Fitbit Charge 4, análisis: GPS integrado y nueva métrica de Minutos en Zona Activa

Casi coincidiendo en el tiempo con la declaración por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la pandemia global por Coronavirus (CODIV-19) el pasado 11 de marzo, se presentó Fitbit Charge 4, la pulsera de actividad (o smartband) que sucede a Fitbit Charge 3 con novedades tan importantes como el GPS integrado que proporciona información en tiempo real del ritmo y distancia que recorremos cuando salimos a correr, caminar o montar en bici, o los llamados Minutos en Zona Activa (MZA), una nueva métrica que utiliza nuestra edad y frecuencia cardiaca en reposo para proporcionarnos información personalizada de nuestro progreso en el momento que estamos realizando una actividad física de mayor intensidad.

Además de estas dos importantísimas incoporaciones a una smartband que ya era muy recomendable en su versión anterior, en Fitbit han querido dar un paso más y destacarse de otros competidores con novedades que pasaremos a comentar a continuación. Eso sí, siguiendo la máxima de «si algo funciona, no lo cambies», su aspecto externo no ha sido modificado, manteniendo el diseño anguloso y con pantalla rectangular que por lo menos para mí es todo un acierto en cuanto a comodidad se refiere durante el día, pero sobre todo cuando la llevas puesta por la noche para medir la calidad de tu sueño.

Disponible ya en la web de Fitbit con envío gratuito para reservarla y que te la manden en junio, se vende en tres colores: negro, azul tormenta y ciruela; en el caso de las dos primeras tonalidades el monitor es de color negro. Su precio es de 149,95 euros y, como es habitual en Fitbit, es de talla única porque en la caja encontramos la parte de la hebilla y otras dos que corresponden a las tallas S y L para que sirvan casi para cualquier muñeca. Además, hay una versión especial por 169,95 euros que viene con una pulsera textil reflectante en granito, así como el otro juego de correas en color negro.

Como su diseño es idéntico a Fitbit Charge 3, las correas que tuviéramos del anterior modelo nos sirven perfectamente en la versión 4, pero además en la web de Fitbit puedes encontrar unas cuantas correas a precios diferentes dependiendo de que sean de cuero, textil o más deportivas. Y como en anteriores ediciones, cambiar la correa de la smartband Fitbit Charge 4 es lo más sencillo que puedes imaginar: solo es necesario apretar una pestaña para que salga fácilmente y puedas ponerla de nuevo o cambiarla por otra.

Minutos en Zona Activa e intensidad del ejercicio

Como ya he comentado, la incorporación del GPS es uno de los alicientes para aquellos usuarios que quieran dar el salto desde Fitbit Charge 3, ya que evita tener que salir con el teléfono móvil mientras caminamos, corremos, montamos en bici o hacemos senderismo [aquí quiero aclarar que llevar el móvil no es mala idea por si tenemos un accidente o nos perdemos]. Lo importante es que podremos consultar en nuestra muñeca el ritmo y distancia recorrida en tiempo real.

Solo tendremos que seleccionar el ejercicio en la smartband Charge 4 (se pueden llevar hasta seis diferentes y cambiarlos cuando queramos desde la app de Fitbit), esperar a que se active la señal de GPS y pulsar en «Empezar». Recibiremos una alerta en nuestra muñeca cuando cambiemos de zona de frecuencia cardiaca y además es posible habilitar el modo de detección automática de carrera para que Charge 4 se conecte automáticamente con el GPS y empiece a registrar el ejercicio en cuanto hayamos empezado a correr.

Posteriormente, lo interesante será sincronizar Charge 4 para ver nuestros Minutos en Zona Activa y consultar el Mapa de Intensidad del Ejercicio (que ofrece un desglose detallado de nuestras distintas zonas de frecuencia cardiaca durante el ejercicio) en la app de Fitbit,  lo que nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento.

En cuanto a los Minutos en Zona Activa, decir que Charge 4 es el primer dispositivo de Fitbit que ofrece esta función, aunque se incorporará en sucesivas actualizaciones de software a otros modelos. Los MZA utilizan las zonas de frecuencia cardiaca personalizadas para motivarnos a realizar actividades que pongan nuestro corazón a trabajar.

Según la Organización Mundial de la Salud es recomendable realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana, y los MZA ayudan a alcanzar nuestros objetivos dado que registran el tiempo que estamos haciendo actividades que aumentan nuestra frecuencia cardiaca. Para Fitbit, los MZA multiplican x2 los minutos de actividad de mayor intensidad, por lo que si nos esforzamos, podremos alcanzar nuestos objetivos de actividad en la mitad de tiempo.

Durante el ejercicio, el dispositivo vibrará cada vez que cambiemos de zona de frecuencia cardiaca (son alertas que se pueden deshabilitar): un zumbido indica zona de quema de grasas, dos zumbidos nos señalan que estamos en zona de cardio y tres zumbidos que hemos entrado en la zona pico.

Por cierto, nuestras zonas de frecuencia cardiaca se irán ajustando automáticamente de acuerdo a nuestros progresos y así aprenderemos a entender mejor cómo responde nuestro cuerpo a las diferentes actividades que realicemos.