Adiós a Arecibo, el radiotelescopio más icónico ha colapsado
Esta es una de esas noticias que uno preferiría no tener que escribir, porque desearía que no hubieran sucedido. Sin embargo la realidad es terca, y tal y como ya parecía bastante probable desde hace 10 días, el radiotelescopio de Arecibo finalmente ha colapsado. No es una sorpresa, ni mucho menos, pero pese a ello sí que resulta bastante triste que una instalación clave para la astronomía y la ciencia haya acabado de esta manera.
Como ya te contamos hace unos días, el futuro del radiotelescopio de Arecibo era un tanto dudoso desde verano. La razón de ello fue la rotura de un cable secundario, que si bien no comprometió la integridad estructural del mismo, sí que provocó las primeras sospechas sobre el estado real de algunos elementos clave del observatorio. A raíz de este incidente, se decidió no solo sustituir el cable roto, sino también reforzar la infraestructura y realizar algunos estudios de la misma.
Esto, en teoría, no debería haber sido necesario, pues los análisis periódicos a los que se venía sometiendo el radiotelescopio de manera periódica no apuntaban a ningún problema con los elementos del mismo. Algo que, claro, provoca ciertas sospechas sobre el grado de fiabilidad de dichas pruebas, pues según los resultados de las mismas, el incidente de verano no debería haberse producido, y el radiotelescopio de Arecibo debería seguir funcionando con normalidad.
En cualquier caso, ya se habían establecido planes para reforzar la estructura, pero estos quedaron en nada cuando el 6 de noviembre se rompió uno de los cables principales, los responsables de mantener el receptor, de 900 toneladas, en el aire, a 140 metros sobre el plato, de 305 metros de diámetro. Esto provocó que tanto los cables restantes como las torres de las que tendían los mismos tuvieran que asumir una carga muy superior a aquella para la que estaban diseñados, y además con una distribución distinta a la planificada. Desde ese momento, el radiotelescopio de Arecibo ya estaba condenado.
Encargados de emergencia, en los días sucesivos se pusieron en marcha varios estudios para intentar determinar si todavía era posible salvar la infraestructura, pero hace algo menos de dos semanas quedó claro que no era posible y, a partir de ahí, se asumió un plan para intentar desmantelar el radiotelescopio de Arecibo antes de que la estructura cediera. Un plan muy complejo, pues para garantizar la seguridad tanto de los trabajadores como del resto de instalaciones de Arecibo, la operativa estaba muy, muy limitada.