Motorola prepara un Moto Razr con toques dorados

El Moto Razr 2019 fue postulado como una posibilidad de “democratizar” los smartphones plegables, pero conforme ha ido pasando el tiempo parece que se ha quedado en la intención. Su elevado precio, su escasa resistencia y el hecho de no incluir características de un smartphone tope de gama (a pesar de tener un precio de dicha gama) harán que sus ventas posiblemente no sean muy altas.

A pesar de que el dispositivo al final no vaya a cumplir, o al menos eso parece, las expectativas puestas en él, puede ser un camino en la dirección correcta si Motorola consigue hacerlo evolucionar en futuras generaciones. De hecho, tiene aspectos interesantes como un diseño tipo concha que protege la pantalla y además reduce su tamaño, una perspectiva que Samsung no ha dudado en copiar con el Galaxy Z Flip.

Pero Motorola todavía tiene que darle salida al “primer” Motor Razr con pantalla plegable, así que el fabricante ha confirmado que está preparando una variante de dicho smartphone en color dorado que estará disponible a partir de primavera al menos en Estados Unidos. No se sabe si el precio variará frente al modelo original con el fin de darle cierto valor, aunque eso es poco probable a menos que Motorola le añada alguna característica premium de verdad.

Que el Moto Razr apuntaba mal desde hace tiempo es algo que se está confirmando si se ven los análisis publicados por Android Central e Input. El primer medio describe en su título que el mencionado smarpthone es “tan útil como una cuchilla de afeitar sin filo”, mientras que el segundo no ha dudado en calificarlo de “tragedia”. De todo lo malo que le han visto se puede destacar el pobre desempeño de las cámaras y problemas con las pantallas.

Parece que los smartphones plegables todavía tienen camino que recorrer para ser productos realmente útiles para la gente corriente, que en su mayoría no está dispuesta a pagar más de 1.000 euros por productos que tienen más de experimental que de acabados. De hecho, la propia Samsung llegó a reconocer abiertamente que el fracaso del primer Galaxy Fold fue embarazoso debido a los múltiples problemas que se detectaron en un dispositivo cuyo precio llegó a superar los 2.000 euros en España.