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Cinco errores que debes evitar al montar, o actualizar, un PC con un procesador Ryzen 5000
Los nuevos procesadores Ryzen 5000 de AMD han marcado un punto de inflexión en el sector. La compañía que dirige Lisa Su consiguió lo que hace un par de años parecía imposible, superar a Intel tanto en rendimiento (monohilo y multihilo) como en eficiencia energética y en proceso de fabricación. Este gran éxito ha aumentado el interés entre los consumidores hacia los Ryzen 5000, y ha impulsado la adopción de estos nuevos procesadores, tanto a la hora de montar nuevos PCs como de cara a actualizar equipos ya existentes.
Si te has decidido a montar, o a actualizar, tu PC con un nuevo procesador Ryzen 5000 enhorabuena, has hecho una excelente elección, pero antes de que te lances a comprar todo lo que necesitas déjame compartir contigo cinco errores que debes evitar. Estos errores se basan, en su mayoría, en mitos bastante antiguos que no tienen ninguna base real, y de hecho tiene mucho en común con lo que vimos en su momento en esta guía dedicada a los Ryzen 3000 de AMD.
En caso de que, tras leer esta guía, todavía te quede alguna duda, no te preocupes, puedes dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudarte a resolverla. De hecho, hace poco monté mi nuevo PC, y elegí, precisamente, un procesador Ryzen 7 5800X que ha funcionado, desde entonces, a las mil maravillas, así que no te cortes, podré ayudarte con cualquier cuestión que te surja tanto sobre la marcha como al finalizar este artículo. Ahora sí, vamos al lío.
1.-Compra el procesador Ryzen 5000 que realmente necesitas
Hace unos meses nos encontrábamos en una situación complicada. Sabíamos que PS5 y Xbox Series X iban a marcar el futuro de los desarrollos de videojuegos, y que ambas iban a contar con una CPU Zen 2 de ocho núcleos y dieciséis hilos. Esto llevó a algunos a pensar que iba a ser imprescindible contar con un Ryzen 7 3700X para poder jugar a los juegos de nueva generación con todas las garantías, pero la realidad ha sido muy distinta.
Ambas consolas tienen un CPU Zen 2 bastante recortada, con solo 8 MB de caché L3 dividida en dos bloques de 4 MB cada uno, funcionan a una frecuencia baja (3,5 GHz y 3,6 GHz) y no tienen el mismo soporte de instrucciones que un Ryzen 3000 de PC, por lo que en realidad no necesitamos un Ryzen 7 3700X. Sobre este tema ya hablamos hace poco en nuestra guía dedicada a la transición a la nueva generación de juegos, así que os invito a echarle un vistazo.
Con todo esto quiero decir que no debéis obsesionaros con el procesador a la hora de montar o de actualizar vuestro PC. Si tenéis un presupuesto ajustado, vuestra mejor opción en la serie Ryzen 5000 será un Ryzen 5 5600X. El Ryzen 7 5800X tiene más núcleos y más hilos, y tendrá una vida útil mayor, pero haciendo una mirada a corto plazo os saldrá más rentable comprar el primero e invertir el dinero que os habéis ahorrado en otro componente, como un SSD PCIE Gen4, por ejemplo.
Si vas a utilizar el PC para algo más que para jugar (trabajar, por ejemplo) tiene sentido que te plantees montar un Ryzen 7 5800X, siempre que las aplicaciones que utilices vayan a depender más del IPC que del paralelizado. En caso contrario, es más sensato adquirir un Ryzen 9 3900X. Los modelos superiores, como los Ryzen 9 3950X y Ryzen 9 5950X solo tienen sentido si vas a trabajar con aplicaciones que paralelicen altas cargas de trabajo en una gran cantidad de núcleos e hilos.
