PS5 Digital Edition reduce el uso de cobre, ¿cómo afecta esto a su temperatura?
Recientemente hablamos de cómo Sony había comenzado a revisar sus modelos de la PS5 Digital Edition con una nueva variante denominada «CFI-1100B» sobre la que se confirmaba un cambio destinado a mejorar la disipación de calor de la APU.
Lo primero de todo es mencionar que esta reducción de la temperatura no se debe a ningún tipo de limitación de potencia en la nueva PS5, viéndose en el modelo actualizado un consumo muy aproximado a la cantidad de energía del modelo original. En términos de cambios, la nueva variante luce un ventilador de tipo turbina con unas aspas ligeramente más largas y curvadas, así como un disipador de calor recortado que reduce el peso total de la consola en cerca de 300 gramos, concretamente reduciendo la cantidad de cobre utilizada en su interior.
No obstante, la controversia no tardó en aparecer, dado que si bien estos cambios ofrecían un mayor flujo de aire, el cobre es uno de los materiales más usados para la mejora de la disipación de calor, por lo que su eliminación apuntaba a tener el efecto contrario al anunciado.
Algo que de hecho podemos ver corroborado en vídeos como el del conocido youtuber Austin Evans, quien tras realizar numerosas pruebas y comparativas entre ambos modelos de la PS5 Digital Edition, llegó a la conclusión de que la nueva versión era en realidad peor en lo referente a temperaturas.
Sin embargo, muchos estaban en contra de esto, citando que tal inferencia estaba a medias y que una evaluación adecuada requeriría pruebas más profundas y mediciones de temperatura de los componentes internos también, ya que de hecho no muestra la placa se encuentra actualmente en al menos su tercera revisión, e incluso otros cambios estructurales internos.
Así pues, desde igor’s Lab, otro conocido de la escena quien el año pasado dio a conocer la historia de los modelos de PSU potencialmente explosivos de Gigabyte, han querido probar por sí mismo este nuevo modelo de la PS5 Digital Edition para validar o invalidar algunos de los hallazgos en el video de Evans, probando que si bien la mayoría de los resultados de las mediciones de las pruebas coincidían con los descubrimientos de éste, a pesar de que las temperaturas de salida son más altas en la nueva versión, la temperatura del procesador resulta en realidad mucho más baja.
Tal y como podemos ver en los datos que comparte, el procesador no sólo es el que experimenta la mayor reducción de su temperatura, con una importante bajada de los 51.15º Celsius hasta los 40.8º, sino que es el único que ve mejorado sus valores con respecto al modelo original.
Y es que si en general los valor aumentan sólo entre dos y tres grados, en el caso de la memoria vemos una importante subida de prácticamente 8º Celsius, alcanzando los 48.2º. Con un valor más que perceptible, todo parece apuntar a que Sony habría tomado la decisión consciente de reducir las aletas de cobre alrededor del disipador de calor para mejorar la refrigeración de la APU de PS5 a costa de temperaturas más altas en la parte NAND.
Dicho esto, pese a las primeras impresiones compartidas, el cambio de temperaturas del procesador y la memoria sí que supondrá un cambio positivo de cara a la experiencia de uso y juego de estas nuevas PS5 Digital Edition. A continuación podréis ver el vídeo completo de las pruebas realizadas por esta web.