Este robot funciona con aire, y sin componentes electrónicos
El mundo de la robótica es fascinante, ¿pero es posible crear un robot sin componentes electrónicos? Un grupo de ingenieros de la Universidad de California (San Diego) ha demostrado que sí, gracias a un proyecto muy interesante que han utilizado para dar forma a un robot que funciona con aire, y sin electrónica.
Este robot tiene forma de cuadrúpedo, como podemos ver en las imágenes, y en el vídeo adjunto, y solo necesita una pequeña fuente constante de aire presurizado para poder realizar todas sus funciones. Como anticipamos, no cuenta con ningún tipo de electrónica, y a pesar de todo cuenta con sistemas de control y de locomoción. Según los responsables de este proyecto, se trata de un logro muy importante que podría allanar el camino hacia el desarrollo de robots más complejos, capaces de caminar de forma autónoma y sin depender de la electrónica.
No hay duda de que este robot también supone un importante paso adelante en todo lo relacionado con la aplicación de la robótica de bajo coste, un campo muy amplio que incluye sectores tan lucrativos como el de los juguetes, y también aquellos en los que, por las particularidades del entono, los componentes electrónicos no resultan viables, como por ejemplo en lugares que utilizan máquinas de resonancia magnética o en pozos de minas.
Robots blandos controlados por sistemas neumáticos: una vuelta al pasado
Y muy curiosa. Estoy seguro de que muchos de nuestros lectores recordarán cómo era el mundo de los ordenadores en la década de los años treinta y en los años cuarenta, antes de la llegada de los transistores. Dichos ordenadores eran enormes, poco eficientes y utilizaban una combinación de componentes electromecánicos que incluían tubos de vacío y relés, un concepto que acabó siendo desplazado por la segunda generación de computadoras que, a finales de los años cincuenta, sustituyeron a los tubos de vacío por los transistores.
El robot que ha desarrollado el grupo de ingenieros de la Universidad de California me recuerda mucho a ese enfoque primitivo de la primera generación de ordenadores, ya que, a diferencia de los robots «tradicionales» basados en aire presurizado, que utilizan un sistema de circuitos electrónicos para su control, está basado en un conjunto de circuitos neumáticos muy ligero y de bajo coste, formado por tubos y válvulas blandas que están perfectamente integrados en el robot.
Este robot blando podría trabajar en entornos vetados a los modelos electrónicos, y además, al ser un modelo «blando», también puede trabajar con seres humanos con total seguridad. Según los responsables del proyecto, es capaz de reconocer órdenes sencillas y de caminar cuando se le pida.
Para dar forma a este proyecto, los ingenieros se inspiraron en los mamíferos, concretamente en los reflejos que se producen por la respuesta neuronal de la columna vertebral, y no del cerebro, y construyeron un sistema de válvulas que actúan como osciladores capaces de controlar el orden de entrada del aire presurizado en los «músculos», que se acaban viendo impulsados por ese aire que llega, lo que permite mover, de forma ordenada, las cuatro patas del robot.
Con el objetivo de que no se produzca ningún problema, se ha integrado un componente que retrasa la entrada del aire en las patas, y se han implementado también sensores mecánicos suaves con forma de pequeñas burbujas rellenas de líquido, situados al final de los brazos del robot, que sirven para invertir la dirección del mismo cuando se produce presión en dichos sensores. Las patas del robot están divididas en tres «músculos», se inclinan hacia abajo en un ángulo de 45 grados y su movimiento recuerda al paso de una tortuga. Es impresionante, no os perdáis el vídeo.