2.-No es necesario hacer overclock a un procesador Ryzen 5000
Y la razón es la misma que vimos, en su momento, cuando hablamos de por qué no merece la pena overclockear un Ryzen 3000. Los procesadores Ryzen 5000 utilizan un modo turbo inteligente que apura al máximo la velocidad de la CPU y la ajusta en función de varios factores:
- Temperatura.
- Alimentación.
- Cantidad de núcleos e hilos activos.
Así, cuando solo tenemos entre uno y cuatro hilos activos, mi Ryzen 7 5800X alcanza los 4.840 MHz, una cifra que supera el modo turbo listado por AMD en el desglose de especificaciones de dicho procesador, donde queda fijado en un máximo de 4.700 MHz. Con todos los núcleos e hilos activos, he visto máximos estables de 4.640 MHz.
El modo turbo hace ajustes inteligentes y equilibra tanto el consumo como las temperaturas, lo que significa que ofrece el mejor resultado posible sin tener que hacer sacrificios en materia de eficiencia energética y térmica, es decir, sin disparar el consumo y el calor generado.
Haciendo overclock podría llevar el Ryzen 7 5800X a 4,7 GHz estables, pero tendría que superar los 1,4 voltios. El procesador estaría consumiendo más energía y generando mucho más calor, algo que no es nada recomendable, y que no merece la pena para ganar 60 MHz más en cada núcleo. Por otro lado, hay que tener presente también que al hacer ese overclock estaría renunciando a ese pico de 4.840 MHz que logra el modo turbo en tareas donde no se utilizan más de cuatro hilos.
La conclusión es clara, no vale la pena overclockear un procesador Ryzen 5000, y sí, esto es bueno, ya que podemos comprar el procesador, montar un sistema de refrigeración asequible y despreocuparnos de todo.
3.-Procesadores Ryzen 5000 y temperaturas de trabajo
Por desgracia el mito que asocia los procesadores AMD a unas temperaturas de trabajo elevadas se resiste a desaparecer, y eso que hoy por hoy no solo no tiene sentido, sino que se traslada más bien al lado de Intel, especialmente en sus modelos tope de gama, algo que no ocurría cuando se gestó este mito.
Polémicas a un lado, vamos con lo importante. Los procesadores Ryzen 5000 están fabricados en proceso de 7 nm, tienen un diseño optimizado frente a los Ryzen 3000 y utilizan una nueva arquitectura, Zen 3, que ha mejorado el rendimiento tirando, principalmente, de un aumento del IPC, lo que ha permitido a AMD mantener unas temperaturas de trabajo realmente buenas.
Por ejemplo, un Ryzen 5 5600X puede funcionar sin problemas con el disipador que trae de stock, un Wraith Stealth. Funcionando a plena carga, y tras varias pasadas en Cinebench R23, dicho chip se mantiene en unos 80 grados. Es importante destacar que ese escenario no es real, ya que actualmente ningún juego será capaz de mantenerlo constantemente al 100% de carga, y por tanto registrará unas temperaturas más cercanas a la franja de los 60-70 grados en escenarios reales.
Comprar un buen sistema de refrigeración nos permitirá disfrutar de ciertas ventajas al montar un Ryzen 5000, como un menor ruido, unas temperaturas de trabajo inferiores y un modo turbo con un pico máximo más elevado, pero esto no quiere decir que sea imprescindible. En el caso de los procesadores que no traen un disipador de stock, como el Ryzen 7 5800X, no necesitamos un sistema de refrigeración líquida AIO de 360 mm para movernos en un nivel óptimo, nos bastará con un kit económico de 240 mm.
Para los modelos más potentes, como el Ryzen 9 5950X, que tiene 16 núcleos y 32 hilos, sí es recomendable montar un sistema de refrigeración de gama alta, como un kit de refrigeración líquida AIO de 360 mm, para que este pueda desarrollar todo su potencial sin que las temperaturas sea un problema.
