Millones de usuarios siguen ejecutando Windows 7 en 2021
A la mayoría de las personas no les importa en absoluto qué versión de Windows está ejecutando en su PC mientras éste funcione. Y es que aunque suene raro, este es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta Microsoft a día de hoy, con la gran cruzada de lograr que la gente actualice su sistema operativo a las nuevas versiones de Windows. Sin embargo, se trata de un problema todavía mayor cuando hablamos de Windows 7, cuyo soporte terminó oficialmente hace ya aproximadamente un año, que todavía mantiene cientos de millones de usuarios activos.
Si bien es difícil saber exactamente cuántos usuarios de Windows 7 están todavía utilizando el sistema operativo, los últimos datos apuntaban a que durante el final de soporte del año pasado, todavía quedaban alrededor de 200 millones de ordenadores en todo el mundo ejecutando Windows 7. Unas cifras que, según el Programa de Analítica Digital del gobierno de EE.UU., corresponderían al 18,9% del total de ordenadores con Windows.
Según los datos más recientes, a finales de 2020 estas métricas se habrían reducido notablemente hasta apenas un 8,5% para la presencia del sistema operativo obsoleto, que pese a ser disminución significativa, todavía indicaría un número bastante considerable de usuarios activos para Windows 7. Sin embargo, otras mediciones como las de NetMarketShare o Global Stats nos muestran unos datos todavía mayores, posicionando la cantidad de máquinas con Windows 7 como aproximadamente el 21,7% y 17,7% del mercado mundial.
Y es que aunque sin duda se trata de un cálculo bastante complejo y poco preciso, viendo estas métricas podríamos sacar en claro que habría un mínimo de al menos 100 millones de ordenadores todavía ejecutando Windows 7.
¿Por qué mantener Windows 7 en lugar de Windows 10?
Las razones de por qué la gente se aferra a Windows 7 son diversas. En el caso de las empresas, principalmente podrían ser la fuerte sensación de fiabilidad que da y el hecho de que sus soluciones no sean compatibles con Windows 10 y otros sistemas alternativos. Por su parte, los usuarios finales también podrían aferrarse a la fiabilidad, más viendo las graves incidencias que ha llegado a registrar Windows 10, aunque en su caso se podría sumar las preocupaciones en torno a la privacidad y el hecho de que el último sistema de Microsoft sea para muchos un software hinchado (bloatware).
Sin embargo, el hecho de mantener una versión de sistema operativo sin soporte oficial implica, a la larga, una exposición cada vez mayor a todo tipo de vulnerabilidades, así como la posible salida del soporte de algunas de las aplicaciones básicas para el mismo.
Por su parte, Microsoft permite que algunos usuarios paguen por actualizaciones de seguridad extendidas, y espera que la cantidad de PCs con Windows 7 disminuya significativamente a lo largo de 2021.