Análisis
Phoenix Point, gran nivel más allá de XCOM
Phoenix Point es un videojuego descrito y comercializado como el «sucesor espiritual» de XCOM. Palabras mayores porque Firaxis dejó el listón muy alto al resucitar la saga de estrategia con dos grandes entregas que nos devolvían lo mejor de la experiencia de los originales UFO Defense y Terror from the Deep publicados por Microprose en la década de las 90.
La descripción está justificada porque Phoenix Point ha sido creado por el veterano desarrollador británico Julian Gollop, a la sazón el diseñador principal del primer título de la saga y contribuidor a su continuación. Realmente, Gollop ya había plasmado su interés en el género con un título que solo conocerán los más «viejos» del lugar, el Laser Squad publicado en 1988 para ZX Spectrum. Después de los dos primeros XCOM, Julian y su hermano Nick se desligaron del proyecto y la saga decayó bastante los años siguientes con nuevas entregas como «Apocalypse» e «Interceptor» que no dieron la talla. No fue hasta 2012 cuando el estudio Firaxis de Sid Meier compró los derechos de la franquicia y produjo el título «Enemy unknown» que devolvió el interés del personal.
Ya en 2016, Firaxis publicó una segunda parte con el mismo diseño, pero mejorando todos sus apartados, añadiendo una mayor profundidad y las suficientes novedades para gustar tanto a sus seguidores como a los nuevos usuarios que se acercaran por primera vez a este tipo de juego. Fue un éxito de crítica y público y seguramente ahí Gollop pensó que era el momento de entrar de nuevo en acción con sus propias ideas. Claro, que, ser «sucesor» de un título como el sobresaliente XCOM 2 conlleva un gran riesgo para estar a su altura (o superarlo) y evitar referencias y comparaciones que pueden llegar a ser odiosas. Y más si la franquicia ya no está bajo tu mando y lo desarrollas en un estudio búlgaro independiente (Snapshot Studios) y sin los recursos de un grande como Firaxis y su distribuidor 2K Games.
En todo caso y aunque las referencias a XCOM son inevitables, la pregunta principal es si se trata de un juego que merezca ser comprado y si aporta las novedades suficientes a la franquicia de la que deriva. Snapshot Studios nos cedió un código del juego y hemos preferido jugarlo a fondo en estas (cortas) vacaciones navideñas para ofrecerte un análisis lo más completo posible. Y como verás por la puntuación, a un gran amante de XCOM que ha jugado todas las entregas (hasta las peores) le ha gustado mucho.
Requisitos de hardware
Phoenix Point está disponible para PCs con sistemas operativos Windows o macOS. Los requisitos mínimos están al alcance de una buena parte de los ordenadores actuales, aunque como en casi en todos los desarrollos a mejor hardware corresponderá una mejor experiencia:
- Procesador Intel Core i3 / AMD Phenom II X3.
- Gráfica dedicada NVIDIA GeForce GTX 660 / AMD Radeon R9 270.
- 8 GB RAM.
- 21 GB de espacio en disco.
- DirectX 11 y tarjeta de sonido compatible con DirectSound.
- Windows 10, 8 y 7 con SP1 o superior (64 bits) o Mac OSX 10.11 de 64 bits.
Los requisitos recomendados son bastante más reales para ejecutar este título:
- Procesador Intel Core i5 a 3 GHz / AMD FX series a 3,2 GHz.
- Gráfica dedicada NVIDIA GeForce GTX 1060 / AMD Radeon R9 390X.
- 16 GB RAM.
- 21 GB de espacio en disco.
- DirectX 11 y tarjeta de sonido compatible con DirectSound.
- Windows 10, 8 y 7 con SP1 o superior (64 bits) o Mac OSX 10.11 de 64 bits.
La mayor parte de las pruebas la hemos realizado en un sobremesa con una NVIDIA 2080 Super y como era previsible por el valor de la gráfica al máximo de calidad. Le hemos añadido un monitor panorámico con resolución 3K+ y la experiencia ha sido excelente. Los juegos de estrategia soportados se juegan genial en estos monitores panorámicos. También lo hemos probado en un portátil MSI con una GTX 1050 y un procesador Core i7-7700 y con resoluciones a 1080p y calidad media el juego se desenvuelve bastante bien. Ambos tienen SSD PCIe y 32 GB de RAM, con lo que no hemos notado ningún problema técnico, fallos o tiempos de carga elevados más allá de los que exige el propio juego.
Comenzando con Phoenix Point
«Tras un desastre medioambiental a escala global, apareció el Pandoravirus y comenzó a transformar a todas las criaturas, incluidos los humanos, en horrendos mutantes. Al ser incapaces de parar el avance del virus, gran parte de la humanidad fue aniquilada: solo sobrevivieron unos pequeños enclaves, separados por sus principios y vastas extensiones de tierra». Así comienza un juego que nos pone en la situación de dirigir el proyecto Phoenix, un antiguo mecanismo de seguridad establecido en la Tierra para catástrofes globales, como la única esperanza de combatir a la amenaza mutante, unir a la humanidad y recuperar el planeta.
