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Vía libre para la tramitación de la tasa Google en España

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La tasa Google, también conocida como tasa GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple), tiene vía libre para su tramitación parlamentaria una vez que el Congreso español rechazó ayer las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox y Ciudadanos, contra el proyecto de ley presentado por el gobierno.

La (mal llamada) tasa Google es un nuevo impuesto que gravará con un 3% los servicios de publicidad en línea, de intermediación, de venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario, y en general, a las empresas de economía colaborativa que operan en Internet que facturen a nivel mundial por encima de los 750 millones de euros y más de 3 millones de euros en España.

El proyecto lleva en candelero cerca de una década y busca que este tipo de empresas digitales que «apenas contribuyen en los países donde generan beneficios», según la Ministra de Hacienda, paguen por lo que realmente generan por su negocio (que es muchísimo) mediante «un sistema fiscal justo y progresivo del siglo XXI», para gravar los negocios digitales, capaces de funcionar sin presencia física o de crear valor con la contribución del los usuarios finales. «Una fiscalidad digital para una economía digital, que no haga que los negocios tradicionales sean menos competitivos», aclaró.

«El mundo ha cambiado. Cada día la economía es más digital y la fiscalidad actual está pensada para la economía de hace 20 años», explicó la ministra, aclarando que no tendrá efecto sobre las pymes, ya que «no grava las actividades minoristas de comercio electrónico o las ventas entre particulares», (algo en lo que no coinciden las asociaciones del sector), pero sí afectará a tecnológicas como Google, Apple, Facebook, Amazon y Netflix, y en general a «grandes empresas multinacionales que apenas contribuyen en los países donde generan beneficios».

¿Por qué es necesaria una tasa Google?

Para poner la tasa Google en contexto de situación. Apple opera en España a través de varias filiales que le permiten pagar menos impuestos que un mileurista. La mayor compañía mundial por capitalización de mercado y una de las que mayores beneficios obtienen respecto a sus ingresos, pagó a la Hacienda española entre 2010 y 2014 7,5 millones de impuestos.

Otro ejemplo inaudito: Apple Retail Spain registró pérdidas de 22 millones de euros en 2012, cuando las tiendas físicas de Apple son (atendiendo a su superficie) las más rentables del mundo. En Europa, la utilización de filiales y el establecimiento en Irlanda de su central, le permite transferir allí la mayor parte de su facturación donde paga tasas impositivas muy por debajo de la media del Viejo Continente.

tasa Google

Lo de Apple es solo un ejemplo y no el más sorprendente. Las dos filiales de Netflix establecidas en España pagaron 3.146 euros en concepto de impuesto de sociedades en 2018, su primer ejercicio fiscal en España. La clave, encauzar sus ingresos hacia una sociedad en Holanda, que como el caso de Irlanda, le ofrece tasas impositivas más bajas.

Tasa Google en Europa

El nuevo impuesto digital está impulsado por la Comisión Europea y está en línea con las medidas que están adoptando Reino Unido, Francia, Alemania, Italia o Hungría. Afectará a compañías como Apple, Amazon, Google o Facebook, a otras como Netflix, Uber o Airbnb, y en general a todas las tecnológicas o empresas digitales que no tributan en España por los ingresos que obtienen en el país, como sí hacen otras grandes como Microsoft o IBM.

La Comisión Europea considera que estas grandes tecnológicas practican sofisticadas operaciones financieras y fiscales para pagar el menor número de impuestos en Europa. Una “ingeniería fiscal” que aprovecha resquicios legales de los estados miembros, filiales varias y transferencias de facturación a centrales establecidas en determinadas países que les permiten pagar tasas impositivas muy por debajo de la media del Viejo Continente y del resto de empresas no digitales.

El impuesto ya fue anunciado por el anterior ministro de Hacienda español, Cristóbal Montoro, y el Presidente del Gobierno actual, Pedro Sánchez, ya reiteró su intención de imponer una tasa a las grandes empresas tecnológicas como parte de un plan para aumentar los ingresos del estado. El nuevo impuesto digital es una transposición de una directiva europea y se tramitará como proposición de Ley de manera independiente a los Presupuestos Generales del Estado.

Las tecnológicas ya mostraron su preocupación por la futura entrada en vigor de este impuesto que se viene manejando desde hace una década, aunque todo apunta que al final tendrán que operar bajo las mismas reglas que el resto de tecnológicas y de empresas no digitales que tributan regularmente en España. En cuanto a la oposición, el Partido Popular y Ciudadanos han considerado razonable este impuesto, pero inadecuada su implantación en este momento, sin esperar alcanzar un consenso internacional por temor a las represalias que lleguen de la administración de Trump, que ya amenazó a Francia con aranceles por un impuesto similar.

En cualquier caso, el ejecutivo tiene el respaldo de una amplia mayoría del Congreso y la decisión es seguir con la tramitación de un impuesto (a nuestro juicio justo y necesario) que permitirá recaudar unos 1.000 millones de euros y entrará en vigor a los tres meses de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y afectará, en general, a las empresas de economía colaborativa que operan en Internet que facturen por encima de los 750 millones de euros a nivel mundial y más de 3 millones de euros en España.

Sí conviene citar que la tasa Google en España tendrá un carácter transitorio hasta que se aprueba la normativa europea en la que está trabajando la Comisión o el intento de la OCDE (mucho más complicado de consensuar) para armonizar una norma con carácter mundial. No sabemos si es el momento indicado, pero no parece de justicia que Apple, Netflix (y otras) paguen en España menos impuestos que un mileurista. ¿A tí qué te parece?

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