Tesla muestra cómo diseñó sus ventiladores mecánicos a partir de piezas de automóviles
Los ventiladores mecánicos son una parte fundamental del equipamiento sanitario como respiradores médicos y se han puesto -lamentablemente- de «moda» ante la falta de unidades en todo el mundo para asistir las complicaciones graves que sufren una parte de los pacientes infectados con el COVID-19.
Los ventiladores mecánicos pueden ser eléctricos, electromagnéticos o neumáticos; portátiles o fijos; invasivos (con intubación) o no invasivos (con mascarillas), dependiendo de la gravedad de los problemas respiratorios agudos o crónicos que tienen que atender y su uso externo en ambulancias o domicilios o internos en los hospitales, en unidades de urgencia, cuidados intensivos o quirófanos. En los casos más graves, se conectan a un tubo que llega desde la garganta a la tráquea (intubación) y suplen por completo la ventilación pulmonar espontánea de un humano por una ventilación mecánica.
La extensión de la pandemia del COVID-19 y las complicaciones respiratorias y neumonías que provoca en algunos pacientes, ha provocado una escasez mundial sin precedente de este tipo de máquinas y múltiples equipos (externos a los habituales enfocados a equipamiento médico) se han fijado el objetivo de diseñar y producir el número de unidades suficientes. Uno de los proyectos más interesantes está en marcha en España y lo forman la Zona Franca, HP, Seat y Leitat, con el objetivo de diseñar y producir respiradores 3D.
Son dispositivos de emergencia, de «último recurso» para suplir la falta de equipos verdaderamente profesionales como los que se pueden encontrar en una UCI, pero en esta circunstancias simplemente pueden salvan vidas.
Cientos de mentes privilegiadas (investigadores e ingenieros) están trabajando en diseños alternativos y el instituto New England Complex Systems (NECSI) ha comenzado a recopilar una lista estratégica de ventiladores mecánicos bajo código abierto en los que se está trabajando a nivel mundial. Cuentan con el asesoramiento de científicos de Harvard y el MIT y pretenden agilizar el tratamiento de problemas legales y políticos, logística y suministro de equipamiento médico ante este tipo de pandemias.
Y llegamos a Tesla. Pocas industrias como las automovilísticas tienen la capacidad de producción necesaria para suplir las carencias de este tipo de equipamiento médico especializado. Lo hemos visto en SEAT con los respiradores 3D que se están fabricando en Barcelona y otras como Ford y General Motors tienen proyectos similares.
Los ingenieros de Tesla han diseñado y quieren construir un respirador con las piezas del vehículo Model 3, desde la pantalla táctil del sistema de info-entretenimiento del vehículo para usarlo como controlador, al colector de flujo de aire o el tanque de aire de suspensión que se utiliza como cámara de mezcla de oxígeno y que es un diseño asemejable al que se utiliza en el mundo del motor.
En el vídeo de portada muestran el proceso y es curioso ver cómo se pueden trasladar conceptos y diseños de la industria automovilística al equipamiento sanitario. Y no digamos en producción. No hay otra industria que sea capaz de producir tanto en tan poco tiempo. Seguramente lleguemos tarde para muchos pacientes fallecidos por el COVID-19, pero serán de gran utilidad para futuras pandemias que los investigadores citan como seguras en el futuro.