La memoria GDDR6 de PS5 roza los 94 grados, y esto puede ser un problema

Un análisis realizado por GamerNexus confirma que la memoria GDDR6 de PS5 alcanza temperaturas que son realmente preocupantes y que afectan a un componente fundamental, ya que dicha consola utiliza una arquitectura de memoria unifica, lo que significa que todo el sistema depende de sus 16 GB de GDDR6.

El desarrollo de la memoria GDDR6 supuso un salto importante en lo que a frecuencias de trabajo se refiere, y permitió aumentar el ancho de banda manteniendo los clásicos buses de 128 y de 256 bits. No hablamos sin motivo, pensad que la memoria GDDR5 funcionaba a frecuencias de 8 GHz, y que la memoria GDDR6 alcanzó los 15,5 GHz en la RTX 2080 Super. Para que os hagáis una idea de la diferencia que esto supone, un bus de 256 bits con GDDR5 a 8 GHz nos deja un ancho de banda de 256 GB/s, mientras que ese mismo bus con memoria GDDR6 a 15,5 GHz eleva el ancho de banda hasta los 495 GB/s.

La diferencia es muy grande, pero a mayor frecuencia mayor calor generado, y esto implica que es necesario refrigerar de forma activa los chips de memoria para evitar problemas de temperatura. La memoria GDDR6 de PS5 hace contacto con el radiador de la consola, lo que permite mantener sus temperaturas de trabajo en la franja de los 65 grados, un nivel óptimo que queda muy alejado de los 105 grados que Micron considera como el tope máximo para este tipo de memoria.

Por desgracia, la parte baja de los chips de memoria GDDR6 de PS5 no están en contacto con el enorme radiador que vimos durante su despiece oficial, y esto hace que, en un entorno con una temperatura ambiente de 23 grados, su temperatura supere la franja de los 93 grados, un nivel que sí que se sitúa demasiado cerca de ese límite de 105 grados al que hicimos referencia.

¿Podría fallar la memoria GDDR6 de PS5 por este error de diseño?

La verdad es que puede acabar siendo un problema, y os explico por qué. Las pruebas que ha realizado GamerNexus se han producido en un entorno con una temperatura ambiente razonable de 23 grados, pero imaginad lo que podría ocurrir si se realizasen en un entorno con temperaturas de 30 o incluso de 35 grados. No es una locura, esas temperaturas se mantienen en España durante buena parte del año, e incluso hay ocasiones en las que superamos sin problema los 40 grados.

Con esto quiero decir que en climas cálidos, donde las temperaturas alcancen esos niveles tan elevados, la ausencia de contacto entre el radiador y la memoria GDDR6 de PS5 situada en la sección inferior podría acabar teniendo consecuencias negativas, tanto que es probable que Sony acabe teniendo que dar una revisión al diseño de PS5 a nivel interno.

Qué puedo decir, personalmente creo que es un error dejar un bloque de chips de memoria sin contacto directo con el radiador, y visto lo visto estoy casi totalmente convencido de que ahora mismo lo mejor que podemos hacer es esperar a que se normalice la situación en términos de stock, y también a que se refinen esos errores que suelen traer las consolas de nueva generación en sus primeros diseños.

En mi caso, iba a comprar una PS5 para aprovechar los juegos que ya tengo de PS4, pero al final he decidido esperar, y debo decir que me alegro de mi decisión.