Los mejores procesadores para gaming: Cinco modelos que son todo un acierto

Tras el lanzamiento de los procesadores Rocket Lake-S de Intel, y los cambios recientes que se han producido en los precios de numerosos chips Intel y AMD, hemos decidido actualizar nuestra guía dedicada a los mejores procesadores para gaming. En este artículo encontraréis una selección con los cinco mejores procesadores para jugar que podemos encontrar actualmente en el mercado, pero antes de entrar en materia vamos a analizar los pilares básicos en los que se apoya esta guía.

Para elegir los cinco mejores procesadores para gaming hemos partido de una idea central simple pero importante, su valor precio-rendimiento. Como sabrán muchos de nuestros lectores, los procesadores de consumo general alcanzan, normalmente, su mejor valor en relación rendimiento por euro invertido cuando nos vemos en la franja de los 300 euros. A partir de ahí, esa relación va empeorando, y solo se justifica comprar un procesador de 350 euros o más en situaciones muy concretas que, en la mayoría de los casos, no están relacionadas directamente con el gaming.

Aunque esa es la regla general, es cierto que podemos encontrar algunas excepciones. En este sentido, la más importante la tenemos en el gaming asociado al streaming. Si vas a jugar y a compartir tus sesiones de gaming con tus espectadores, un procesador de más de 350 euros tiene mucho sentido, ya que te dará ese extra de potencia multihilo que te permitirá hacer streaming sin tener que preocuparte por el rendimiento.

Por otro lado, también hemos tenido muy en cuenta el valor real que ofrece cada procesador a día de hoy, es decir, cómo rinde en juegos actuales, y nos hemos alejado un poco de las clásicas promesas de rendimiento a largo plazo ya que, viendo la lenta evolución que ha tenido el aprovechamiento de procesadores multihilo en el mundo del gaming en PC, tenemos claro que es mucho más sensato realizar inversiones más controladas pensando más en su rendimiento a corto y medio plazo que hacer una inversión grande mirando a largo plazo.

No nos hemos olvidado tampoco de las características y la vida útil que tendrá la plataforma en la que se integra, y de cómo irá envejeciendo en los próximos años. Esto sí que es importante porque, al final, determinará las posibilidades de actualización de nuestro equipo, y marcará de forma clara el tiempo durante el cual podremos seguir aprovechando, de forma óptima, una configuración determinada. Para que todo esto os queda claro, junto a cada procesador destacaremos sus puntos positivos y sus puntos negativos.

Los mejores procesadores para gaming: Consejos previos

Antes de entrar a ver los cinco mejores procesadores para gaming que podemos encontrar ahora mismo en el mercado, quiero compartir con vosotros unos cuantos consejos que os serán de gran ayuda para elegir un procesador para jugar, en caso de que ninguno de los modelos que vamos a listar se ajuste a vuestras necesidades, y de que prefiráis elegir otra opción distinta.

Ten en cuenta que todos estos consejos se centran, específicamente, en procesadores utilizados para jugar, y que por tanto no todas las recomendaciones se pueden extender de forma directa a procesadores para realizar otras tareas, puesto que las necesidades de otros  perfiles de usuario, y sus exigencias, pueden diferir de forma notable. Por ejemplo, un jugador no necesita más de 6 núcleos y 12 hilos, pero un profesional que trabaje con aplicaciones exigentes podría necesitar un procesador con 8 núcleos y 16 hilos, o incluso con una mayor capacidad multihilo.

