Análisis
Samsung SSD 870 QVO, máxima capacidad y rendimiento SATA
Samsung SSD 870 QVO es la última solución de almacenamiento interno para el segmento cliente del fabricante surcoreano. El objetivo de esta serie de unidades de estado sólido es claro: extraer el máximo rendimiento de la interfaz SATA y ofrecer la máxima capacidad de almacenamiento de la industria para una SSD de consumo: 8 Tbytes.
Samsung disputa con Intel la primera posición mundial en ingresos por semiconductores, pero en el mercado de unidades de estado sólido ‘no hay quien le tosa’. Lidera el segmento de memorias flash desde 2003 y encabeza las ventas de unas SSDs que hoy monopolizan por completo el mercado del almacenamiento de consumo y se están introduciendo con fuerza en el mercado empresarial.
Ya te hemos hablado hasta la saciedad de las ventajas de SSD frente a los discos duros en términos de rendimiento, consumo, ruido o emisión de calor. Las Samsung SSD 870 QVO las ofrecen, pero además, se acercan en otro aspecto donde los HDD eran hasta hace poco inalcanzables con esta nueva versión de 8 Tbytes. Aprovechando el lanzamiento, Samsung nos ha cedido una unidad (2 TB) que si bien no alcanza esa impresionante capacidad nos permite acercarnos a lo que ofrece esta serie.
Especificaciones Samsung SSD 870 QVO
- Interfaz: SATA-III (6 Gbps)
- Formato: 2,5 pulgadas
- Memorias: Samsung V-NAND 4-bit MLC (QLC)
- Controlador: Samsung MKX
- DRAM: Versión 8 TB (8 GB LPDDR4) – Versión 4 TB (4 GB LPDDR4) – Versión 2 TB (2 GB LPDDR4) – Versión 1 TB ( 1 GB LPDDR4)
- Capacidad de almacenamiento: 8TB, 4TB, 2TB, 1TB
- Rendimiento secuencial: Hasta 560/530 MB/s en lectura / escritura
- Rendimiento aleatorio: Hasta 98K/88K IOPS
- Gestor de software: Samsung Magician
- Resistencia en bytes escritos: 2.880 TB (8TB) – 1.440 TB (4TB) – 720 TB (2TB) – 360 TB (1TB)
- Garantía: Tres años de garantía limitada
Mención especial para las memorias QLC que usan estas Samsung SSD 870 QVO, la segunda generación de la compañía después de su estreno en la serie 860. El almacenamiento de cuatro bits por celdas supone un gran aumento de densidad frente a las TLC (triple nivel por celda) que dominan el mercado actual y anteriores tecnologías como MLC y SLC (solo un nivel por celda) que estamos dejando de ver en el mercado de consumo.
Samsung combina esta tecnología con sus chips V-NAND de 4 bits para lograr capacidades que hasta hace poco eran desconocidas en unidades de estado sólido. Al tiempo, los menores costes de producción para ofrecer la misma capacidad deben redundar en un precio por GB más económico para el cliente final.
Sobre el papel, no todo son ventajas. El aumento de bits por celda tiende a ralentizar el rendimiento especialmente en escrituras. Samsung lo ha resuelto con una tecnología propia denominada TurboWrite y la verdad es que como verás en las pruebas los resultados están al máximo de lo que permite la interfaz SATA.
La resistencia de las unidades también se resiente. Siempre sobre el papel porque no han pasado años suficientes como para comprobarlo. Aunque otros grandes fabricantes de almacenamiento flash como Toshiba prometieron igualar la resistencia de QLC a la que ofrecen las memorias TLC (1.000 ciclos de programado/borrado), las nuevas Samsung SSD 870 QVO solo tienen tres años de garantía cuando los 5 años establecidas de manera genera para el mercado empresarial son ya norma en el mercado de consumo.
En todo caso, las SSD cuentan con celdas libres para ocupar cuando otras fallen y la garantía de bytes escritos es muy elevada. Seguramente un usuario típico no llegue a alcanzarla nunca y la unidad dure bastante más que los tres de garantía que ofrece oficialmente.
