Activision Blizzard en llamas por el acoso y la cultura laboral
Primero fue Ubisoft y ahora Activision Blizzard, sumado a testimonios que se han hecho públicos sobre otras grandes desarrolladoras de juegos. Cada día parece más claro que, durante décadas, las culturas laborales que han existido y proliferado en su interior están muy lejos de las prácticas que consideramos adecuadas y respetables. Un contexto en el que términos como crunching se han popularizado y, lo que es muchísimo peor, normalizado.
Ya supimos, por ejemplo, de casos de programadores afrontando unas jornadas laborales interminables durante el desarrollo de Cyberpunk 2077, así como de diversos casos de discriminación, acoso y mobbing en algunos estudios, responsables de parte de los triple A que cada año protagonizan centenares de titulares. Y ese es el problema, que volvemos a ver en el caso de Activision Blizzard, por alguna extraña razón parece que el de las culturas laborales tóxicas se ha convertido en un estándar en el sector de los juegos.
Esta es la principal razón, y hoy me ratifico más que nunca en ello, por la que el anuncio de que Minecraft 1.17 Caves & Cliffs Update se dividía en dos partes me pareció una excelente noticia. Escuchar a Agnes Larsson rechazar el crunching por cumplir fechas que, en realidad, se pueden reajustar, como bien ha demostrado Mojang, me parece un ejemplo que debería seguir toda la industria. Y debería hacerlo rápido. Es un excelente espejo en el que deberían intentar mirarse compañías como Activision Blizzard.
Si no sabes qué es lo que está ocurriendo, debes saber que hace unos días el estado de California presentó una demanda contra Activision Blizzard, a consecuencia del constante acoso sexual y desigualdad hacia las mujeres que, presuntamente, se ha producido y se produce dentro de la empresa. Unas actitudes que no solo no habrían sido perseguidas por la empresa, sino que al contrario habrían sido ignorados por sus gestores de recursos humanos, permitiendo así que estos hábitos hayan sido comunes en el estudio durante años.
Como consecuencia de dicha cultura tóxica en Activision Blizzard, se ha hecho público que una trabajadora de la compañía se suicidó a consecuencia del acoso que habría experimentado durante un viaje de trabajo. Ya se habían hecho públicos algunos mensajes al respecto en el pasado, pero a raíz de la demanda y de la noticia del suicidio, las redes se han llenado de testimonios de personas, principalmente mujeres, que han formado parte de la compañía y que, con testimonios de sus vivencias personales, confirmarían que la toxicidad ha formado parte del ADN de la compañía durante bastantes años.
Entre las primeras respuestas a esta situación, encontramos la de parte de los empleados de la compañía. Según informa CNN, alrededor de 2.000 de los cerca de 9.500 empleados de Activision Blizzard han firmado una carta en la que exigen que la compañía reconozca la gravedad de lo sucedido y, con ello, que muestre comprensión y empatía con las víctimas que, durante años, han sufrido acoso laboral y acoso sexual en su entorno laboral.
Reconozco, eso sí, que me llama la atención el número: 2.000 (los últimos datos elevan esa cifra a los 2.600) de 9.500. Entiendo que habrá casos en los que no se ha firmado por miedo, por desconocimiento, etcétera. Sin embargo, es un dato que me invita a pensar que, a día de hoy, todavía queda una parte importante de la masa laboral de Activision Blizzard que no condena esta manera de actuar y que, en consecuencia, no secunda la exigencia a la compañía de una rectificación y de medidas para prevenir que esto se repita no ya en el futuro, sino en el presente más inmediato. Y, la verdad, me parece repugnante.
Claro, esto encaja perfectamente con el hecho de que la investigación de dos años que ha dado lugar a la demanda por parte del estado de California contra Activision Blizzard tenga su origen en denuncias y testimonios de extrabajadoras y víctimas del acoso sexual en la compañía.
Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard se ha visto obligado a romper un silencio que, desde hace días, clamaba al cielo, y a reconocer que la compañía no ha actuado como debía frente a este clima laboral. No lo ha hecho, claro, con una afirmación rotunda en este sentido, sino afirmando que se van a tomar medidas para evitar que esto se repita en el futuro.
Algo que remata afirmando que la compañía “continuará investigando todos y cada uno de los reclamos y no dudará en tomar medidas decisivas”. Esperemos, claro, que sea verdad, pero iniciar la afirmación con un «continuará» da la falsa sensación de que ya se ha hecho algo en el pasado, algo que no parece ajustarse a la realidad.
Así, en las últimas horas las redes sociales se han llenado de mensajes especialmente críticos con Activision Blizzard, sus directivos y la tolerancia mostrada hacia el acoso en su entorno laboral y, en las últimas horas, se ha sabido que parte de los trabajadores de la compañía amenazan con ir a la huelga. Además, se ha sumado el movimiento #ActiBlizzWalkout que promueve no jugar ni publicar contenidos con los títulos de la compañía. Ojalá sirva para algo.