Intel Rocket Lake-S no logra superar al Ryzen 7 5800X, ni siquiera funcionando a mayor frecuencia
El gigante del chip confirmó que sus procesadores Intel Rocket Lake-S estarán basados en una curiosa combinación de arquitecturas. Por el lado CPU, nos encontraremos con una adaptación de la arquitectura Sunny Cove, utilizada en los procesadores Ice Lake (10 nm+) al proceso de 14 nm+++, lo que permitirá, en teoría, un aumento del IPC «de doble dígito». Por el lado GPU, estos chips implementarán la arquitectura Intel Xe Gen12, presente en los procesadores Tiger Lake.
Esa combinación de arquitecturas en los procesadores Intel Rocket Lake-S ha recibido el nombre «Cypress Cove», pero no será la única novedad importante que veremos con esta nueva generación. Según Intel, están trabajando para introducir un nuevo chipset, identificado como Z590, que se integrará en una nueva línea de placas base, y que ofrecerá soporte del estándar PCIE Gen4.
Intel Rocket Lake-S promete una evolución notable tanto en términos de arquitectura como de rendimiento bruto, y también de plataforma, ¿pero será suficiente para competir con los nuevos Ryzen 5000 basados en la arquitectura Zen 3? Intel no lo tiene nada fácil, eso desde luego, y las primeras pruebas de rendimiento filtradas no pintan anda bien para el gigante del chip.
Intel Rocket Lake-S: menos núcleos, mayor IPC, un sacrificio impuesto por los 14 nm
No es un secreto, Intel se está viendo lastrada por el proceso de 14 nm desde hace bastante tiempo. La compañía de Santa Clara necesita completar su transición al proceso de 10 nm, algo que, por desgracia, todavía no ha conseguido, y por ello se ha visto obligada a recurrir, una vez más, al proceso de 14 nm.
Intel Rocket Lake-S será un nuevo «tock» sobre Comet Lake-S, lo que nos llevará, como anticipamos, al proceso de 14 nm+++. La utilización de la arquitectura Sunny Cove adaptada a dicho proceso permitirá mejorar el IPC, y la integración de una GPU Intel Xe mejorará el valor en conjunto de los chips menos potentes a la hora de montar equipos multimedia sin gráfica dedicada, pero por lo que respecta al sector entusiasta, Intel va a quedar muy por detrás de AMD.
Las últimas pruebas de rendimiento filtradas indican que un Core i7 serie Intel Rocket Lake-S no logra superar a un Ryzen 7 5800X, ni siquiera a pesar de que el primero funciona a 5 GHz, mientras que el segundo tiene un pico máximo en monohilo de 4,7 GHz gracias al modo turbo. ¿Qué sugiere esto? Pues que AMD gana en IPC, al menos en Geekbench. Ambos procesadores tienen 8 núcleos y 16 hilos, pero el chip de AMD se impone también en multihilo.
Se rumorea que los procesadores Intel Rocket Lake-S han reducido núcleos para poder integrar la GPU Intel Xe Gen12, y también para dar cabida a la nueva arquitectura (Sunny Cove) sin comprometer temperaturas de trabajo, espacio a nivel de silicio y tasa de éxito en la oblea. Tiene sentido, pero el resultado es claro, y deja a AMD como ganadora absoluta, ya que:
- La serie Intel Rocket Lake-S tendrá configuraciones de hasta 8 núcleos y 16 hilos. Comet Lake-S llegó a los 10 núcleos y 20 hilos.
- Los Ryzen 5000 de AMD alcanzan configuraciones de 16 núcleos y 32 hilos.
¿Por qué sacrificar núcleos e hilos? IPC y rendimiento en el mundo real
Es un hecho que Intel ha sabido adaptar con gran acierto sus campañas de marketing en función de la situación en la que se han encontrado sus procesadores. Con el auge de AMD, y su valor en términos de rendimiento multihilo, la compañía de Santa Clara se ha enfocado al «rendimiento en el mundo real», una idea que aprovecha el bajo grado de paralelización de las aplicaciones de consumo general para mostrar a los procesadores Core como la mejor opción.
Intel no ha mentido, un juego o una aplicación de consumo general no aprovecha normalmente más de cuatro núcleos y ocho hilos, así que realmente no necesitamos contar con procesadores de doce o de dieciséis núcleos, salvo que vayamos a utilizar aplicaciones profesionales o a realizar streaming de contenidos mientras jugamos.
Esto nos ayuda a entender qué habría detrás de esa reducción de núcleos e hilos en los procesadores Intel Rocket Lake-S a favor del aumento del IPC. Sin embargo, en esta ocasión la jugada podría no salirle del todo bien al gigante del chip, ya que como hemos dicho parece que un Core i7 de undécima generación no consigue superar a un Ryzen 7 5800X, ni siquiera con este último corriendo a 300 MHz menos.
Tengo claro que Intel logrará recuperarse antes o después, pero también soy consciente de que se encuentra en un momento complicado a día de hoy, y sé que Rocket Lake-S va a ser una generación «de emergencia» con la que cubrir el mercado hasta que logren dar por fin el salto a los 10 nm en el mercado de CPUs de consumo general de alto rendimiento. Intel ya no tiene más margen de maniobra después de Rocket Lake-S, no hay hueco para una próxima generación en proceso de 14 nm++++.