Samsung Odyssey G7, análisis: sumérgete en el juego

El año pasado Samsung presentó su nuevo monitor gaming, el Samsung Odyssey G7. Una pantalla curva de 1000R y 32 pulgadas. Este panel curvo te permite disfrutar de un campo de visión más amplio y con menor distorsión en los bordes de la pantalla. Samsung Odyssey G7 lleva al extremo el concepto con una curva 1000R, lo que significa que este monitor forma un radio de 1000 mm si tuvieras suficientes unidades para colocarlo uno al lado del otro.

Con el Odyssey G7, Samsung ha creado un monitor que no solo es eficaz, si no que también es atractivo a nivel de diseño. El Odyssey G7 cuenta con una estética gaming pero contenida, llamando la atención lo justo para diferenciarse de un monitor «normal».

Como hemos comentado, el Odyssey G7 es un monitor curvo con un radio de 1000mm lo que aumenta la sensación de profundidad e inmersión cuando se juega con él. Sus marcos están reducidos lo máximo posible. No llega a un centímetro en la parte superior y a los lados. El marco inferior, que siempre suele ser más amplio y lleva la marca del monitor tiene dos centímetros de anchos.

A cada lado de la parte de inferior del monitor encontramos dos salientes que se iluminan a juego con en el círculo central, también iluminado, situado en la parte trasera y donde se encaja la peana.

Este ambi light es modificable desde el botón de menú del monitor, puede ponerse en modo fijo o en modo arcoíris.

La peana, como suele pasar en este tipo de monitores, es bastante amplia por lo que este monitor también nos requerirá un espacio amplio en la mesa. Esta peana también es totalmente ajustable y nos permite modificar la altura del monitor hasta en 120 centímetros. También puede inclinarse entre – 9º y + 13º, girarse – 15º y + 15 º y pivotar entre -2º y + 92º.

En un saliente de la parte trasera del monitor se encuentran las conexiones del mismo.  Que son 2 USB Ports, 3 USB Hub Version, 1 HDMI EA, 2 HDMI y 2 Display Port 1.4. Como suele pasar también en este tipo de monitores, estas conexiones son algo difíciles de alcanzar por lo que mejor solo tener que utilizarlas una vez, ya que puede ser un poco incómodo estar conectando y desconectando.

Si es la primera vez que utilizas un monitor de este tipo prepárate para alucinar (o marearte) el cambio de uno plano a uno curvo puede ser muy brusco al principio, pero la verdad que la calidad del Samsung Odyssey hace que te acostumbres sin darte cuenta y que lo plano te parezcan raros.

Aunque se trata de un monitor pensado por y para el gaming, también es cómodo y práctico de utilizar para trabajar con él.

Su resolución nativa es 2K (2560 x 1440 píxeles), ofrece soporte para alto rango dinámico HDR600 (brillo máximo de 600 cd / m 2).

Su tasa de refresco es la más elevada de la industria (sin overclockear), 240 Hz, con un tiempo de respuesta de 1 milisegundo. Eso sí, para poder disfrutar de esta tasa de refresco tendrás que contar con una tarjeta gráfica que te la proporcione. Por otro lado,  a 240 Hz, sólo es posible usarlo con una profundidad de color de 8 bits, lo que se traduce en un efecto algo desagradable al mostrar diferentes combinaciones de colores. A 144 Hz, en cambio, podemos disfrutar de una profundidad de 10 bits que elimina esos problemas y el monitor se sigue notando muy rápido.

También soporta la tecnología de sincronización Adaptive Sync lo que significa que funciona con el FreeSync de AMD y también con el G-Sync de NVIDIA como «compatible».

Conclusiones

Sin duda se trata de un monitor que nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Su alta tasa de refresco hace que que con el 2K nos sobre y nos baste en cuanto a calidad de imagen. Esto se hace patente cuando das el salto desde 1080 HD.

De este tipo de monitores también valoramos la ambivalencia que sean capaces de darnos comodidad cuando trabajamos muchas horas con ellos y es algo que también nos proporciona es Samsung Odyssey G7.

El precio del Samsung Odyssey parte de los 600 euros en Amazon y en PCComponentes cuesta 749€. Este modelo también está disponible en 27 pulgadas y su precio varia en 100 euros menos para el modelo más pequeño. Como hemos comentado antes y como solemos hacer hincapié en los monitores gamings es muy importante medir y tener en cuenta el espacio libre que tengamos en la mesa en la que lo vayamos a colocar ya que las peanas suelen ocupar demasiado.

Si estás pensando en dar el salto a un juego más profesional o si quieres mejorar tu viejo monitor, el Samsung Odyssey G7 es un buen candidato.