Samsung trabaja en un sensor de 600 MP, superior a las capacidades del ojo humano

Hace menos de un año que Samsung anunció por primera vez su actual sensor ISOCELL Bright HMX de 108 megapíxeles, la lente más potente disponible actualmente para teléfonos inteligentes, pero este título podría estar próximo a ser batido. Sin embargo, ha sido la propia compañía surcoreana la que ha revelado que está ya trabajando en este nuevo sensor, que incluso superando las capacidades normales del ojo humano, contaría con la friolera de hasta 600 megapíxeles.

Se trata así de un salto astronómico de los recientemente adelantados y todavía sin estrenar sensores de 192 megapíxles, y que según afirman desde la compañía, «abrirá un sinfín de posibilidades en las tecnologías de píxeles«. Sin embargo, tal y como hemos podido ver durante los últimos años, con la enorme influencia de la inclusión de las mejoras fotográficas mediante la Inteligencia Artificial, un sensor con mayor cantidad de megapíxeles no implica necesariamente una mejor calidad de imagen.

De hecho, Samsung pudo experimentar de primera mano cómo los problemas comienzan a surgir a medida que el tamaño de los píxeles individuales comienza a reducirse. El sensor de 108 MP equipado en la familia Galaxy S20 y los Xiaomi Mi 10 Pro tuvo que recurrir ya a prácticas innovadoras como la agrupación de píxeles de 3×3, o a la ayuda de mejorar dl rendimiento de las imágenes con ausencia de luz. Unas tecnologías que apuntan a ser claves para el desarrollo de sus próximos sensores de mayor resolución.

Lo que no está claro ahora es si, visto el paralelo trabajo en los sensores de 192 megapíxeles ya confirmados para smartphones, estos sensores de cámara de alta resolución estarán destinados para los dispositivos teléfonos inteligentes, o si realmente tendrán otra orientación primaria. Y es que actualmente vemos todo tipo de sensores y cámaras aplicados a la seguridad, con un incipiente uso en los drones de altos vuelos; la medicina, con sensores de gran tamaño para el análisis de las enfermedades cutáneas; e incluso algunos proyectos de futuro relacionados con el IoT, como los vehículos autónomos.