Rusia considera abandonar la Estación Espacial Internacional en pos de crear su propia estación
Durante más de dos décadas, la Estación Espacial Internacional ha servido como el punto para la investigación colaborativa de las diferentes potencias mundiales en el ámbito de la exploración espacial, siendo considerado incluso «un triunfo diplomático» posterior a la Guerra Fría. Sin embargo, la nueva tensión geopolítica amenaza ahora con poner en riesgo este trabajo tan fundamental para el común de la humanidad.
Y es que parece ser que Rusia estaría no sólo considerando retirarse del Programa ISS, sino incluso el lanzamiento de su propia estación espacial orbital en 2025, planteando alternativas como la construcción de estaciones espaciales privadas o incluso estaciones lunares, sin tener que incluir a todos los países en ello y de forma más diversificada.
Según los informes compartidos desde AFP, la agencia espacial del país ya habría comenzado a trabajar en el primer módulo central de su estación, añadiendo en un comunicado el jefe de Roscosmos, Dmitry Rogozin: «Cuando tomemos una decisión, iniciaremos negociaciones con nuestros socios sobre las formas y condiciones de cooperación más allá de 2024«.
Si bien una parte de esta decisión viene justificada por la innegable antigüedad de las instalaciones, que tras los ya más de 20 años de órbita cada vez requiere más abundantes reparaciones para seguir adelante; también destaca el hecho del actual hermetismo de la Estación Espacial Internacional, que con la participación de Estados Unidos, Rusia, Canadá, Europa y Japón, todavía deja fuera a otros participantes como China o los Emiratos Árabes Unidos, quienes recientemente han demostrado su valía en el campo de la exploración espacial.
Además de último suceso ocurrido el año pasado después de que SpaceX realizara su primera misión operativa al laboratorio orbital de la NASA, con el que Rusia perdió el control del acceso a la Estación Espacial Internacional, anteriormente limitado al uso de sus Soyuz para el transporte de ambos humanos y mercancías; no se pueden obviar las más recientes declaraciones de Vladimir Putin, quien sugirió que la decisión de Estados Unidos sobre crear una Fuerza Espacial sugiere que la Casa Blanca considera el espacio como «un teatro militar» y «planea realizar operaciones allí».
Aunque por su parte, continúa destacando la ausencia de Rusia y China en los llamados Artemis Accords, una serie de documentos y normas que, reafirmando los principios fundamentales del ya existente Tratado del Espacio Exterior de 1967, buscan el compromiso de las naciones para mantener unas actividades pacíficas, cooperativas y transparentes en la Luna.