1. No tienes que limitarte a Intel. Por suerte, tanto Intel como AMD ofrecen procesadores muy interesantes, con un valor muy sólido, y ya no podemos decir que una sea absolutamente mejor que otra en gaming. Esto fue posible con la llegada de los Ryzen 5000 basados en Zen 3, una arquitectura que permitió a AMD superar en IPC a Intel, y ofrecer un rendimiento monohilo mayor incluso a pesar de que sus CPUs funcionan a una frecuencia máxima inferior.
2. Los núcleos, e hilos, deben ir armonizados con el IPC. Si quieres un procesador que ofrezca el máximo rendimiento posible en juegos a día de hoy, no necesitas más de 6 núcleos y 12 hilos, aunque tienes que asegurarte de que el procesador que vas a comprar ofrecerá un alto IPC. Esto tiene una explicación, y es que los juegos actuales no escalan de verdad en procesadores de más de 6 núcleos y 12 hilos, y cuando llegamos a ese nivel las mejoras de rendimiento derivan del IPC, principalmente, y de las frecuencias de trabajo. Esto hace que, por ejemplo, a día de hoy sea mejor para jugar un Ryzen 5 5600X que un Ryzen 7 3700X.
3. No te olvides del equilibrio. A la hora de montar un PC para jugar el procesador es importante, pero si tienes un presupuesto ajustado es mejor que apures un poco más en la elección de este componente, y que destines lo que te ahorras a mejorar la tarjeta gráfica. Por ejemplo, para jugar sería mejor montar un Ryzen 5 5600X con una RTX 3080 que un Ryzen 7 5800X con una RTX 3070.
4. Frecuencias de trabajo y overclock. Los procesadores para gaming de Intel y AMD vienen con unas frecuencias de trabajo que, en la mayoría de los casos, están bastante afinadas y escalan muy bien con el modo turbo. Esto significa que la diferencia entre hacer overclock o no puede ser mínima, y de hecho en algunos casos puede traducirse en una pérdida de rendimiento frente al modo turbo en entornos con pocos hilos activos. Hacer overclock implica un mayor consumo de energía, temperaturas de trabajo más elevadas y un gasto superior, tanto por el mayor precio de los procesadores como por el coste del sistema de refrigeración, y en términos de rendimiento es una inversión que no merece la pena.

Mejores procesadores para gaming: Intel Core i3-10100F, gran rendimiento por muy poco dinero

Este procesador mantiene un valor enorme, gracias al buen rendimiento que es capaz de ofrecer y a su bajo precio. Con todo, no podemos dejarnos llevar a engaño, es una buena compra, pero debemos tener presente que el Core i3-10100F es un chip que, aunque es capaz de rendir muy bien en juegos, tendrá una vida útil mucho más limitada que los modelos superiores, debido a que solo cuenta con 4 núcleos y 8 hilos.

Actualmente, el Core i3-10100F puede mover sin problemas cualquier juego actual. Es cierto que, en algunos títulos, pierde algo de fuerza frente a modelos con 6 núcleos y 12 hilos que tengan, como mínimo, el mismo nivel de IPC que este, pero todavía tiene mucho que decir, y aguantará, como mínimo, un par de años, gracias a la extensión de la vida útil de PS4-PS4 Pro y Xbox One-Xbox One X, consolas que seguirán marcando el techo mínimo en los desarrollos de juegos hasta 2023.

Especificaciones del Core i3-10100F

• Arquitectura Comet Lake-S en 14 nm++.
• 4 núcleos y 8 hilos a 3,6 GHz-4,3 GHz, modo normal y turbo.
• 6 MB de caché L3.
• TDP de 65 vatios.
• Incluye ventilador de stock.
• Compatible con socket LGA 1200 (chipsets serie 400 y 500).
• No soporta overclock.
• Precio: 89,99 euros.

Puntos positivos

• Excelente valor en relación precio-rendimiento.
• Buen rendimiento en juegos.
• Ocho hilos gracias a la tecnología HyperThreading.
• Incluye un sistema de disipación.

Puntos negativos

• Limitaciones con la interfaz PCIE.
• Utiliza una plataforma limitada.
• Vida útil más corte que los Core i5. Puede compensarte invertir un poco más en un modelo superior.
• BCLK limitado.
• Sin Turbo Boost Max 3.