Casos de uso e instalación
Si las SSD NVMe destacan por su mayor rendimiento, mínimo espacio ocupado y mejor eficiencia energética, las unidades que se conectan a la interfaz SATA como esta Samsung SSD 870 QVO ofrecen la ventaja de la compatibilidad, ya que podrás usarla en un número enorme de equipos nuevos o antiguos.
Puedes instalarla de igual manera en ordenadores portátiles o PCs de sobremesa y para varios casos de uso. Como unidad única reemplazando a discos duros; junto a varias unidades SATA y también como unidad secundaria en equipos que tengan NVMe para arranque aprovechando su gran capacidad y mejor precio que éstas.
En esta ocasión, hemos instalado esta unidad de Samsung en un portátil MSI Leopard que usamos para pruebas. Te dejamos sus características principales, aunque ya decimos que sus beneficios (frente a un disco duro) son enormes con independencia de los caso de uso y equipos.
- Pantalla 15,6 pulgadas FHD
- Procesador Intel Core i7-7700HQ
- Gráfica dedicada NVIDIA GTX 1050
- 16 GB de memoria RAM DDR4-2133 MHz
Para la review, hemos retirado las unidades de almacenamiento que teníamos instaladas usando únicamente la unidad de Samsung para obtener la mayor fidelidad de los resultados, con instalaciones desde cero y pruebas sobre Windows y Linux.
En un caso real de uso, te recomendamos realices una copia de seguridad de archivos previa para salvaguardar los archivos y datos personales que interese reservar o realizar una clonación completa de la unidad para restaurarla después en la nueva SSD. A este respecto, comentar que Samsung ofrece en su página de soporte la aplicación Data Migration Software que facilita la tarea.
La instalación es tan sencilla como hemos ido viendo en análisis anteriores o en este artículo práctico «Cómo reemplazar un disco duro por una SSD en un portátil». Para ello, retiramos cualquier tipo de periférico conectado, el cable de alimentación y la batería si fuera extraíble. Revisamos la parte trasera y retiramos la tornillería para acceder a su interior.
Aunque variará según el modelo de portátil, no tendrás demasiados problemas para localizar la situación de la unidad de almacenamiento SATA. (Si usas un sobremesa será aún más fácil. Desmontas la tapa de tu torre, localizas una bahía de 2,5 pulgadas libre o con un adaptador de 3,5 pulgadas y le conectas los cables de energía y datos).
En el portátil, localizamos la bahía disponible para SATA, retiramos otras unidades presentes, instalamos la unidad, la aseguramos con sus tornillos y volvemos a montar la tapa del portátil. Conectamos la batería en su caso, cable de alimentación y periféricos y ya la debemos tener lista para funcionar.
En el primer arranque del portátil, entramos en la BIOS/UEFI con la tecla correspondiente para asegurarnos que la unidad está bien instalada y el equipo la reconoce.
A partir de ahí y dependiendo del tipo de copia de seguridad que hubiéramos realizado, usaríamos la copia clonada para activarla en la nueva unidad o realizaríamos la instalación del sistema operativo para después copiar los datos guardados.
Rendimiento en Windows y Linux
Para asegurar la fiabilidad de las pruebas de rendimiento realizamos una instalación desde cero con las últimas versiones estables de Windows 10 y Ubuntu. La instalación de sistemas en unidades de almacenamiento sólido es todo un lujo comparado con los discos duros y en ambos casos, desde un pendrive conectado a USB 3.0 el proceso no dura más de siete minutos.
Repartimos el espacio disponible de esta unidad entre Windows 10 y Ubuntu 20 para comprobar ambos en una instalación dual. Si te interesa puedes revisar nuestra última guía para instalar Windows y Linux en el mismo equipo.
Pruebas con Windows
Después de instalar la última versión estable Windows 10 2004, actualizamos el sistema con los últimos parches disponibles, así como todos los controladores del equipo. Lo siguiente es instalar el Samsung Magician, la aplicación oficial del fabricante para gestionar unidades de almacenamiento.