4.-Memoria RAM y procesadores Ryzen 5000: qué es imprescindible y qué no
La memoria RAM ha sido otro de los grandes mitos que ha venido asociado a los Ryzen 5000, aunque la verdad es que se mantiene desde que AMD lanzó los Ryzen de primera generación. Recuerdo que, en aquél momento, la diferencia de rendimiento que podía marcar una RAM funcionando a 2.400 MHz frente a otra corriendo a 2.933 MHz era muy grande, aunque los perfiles XMP no siempre funcionaban, y en muchos casos había que ajustar latencias y frecuencias de forma manual.
No todo el mundo se tomó la molestia de «trastear» con ambos elementos, y esto generó opiniones y análisis poco acertados que generaron una enorme cantidad de mitos sin fundamento que, por desgracia, se han ido manteniendo con el paso del tiempo, y han acabado llegando incluso a nuestros días, algo increíble teniendo en cuenta todo lo que ha llovido desde entonces.
Si vas a montar un procesador Ryzen 5000 y has buscado información, estoy seguro de que habrás leído cosas tan disparatadas como que necesitas memoria RAM a 4.000 MHz con unas latencias super ajustadas, o que es imprescindible que montes módulos de la marca «X», y que debes instalar sí o sí cuatro módulos de memoria porque notarás una gran diferencia de rendimiento.
La verdad es que sí, los Ryzen 5000 escalan con la velocidad de la memoria RAM, y también muestran una leve mejoría de rendimiento en casos concretos cuando se utilizan en configuraciones de memoria «dual rank» ocupando los cuatro slots de la placa base, pero esto no quiere decir que sea imprescindible llegar a los 4 GHz, ni que tengamos que comprar sí o sí un kit de cuatro módulos. En realidad, con montar un kit de DDR4 a 3.600 MHz CL16 ya nos moveríamos en un nivel óptimo, tanto en términos de rendimiento como en relación precio-prestaciones.
5.-La placa base importa al montar un Ryzen 5000, pero dentro de un límite
Sí, la placa base importa en cualquier tipo de PC que vayamos a montar, pero siempre dentro de unos niveles razonables. Al final, la elección de la placa base dependerá del resto de componentes del equipo. En el caso de los procesadores Ryzen 5000, si vamos a montar un Ryzen 5 5600X y tenemos un presupuesto ajustado, podemos optar por una placa base B550 que ronde entre los 100 y los 150 euros, como la Gigabyte B550M Aorus Elite, por ejemplo, que cuesta 101,89 euros y ofrece un valor muy bueno por ese precio.
No necesitas una placa base tope de gama para montar un Ryzen 5000, aunque debes tener presente que esta debe ajustarse a tus necesidades, contar con los conectores y las ranuras de expansión que necesitas y disponer, además, de un sistema VRM que te permita realizar las ampliaciones que tengas previstas. Por ejemplo, la placa base que citamos anteriormente cuenta con un sistema de alimentación de 5+3 fases, mientras que la Gigabyte X570 Aorus Ultra tiene un sistema de alimentación de 12+2 fases.
Es evidente que una placa base más cara ofrecerá un mayor nivel de prestaciones en líneas generales, de hecho los modelos más caros vienen incluso con Wi-Fi 6 y Bluetooth integrado, pero no todos los usuarios necesitan ese conjunto de funciones, y por tanto no siempre vale la pena pagar por ellas. En general, incluso aunque vayas a montar un procesador de gama alta como el Ryzen 9 5950X, que necesita de un buen VRM, no tendrá sentido que compres una placa base de más de 300 euros.
Los procesadores Ryzen 5000 no necesitan de una placa base extremadamente cara para desarrollar todo su potencial, así que si tienes un presupuesto ajustado no te preocupes, puedes optar por una placa base B550, como hemos dicho, acompañarla de un Ryzen 5 5600X y listo, disfrutarás de una buena experiencia de uso.
Nota: Esta selección contiene algunos enlaces de nuestros afiliados, pero ninguno de los productos incluidos han sido propuestos o recomendados por ellos o sus fabricantes, sino elegidos según nuestro propio criterio.
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