Mejores procesadores para gaming: Intel Core i5-10400F, un valor redondo

El Intel Core i5-10400F se mantiene como uno de los mejores procesadores para gaming que podemos encontrar actualmente en el mercado, ya que rinde prácticamente al mismo nivel que un Ryzen 5 3600-3600X, incluso cuando lo utilizamos con memorias más lentas (DDR4 a 2.666 MHz).

Este procesador es capaz de mover cualquier juego actual de forma óptima, tiene un alto IPC y gracias a su configuración de 6 núcleos y 12 hilos aguantará bastante bien la transición que marcarán los juegos de nueva generación. Da mucho por lo que cuesta, y por ello debería ser vuestra primera opción si queréis montar un equipo para gaming potente, pero disponéis de un presupuesto ajustado.

Especificaciones del Core i5-10400F

• Arquitectura Comet Lake-S en 14 nm++.
• 6 núcleos y 12 hilos a 2,9 GHz-4,3 GHz, modo normal y turbo.
• 12 MB de caché L3.
• TDP de 65 vatios.
• Incluye ventilador de stock.
• Compatible con socket LGA 1200 (chipsets serie 400 y 500).
• No soporta overclock.
• Precio: 149,89 euros.

Puntos positivos

• Valor muy bueno en relación precio-rendimiento.
• Excelente rendimiento en juegos.
• Doce hilos gracias a la tecnología HyperThreading.
• Incluye un sistema de disipación.

Puntos negativos

• Limitaciones con la interfaz PCIE.
• Utiliza una plataforma limitada.
• BCLK limitado.
• Sin Turbo Boost Max 3.

Mejores procesadores para gaming: AMD Ryzen 5 5600X, la estrella de la gama media

Con la arquitectura Zen 3, AMD dio un golpe de autoridad y logró, por fin, superar de forma clara a Intel tanto en IPC como en rendimiento multihilo. Es cierto que un Intel Core i5-11600K puede rendir un poco mejor que el Ryzen 5 5600X, pero para ello tenemos que hacer overclock y disparar tanto el consumo como las frecuencias de trabajo. Ya os lo contamos en su momento en nuestro análisis del Intel Core i5-11600K, donde vimos que, a frecuencias de stock, el chip de AMD queda un poco por encima.

Es importante tener en cuenta que, además, el Ryzen 5 5600X viene con un sistema de refrigeración básico pero capaz, el Wraith Stealth, que logra mantenerlo de forma estable en la franja de los 80 grados con una carga de trabajo del 100%. Obvia decir que, en juegos actuales, dicho procesador no alcanzará una carga de trabajo tan elevada, y que no tendremos que preocuparnos por cambiar el Wraith Stealth ni a corto ni a medio plazo. Esto representa un ahorro importante frente al Intel Core i5-11600K, que viene sin sistema de refrigeración, y que necesita de una solución potente para hacerle overclok.

Especificaciones del Ryzen 5 5600X

• Arquitectura Zen 3 en proceso de 7 nm.
• 6 núcleos y 12 hilos a 3,7 GHz-4,6 GHz, modo normal y turbo.
• 32 MB de caché L3.
• TDP de 65 vatios.
• Incluye ventilador de stock.
• Compatible con socket AM4.
• Soporta overclock.
• Precio: 294,90 euros.

Puntos positivos

• Excelente rendimiento en juegos.
• Más fresco y eficiente que sus rivales.
• Doce hilos gracias a la tecnología SMT.
• Incluye un sistema de disipación.
• IPC altísimo.
• Muy afinado a nivel de frecuencias, no vale la pena hacerle overclock.
• Interfaz PCIE Gen4.

Puntos negativos

• El precio sigue estando alto.
• Podemos encontrar procesadores de 8 núcleos y 16 hilos por su precio.

