicio para el lanzamiento hasta su colocación en la barra de tareas o la experiencia de la pestaña alternativa para habilitar cortar / pegar en aplicaciones de Windows y Linux y de esta manera mantener un flujo de trabajo adecuado.
¿Es perfecto este subsistema? ¿Sirve para todo y para todos?
Claramente no, aunque tampoco lo pretende. Los chicos de ArsTechnica también han señalado las deficiencias conocidas. O carencias para ser más precisos, desde la falta del soporte OpenZFS integrado de Ubuntu; las dificultades para usar la herramienta de gestión de virtualización virt-manager de RedHat o ejecutar aplicaciones de servidor (Apache, Nginx, MySQL, Samba, etc.) en su invitado WSLg y exponer sus servicios a otras máquinas en la red.
Y muchas otras carencias. Y es que este Linux en Windows 11 no es un «Linux real» y nunca podrá ofrecer el potencial de una distribución GNU/Linux instalada. Tampoco es esperable que convenza a un usuario habitual de Linux a cambiar su escritorio a Windows.
Sin embargo, si ya eres un usuario de este Subsistema, Windows 11 ofrece una experiencia enormemente mejorada en comparación con la que se ofrecía hasta ahora en Windows 10 y «elimina muchos puntos débiles para otros usuarios de Linux ‘atrapados’ en el ecosistema de Windows, además de ofrecer una manera sencilla para que los novatos se mojen los pies y prueben cosas nuevas«, señalan.
Visto el trabajo de Microsoft con este WSL, esperamos con expectación otro subsistema que no ha llegado a tiempo para el lanzamiento de Windows 11. Hablamos del WSA o la capacidad de ejecutar aplicaciones y juegos Android nativamente en Windows.