Microsoft quiere arrollar a Sony con Xbox Series X, será más potente y más barata que PS5

Si miramos los movimientos que han realizado Sony y Microsoft está claro que, de momento, el gigante de Redmond lo ha hecho mucho mejor con Xbox Series X. No solo han podido realizar una presentación completa de su consola de nueva generación antes que Sony, sino que además han demostrado que su configuración a nivel de hardware es mucho más equilibrada y más potente.

El pasado mes de marzo dedicamos un artículo bastante completo a hacer un análisis de las especificaciones de ambas consolas, y vimos claramente que al enfrentar a PS5 y a Xbox Series X la consola de Microsoft salía mejor parada. Es cierto que Sony ha hecho un trabajo muy bueno con el SSD personalizado y el chip de sonido Tempest, pero su CPU alcanza unas frecuencias inferiores y su GPU tiene una configuración más que cuestionable, ya que apenas llega a los 2.304 shaders, mientras que Xbox Series X tiene 3.328 shaders.

Esa diferencia de shaders es tan grande que, traducida al sector de las tarjetas gráficas de PC, sería más que suficiente para colocar a la GPU de PS5 en un nivel de «gama media», y a la de Xbox Series X en un nivel de «gama alta». Una diferencia de este nivel se dejará notar, y mucho, en juegos, eso no admite discusión. Veremos, eso sí, si los desarrolladores son capaces de «maquillarla» para que no sea tan evidente.

Microsoft va a por todas con Xbox Series X

Recapitulando, Microsoft ha logrado un diseño redondo con Xbox Series X, tanto interno (estructura de componentes) como externo (chasis), y lo mejor es que no ha descuidado el software. La compañía de Redmond se ha comprometido a ofrecer una retrocompatibilidad total con las generaciones anteriores de Xbox, mientras que Sony solo ha hecho referencia a una retrocompatibilidad con los juegos «más importantes» de PS4-PS4 Pro.

Está claro que Sony lo tiene, de momento, bastante complicado. No solo tiene entre manos una consola menos potente y con una retrocompatibilidad inferior a la de Xbox Series X, sino que además juega con la presión de tener que revisar su estrategia y de ajustar al máximo el precio de venta para que PS5 no quede en una posición de clara desventaja, algo que, según los analistas Peter Moore y Michael Pachter será inevitable.

La razón es muy sencilla, ambos expertos creen que Microsoft está esperando a que Sony anuncie el precio de PS5 para bajar el precio de Xbox Series X hasta en 100 dólares. Esto quiere decir que si Sony anuncia su consola con un precio de 500 dólares Microsoft anunciará Xbox Series X con un precio de 400 dólares. Tiene mucho sentido, el precio de venta ha demostrado ser un factor clave para en el lanzamiento de una nueva consola, tanto que fue la perdición de Xbox One cuando debutó con un precio superior al de PS4.

¿Puede permitirse Microsoft perder tanto dinero?

Vender Xbox Series X con un precio inferior al de PS5 tendría una consecuencia muy importante, y es que Microsoft debería de estar dispuesta a perder dinero con cada unidad vendida. Se comenta que si Microsoft decidiera rebajar el precio de su consola en unos 100 dólares podría perder entre 1.000 y 2.000 millones de dólares por ventas de hardware acumuladas, una cifra considerable que, sin embargo, debemos contextualizar apropiadamente.

Como sabrán muchos de nuestros lectores tanto Sony como Microsoft ganan dinero con la venta de servicios y de juegos, lo que significa que el gigante de Redmond no tendría problemas para recuperar esos 100 dólares perdidos por la venta de hardware por debajo del coste, y que empezará a obtener ingresos a corto plazo. Al final compensa, y podría ser un movimiento totalmente acertado por parte de la compañía.

Según los expertos Microsoft tiene ahora mismo unos 136.000 millones de dólares en efectivo, así que perder 1.000 o 2.000 millones en un movimiento de este tipo no sería un problema para el gigante estadounidense. La compañía tiene dinero de sobra, y como hemos dicho será más bien una inversión que al final acabarían recuperando a través del software y los servicios.

Xbox One ha sido la gran perdedora de esta generación, eso es innegable, una realidad que ha dado a Microsoft una importante lección, tanto que, salvando el último evento de presentación de juegos intergeneracionales, podemos decir que hasta ahora lo han hecho todo bien.