Mejores procesadores para gaming: Intel Core i7-10700KF, la mejor apuesta a medio y largo plazo

Estamos ante uno de los mejores procesadores para gaming por varias razones. Es cierto que es un chip de la generación anterior, y que está basado en la arquitectura Comet Lake-S, pero tiene un IPC muy alto, cuenta con 8 núcleos y 16 hilos y su precio es de los mejores de su clase, ya que está en la misma franja que el Ryzen 7 3700X, pero rinde más que este, y solo queda un poco por debajo del Ryzen 7 5800X, que es bastante más caro.

Es un chip más potente que los Ryzen equivalentes dentro de la serie 3000, basados en la arquitectura Zen 2, y aunque es cierto que sus consumos son elevados, y que tiene limitaciones a nivel de plataforma, es un auténtico monstruo capaz de mover cualquier juego presente y futuro, incluso a largo plazo. Por su precio, es «imbatible», al menos al momento de escribir este artículo.

Especificaciones del Intel Core i7-10700KF

• Arquitectura Comet Lake-S en 14 nm++.
• 8 núcleos y 16 hilos a 3,8 GHz-5,1 GHz, modo normal y turbo.
• 16 MB de caché L3.
• TDP de 125 vatios.
• No incluye ventilador de stock.
• Compatible con socket LGA 1200 (chipsets serie 400 y 500).
• Soporta overclock.
• Precio: 299,90 euros.

Puntos positivos

• Valor muy bueno en relación precio-rendimiento.
• Excelente rendimiento en juegos.
• Larga vida útil, nos permitirá jugar y hacer streaming.
• Dieciséis hilos gracias a la tecnología HyperThreading.

Puntos negativos

• Limitaciones con la interfaz PCIE.
• Utiliza una plataforma limitada.
• Overclock limitado.
• No incluye sistema de disipación.
• Consumo y temperaturas elevadas, sobre todo si hacemos overclock.
• Sin Thermal Velocity Boost.

Mejores procesadores para gaming: Ryzen 9 5900X, un procesador todoterreno

Como hemos dicho al principio del artículo, es complicado justificar un gasto de más de 350 euros en procesadores para gaming, aunque obviamente hay excepciones. Podría poner varios ejemplos, pero los más conocidos son aquellos usuarios que necesitan un procesador para jugar y para trabajar en entornos multihilo intensivos, donde 8 núcleos y 16 hilos se quedan «pequeños», y también podemos nombrar a los que hacen streaming mientras juegan y tienen un alto consumo de CPU con muchos procesos abiertos en segundo plano.

Para esos casos, el Ryzen 9 5900X es la mejor opción que existe ahora mismo en el mercado. Es más caro que el Ryzen 9 3900X, pero lo compensa con un rendimiento monohilo superior que, como habréis podido imaginar, se deja notar mucho tanto en juegos como en aplicaciones profesionales. Su precio lo coloca en competencia directa con el Intel Core i9-11900K, pero el Ryzen es muy superior, tanto por rendimiento monohilo como multihilo. Sin duda, uno de los mejores procesadores para gaming y trabajo de su clase.

Especificaciones del Ryzen 5 5900X

• Arquitectura Zen 3 en proceso de 7 nm.
• 12 núcleos y 24 hilos a 3,7 GHz-4,8 GHz, modo normal y turbo.
• 64 MB de caché L3.
• TDP de 105 vatios.
• No incluye ventilador de stock.
• Compatible con socket AM4.
• Soporta overclock.
• Precio: 538,30 euros.

Puntos positivos

• Fantástico rendimiento en juegos.
• Gran rendimiento en aplicaciones profesionales y multihilo.
• Más fresco y eficiente que sus rivales.
• 24 hilos gracias a la tecnología SMT.
• IPC altísimo.
• Muy afinado a nivel de frecuencias, no vale la pena hacerle overclock.
• Interfaz PCIE Gen4.

Puntos negativos

• El precio es muy alto.
• No ncluye un sistema de disipación.
• Para sacarle partido de verdad tendremos que hacer algo más que jugar.