Moshi Otto Q, análisis: cargador inalámbrico con el mejor diseño
El cargador inalámbrico Moshi Otto Q es uno de esos productos que nada más abrir su caja te hacen tener la sensación de que has acertado al comprarlo. Aunque en la página web de Moshi las imágenes que acompañan a la descripción son de gran calidad, cuando lo tienes en tus manos es cuando te das cuenta que, antes incluso de conectarlo para ver si cumple con todo lo que promete, el fabricante ha cuidado al máximo los detalles.
El Moshi Otto Q es un cargador inalámbrico con inspiración en los muebles daneses y también diría que tiene cierta influencia del minimalismo japonés. Como podéis ver en las imágenes que acompañan a este análisis, es como si fuera una galleta redonda de 10,2 centímetros de diámetro y un grosor de 13 milímetros, con un peso de 137 gramos.
El primero de los aciertos de su diseño es la base de goma, que hace que se «agarre» bien a la superficie de cualquier mesa, de manera que si dejamos cargando el teléfono móvil y entra en modo vibración al recibir una llamada, el cargador Moshi Otto Q no se moverá, evitando así que pueda caerse tanto él como el smartphone de manera accidental.
Otros aciertos son su anillo de silicona gris antideslizante, que igual que con la base evita pequeños accidentes con los móviles que hayamos dejado sobre él, y el indicador LED que tiene en el borde y que nos permite ver de un vistazo cómo va la carga de nuestro dispositivo (el LED parpadea mientra se está cargando). También me gusta mucho su acabado en tela gris, que como he dicho está muy inspirado en el diseño danés.
Otto Q, cómo funciona
El cargador inalámbrico Moshi Otto Q es uno de los mejores que he probado nunca, y más teniendo en cuenta que se vende por unos competitivos 44,95 euros en la página web de Moshi, que por cierto ofrece una garantía global de 10 años tras registrar el producto en la web, algo inusual en el sector tecnológico.
Lo más importante es que es un cargador inalámbrico certificado Qi, lo que lo hace compatible para multitud de dispositivos Android y también para iPhone (las pruebas las he hecho con un iPhone 11 Pro Max) o incluso para cargar mis AirPods Pro.
Una de las cosas que más me preocupan de los cargadores inalámbricos es que lleguen a «tostar» literalmente el smartphone que pones sobre ellos. En Amazon se pueden encontrar productos más baratos que el Moshi Otto Q, pero casi seguro serán una pésima compra por las consecuencias negativas que tendrán para la circuitería y la batería de cualquier teléfono móvil.
El Moshi Otto Q cuenta con un disipador térmico multicapa que mejora la refrigeración pasiva y protege la batería, pero además gracias a su módulo patentado Q-coil que cuenta con una lámina de ferrita de 2,6 mm puede cargar smartphones con carcasas de hasta 5 mm de grosor y es compatible tanto con los estándares de carga rápida de Apple (7,5W) como de Samsung (9W). También es importante que siempre que detecta un objeto de metal (por ejemplo una llave) la carga inalámbrica se deshabilita inmediatamente.
En cuanto a la carga inalámbrica, está claro que por el momento no puede competir, al menos en velocidad, con los cables, pero este Otto Q es compatible con la carga rápida para alcanzar 10W con un cargador USB-C de alto rendimiento como por ejemplo el Rewind C que la propia Moshi tiene en su catálogo de productos. Por cierto, aunque no lo he comentado, el Otto Q viene con un cable USB-C a USB-A, pero no incluye el cargador.
Respecto a las pruebas realizadas, como he comentado utilicé un iPhone 11 Pro Max y aproveché un cargador de 10W de Apple. Por poner un ejemplo de alguna de las mediciones que realicé, conecté el iPhone a las 9:55 horas con un 35% de carga de batería y a las 11:49 horas se completó al 100% la carga.