Con una interfaz atractiva, el software ofrece información de la unidad, su estado actual y la actualización del firmware. También incluye pruebas de diagnóstico SMART; capacidad de sobre aprovisionamiento; estado de TRIM; borrado seguro de todos los datos de la unidad; posibilidad de implementar el cifrado de discos y un modo RAPID para acelerar el rendimiento global del sistema que descartamos en el análisis porque los resultados obtenidos son demasiado elevados para una unidad SATA. Software completo, atractivo y fácil de usar.
El primer test que ejecutamos es el popular CrystalDiskMark. El rendimiento ofrecido en lecturas y escrituras secuenciales es fantástico, coincide con el establecido por el fabricante y está prácticamente en el límite de lo que puede ofrecer la interfaz SATA-III.
Otro test que ejecutamos habitualmente es el AS SSD Benchmark para comprobar lecturas/escrituras aleatorias IOPS. Como en el anterior, los resultados son excelentes, hasta donde se puede estirar SATA.
Lo mismo con otro de los benchmark para SSD más usados, el Anvil Storage:
El ATTO Disk Benchmark evalúa el rendimiento según el tamaño de los archivos y como vemos desde 128 KB es tremendamente uniforme:
Terminamos con uno de los más exigentes, el HD Tune, confirmando que esta Samsung SSD 870 QVO es una de las unidades SATA más rápidas que hemos probado.
Finalmente, hemos ejecutado el test global PC Mark 10. El benchmark de Futuremark es uno de los más completos de la industria y ejecuta varios test de rendimiento para ordenadores personales, evaluando tareas diarias como navegar por sitios web, chat de vídeo, escritura y hojas de cálculo, edición de fotos y vídeos o juegos. La intención es comprobar si los resultados varían frente a otras unidades de almacenamiento, pero no, en estas SATA de gama alta la puntuación es prácticamente idéntica a la alcanzada por este mismo equipo con otras unidades.
Pruebas con Linux
Como hacemos en los análisis de unidades de estado sólido, instalamos también la última versión estable de Ubuntu 20.04, con el fin de evaluar el comportamiento de la unidad con otros sistemas operativos. La instalación es igual de rápida y el sistema de Canonical reconoce la unidad sin ningún problema y ofrece los mismos beneficios que Windows frente a un disco duro en términos de arranque del sistema y las aplicaciones, en el movimiento de archivos o en la recuperación desde modos de suspensión.
No está disponible el Samsung Magician para Linux, pero el sistema libre ofrece herramientas internas para comprobar su rendimiento como la misma unidad de discos de Ubuntu, donde comprobamos que el rendimiento en lectura alcanza lo prometido por el fabricante, obteniendo unos impresionantes 563 Mbytes por segundo en lectura.
Con el comando dd comprobamos que está activado el comando TRIM por defecto y evaluamos la unidad. Aquí los resultados suelen ser más discretos de la unidad, algo que es norma con este comando.
Para lo que nos interesa. Sea Windows o Linux, los sistemas reconocen la unidad sin problemas y en ambos ofrece grandes resultados.
Samsung SSD 870 QVO, versiones y precio
Otra serie sobresaliente (y ya hemos visto unas cuantas unidades de estado sólido de gran nivel), al máximo de rendimiento de lo que puede ofrecer la interfaz SATA y con posibilidad de optar por la mayor capacidad de almacenamiento que ofrece la industria actualmente para una SSD de consumo: 8 Tbytes. Toda una garantía del líder en ventas de unidades de estado sólido que recibe el galardón de producto recomendado.
Samsung SSD 870 QVO está disponible en el canal minorista español en cuatro versiones según capacidad, 1, 2, 4 y 8 TB, y con precios que parten desde los 132 euros. La unidad probada de 2 Tbytes tiene un precio de 232 euros (0,11 euros por GB) y sobre ella realizamos la valoración.
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