Internet y velocidad de conexión: tres mitos que debes tener claros

Todavía existe la creencia popular de que la velocidad es lo único que realmente importa cuando hablamos de conexiones a Internet, pero la realidad es muy distinta. Hay muchas otras cosas que importan, como la estabilidad de la conexión y la calidad de la misma, por ejemplo.

En este artículo vamos a descubrir tres mitos sobre Internet y la velocidad de la conexión que todavía existen y que se mantienen incluso entre usuarios con ciertos conocimientos, y que debemos superar de una vez por todas.

Como siempre os recuerdo que podéis dejar cualquier duda que tengáis en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros a resolverla.

1.-Necesito una velocidad de conexión a Internet muy alta

Cuanto más mejor, esa es la creencia general que existe a día de hoy, pero la realidad es otra. No necesitamos contar con una conexión de 600 Mbps o de 1 Gbps para disfrutar de una buena experiencia de uso en Internet, de hecho nos basta con valores mucho más modestos.

Una conexión a Internet que ofrezca 50 Mbps simétricos y estables es más que suficiente para disfrutar de navegación web, contenidos multimedia en streaming con resolución 4K e incluso de juego en la nube a través de los principales proveedores de este tipo de servicios.

Si la conexión a Internet se va a ser utilizada por varias personas contar con una velocidad de 100 Mbps o más puede ser una buena idea, pero no es necesario llegar a 600 Mbps. Tened en cuenta, eso sí, que una conexión más rápida nos permitirá descargar contenidos en menos tiempo, algo especialmente útil recurrimos mucho a la nube o si descargamos con frecuencia juegos de plataformas como Steam.

2.-La velocidad de conexión no depende de mi PC

Muchos usuarios todavía piensan que la velocidad de su conexión a Internet no puede verse afectada por su PC, y que el correcto funcionamiento de esta solo depende del ISP (proveedor del servicio de conexión a Internet) y del router, pero la realidad es muy distinta.

La velocidad de tu conexión puede verse afectada por la forma en la que estás conectado a Internet, por el estado de tu PC en general (software, hardware, malware) y por el estado de los servicios a los que intentas acceder. Por ejemplo, de nada te servirá tener contratada una conexión de 600 Mbps si utilizas un puerto Ethernet de 100 Mbps para conectar el router a tu PC, ya que solo estarás utilizando 100 Mbps.

Otro ejemplo, si tienes un malware en tu PC que roba recursos de tu conexión a Internet tampoco te servirá de nada tener una velocidad elevada. El buen estado de todos los dispositivos conectados, y la utilización del hardware adecuado, es fundamental para aprovechar correctamente una conexión a Internet.

3.-Una velocidad alta garantiza siempre una buena conexión a Internet

Es otro mito muy extendido. Un proveedor puede ofrecernos una conexión a Internet de 1 Gbps, pero hablamos de un máximo teórico y no de un mínimo garantizado. Esto quiere decir que en el contrato el proveedor puede garantizarnos un mínimo inferior (800 Mbps, por ejemplo).

Cuando se trata de conexiones elevadas esto no tiene por qué ser un problema importante, pero en conexiones más ajustadas es una realidad que debemos tener muy en cuenta antes de contratar con un proveedor de servicios de conexión a Internet.

Por otro lado, recordad que tener una velocidad alta no es sinónimo de una buena conexión a Internet. Aspectos como la estabilidad, la calidad de la señal y la latencia son fundamentales para disfrutar de una conexión verdaderamente buena. De nada sirve tener una velocidad de 1 Gbps si vamos a tener latencias muy altas o si vamos a perder la conexión constantemente.

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