Desacuerdos en Tesla sobre el piloto automático
El pasado mes de enero, en una presentación de resultados de Tesla, Elon Musk fue preguntado por un analista sobre la hoja de ruta de la compañía en lo referido a las funciones de conducción autónoma. La respuesta del fundador y CEO de la compañía fue clara y un tanto sorprendente: Tesla alcanzaría el nivel de autonomía 5 (el máximo, que ni siquiera requiere de la presencia de un conductor junto a los mandos) a finales de este mismo año.
Una declaración verdaderamente atrevida, especialmente desde que se supo, el pasado mes de marzo, que de manera interna la compañía asignaba a su Autopilot, el conjunto de sistemas de asistencia a la conducción, el nivel 2. que ni siquiera permite separar las manos del volante. Un año parece poco tiempo, pero aún así Musk insistió, afirmando que tenía un buen conocimiento de los planes, de las betas y del desarrollo del sistema.
Sin embargo, hoy sabemos por Ars Technica que solo unas semanas después C.J. Moore, director de software de piloto automático de Tesla, se reunió con reguladores del estado de California. En dicha reunión, el responsable técnico fue preguntado por las afirmaciones de Musk (la presentación de resultados no fue la primera vez que lo dijo) sobre el nivel 5 a finales de año, a lo que Moore respondió que las afirmaciones del CEO no coincidían con los trabajos de ingeniería de la compañía. Algo que cuadra bastante mejor con lo que ya vimos a finales de marzo.
No es la primera ocasión, si hacemos un poco de memoria, que Elon Musk afirma que la conducción autónoma total está muy cerca. Ya en 2016 llegó a afirmar que todo estaba prácticamente resuelto, y que en un plazo de un par de años el nivel 5 sería una realidad. Unas afirmaciones que, por cierto, fueron uno de los factores desencadenantes de que el entonces máximo responsable de Autopilot de Tesla, decidiera abandonar la compañía.
Es indudable, e innegable, que la visión de Elon Musk ha supuesto una auténtica revolución en el sector del motor. De no ser por Testa, es muy probable que tanto las funciones de conducción autónoma como la popularización de los vehículos eléctricos fueran inferiores a las que conocemos hoy en día. La aparición de Tesla supuso un revulsivo para un sector que necesitaba un estímulo de este tipo, y es indudable que muchas marcas han sabido responder, dando un así un importante giro en los departamentos de I+D de dichas compañías.
Sin embargo, Elon Musk tiene la costumbre de magnificar los logros, planes y objetivos de sus compañías, y al final esto puede resultar contraproducente. A día de hoy los Tesla se siguen vendiendo como churros, y parece que tras unos años bastante convulsos, finalmente han logrado estabilizar y optimizar la producción. Sin embargo, prometer un nivel de autonomía de cinco cuando lo que tienes es realmente un dos, puede decepcionar a muchas personas, y eso puede terminar por pasar factura.