El teclado mariposa de Apple acaba en los tribunales

Si hablamos del teclado mariposa de Apple el mundo se divide en dos tipos de personas: quienes han tenido la suerte de no sufrirlo y los que, de repente, vieron cómo el teclado de sus MacBooks se convertía en poco menos que una pesadilla. Y desgraciadamente sé de lo que hablo, puesto que me encuentro entre los segundos. Y es una pena, porque su propuesta era muy interesante, pero una mala ejecución hizo que lo que podría haber sido un gran teclado acabara siendo un gran problema.

El teclado mariposa, más concretamente su segunda generación, proponía un tacto sustancialmente distinto, con menos recorrido de la teclas y que supuso un gran cambio a la hora de teclear. En mi caso, que dedico gran parte del día a escribir, el cambio me resultó de lo más agradable y, durante un tiempo, me sentí muy cómodo con él. Eran buenos tiempos, en los que la combinación del teclado mariposa con la touch bar de los MacBook Pro proporcionaban una experiencia de uso sensacional.

El problema llegó con el tiempo, y es que por un diseño deficiente, algunas teclas empezaban a fallar, ya sea no registrando las pulsaciones o, en el extremo opuesto, registrando varias cuando en realidad solo se había producido una. Apple nunca ha reconocido explícitamente que sea un problema de gran calado, y aún a día de hoy sigue hablando de un porcentaje reducido de portátiles afectados. La inmensa mayoría de las personas que conozco y que tienen un MacBook Pro con teclado mariposa han tenido problemas, me cuesta mucho creer que sea un porcentaje reducido.

Como respuesta a este problema, aunque quizá no con la premura que habría cabido desear, Apple puso en marcha un programa especial de reparación y sustitución de los teclados mariposa en los MacBook Pro afectados, y en 2020 decidió desterrarlo para siempre y, en su lugar, volver al teclado tijera, al que en este cambio denominó Magic Keyboard, y que en realidad es una revisión del teclado tijera, el empleado antes de la llegada del mariposa.

La suma del programa de reparación gratuita y la vuelta al teclado tijera podrían parecer suficiente, salvo por un punto que he mencionado anteriormente: la falta de premura. Una inacción por la que Apple va a tener que enfrentarse a una demanda colectiva de usuarios afectados por el teclado mariposa, según podemos leer en Ars Technica. Este proceso supone una evolución frente a las demandas presentadas por varios usuarios afectados de varios estados de Estados Unidos, y por lo tanto cabe entender que ahora podrán sumarse nuevos demandantes a la causa.

Y es que según afirman los demandantes, Apple tuvo conocimiento de que el diseño del teclado mariposa era defectuoso y, aún así, siguió vendiendo portátiles equipados con el mismo, en una violación de las leyes de protección al consumidor. Además, y en los primeros meses, los usuarios que sufrieron problemas con su teclado y se encontraban fuera de garantía tuvieron que pagar por su reparación. No obstante, más adelante Apple puso en marcha un programa de devolución de los importes pagados por dichas reparaciones.