Si conoces XCOM hasta ahora te sonará todo punto por punto. Cambias Xcom por Phoenix y los mutantes por los alienígenas y ya tienes el arranque de un juego que mezcla la fórmula típica de la franquicia, estrategia en tiempo real, combate por turnos y un toque rolero que verás en distintos apartados como en la personalización de los soldados, la gestión de las subidas de nivel o en la toma de decisiones en tu relación con las facciones que pueblan el planeta.
El juego comienza con una animación que te pone en situación de lo que te espera. Este tipo de animaciones se reproducen a lo largo del juego como introducción a los eventos principales. Tanto éstas como la misma historia son mucho mejores que las anodinas y repetitivas de XCOM. Realmente no es que tengan demasiado incidencia en el juego, pero es de agradecer el esfuerzo para crear un argumento que acompañe las partidas.
Después de gestionar el apartado técnico, vídeo, música, controladores (se puede jugar con mando aunque lo ideal es teclado y ratón), Phoenix Point ofrece cuatro niveles de dificultad. No debes pasarte con ello porque Phoenix Point no es sencillo y conviene jugar primero unas cuantas horas hasta familiarizarte con su funcionamiento. La activación del tutorial es obligatoria para los no iniciados en este tipo de títulos y para la mayoría de usuarios.
La generación de cada nueva partida te sitúa de manera aleatoria en una zona distinta del globo terráqueo, con lo que aumenta la vida del juego. Aunque hayas terminado la partida, podrás empezar de nuevo en otra parte del mapa de la Tierra y jugar de manera distinta. Ello es así porque el tipo de juego cambia bastante según la estrategia que sigas con las facciones que sobreviven en el planeta y con ellos las tecnologías, soldados o armas a las que podrás acceder.
En cada nueva partida comienzas con una base, una nave de asalto y cuatro soldados cada uno cubriendo los principales tipos del juego (asalto, francotirador…). Veremos más adelante cada uno de los apartados, pero ya te adelantamos que dan mucho más juego que en XCOM. El funcionamiento y objetivo final sí es más similar y consta de exploración del planeta, gestión de las bases (recursos, soldados, naves, equipos…), la estrategia global y el combate táctico para acabar con la amenaza del Pandoravirus. La interfaz del juego es bastante simple, pero efectiva y sencilla de entender y manejar. Otra cuestión es que avanzada la partida puede abrumar la cantidad de temas a los que tendremos que atender.
Facciones en Phoenix Point
Las facciones del juego merecen un comentario aparte. Además del Proyecto Fénix que controlamos nosotros, quedan tres facciones principales en el mundo con las que tendremos que interactuar. Y son muy importantes porque controlan la mayoría de refugios que existen en el mundo. Su objetivo principal es el mismo que el nuestro, combatir a los alienígenas, pero como sucede en el mundo real las formas de llevarlo a término son muy distintas y los conflictos estarán servidos.
Nueva Jericó es la primera de ellas. Es lo más parecido a los humanos, con una organización militarista y un culto a su líder que marca su funcionamiento. Synedrion es la segunda. Construida sobre bases igualitarias y democráticas, amalgama varios movimientos políticos de corte social y ecologista. Los Discípulos de Anu completan el trío como una organización religiosa sincrética que suma sectas de la Tierra.
Como podrás entender cada una de las facciones tiene sus propios intereses, así como distintos tipos de naves, soldados, equipos y tecnologías, de ahí que el juego varíe según las relaciones que mantengamos con ellas y que están basadas en un sistema de puntos. Si es negativo podemos llegar a la guerra con ellas, atacarán nuestras bases y naves. Si es positiva, podemos llegar a una situación de aliado y todo lo que conlleva, donde compartirán con nosotros su árbol tecnológico, comercio de recursos, naves, soldados y equipos.
Son más avanzados que nosotros en todo. El problema es que no se llevan bien entre ellos y tendremos que gestionarlo, ya que no podremos aliarnos con las tres en la misma partida (yo al menos no lo he conseguido). El tipo de relación con ellas cambiará cuando completemos misiones generales de diplomacia o decidamos por diversas cuestiones que el juego irá planteando.
Cada facción controla decenas de «refugios», asentamientos humanos que iremos descubriendo al explorar el mapa y que también nos plantearán misiones diversas, además de defenderlos de los alienígenas. Cada uno de ellos tiene diversos departamentos de producción de recursos, naves o soldados. Está bien pensado y en este apartado Phoenix Point es muy superior en profundidad estratégica de lo que ofrece XCOM 2, si bien y aunque son incomparables la última expansión de éste añadió facciones para ayudarnos en la tarea.
Geovista, bases y asentamientos
La Geovista es el mapa planetario que a modo de globo terráqueo nos permite la toma de decisiones estratégicas y donde tenemos la interfaz de usuario global. Desde aquí dirigimos nuestras naves de exploración, defendemos nuestras bases, vamos cumpliendo los objetivos que nos va planteando el juego y accedemos a la pantalla de investigación, producción o diplomacia. La investigación es similar a la de XCOM, muy simple, una tras otra cuando tengamos nivel para investigarla, mientras que la diplomacia sí da más juego por el tipo de relación que mantendremos con las facciones.
La Geovista es a primera vista similar a la de XCOM, pero hay muchísimo más que hacer en ella y ofrece una profundidad estratégica de la que carece el título de Firaxis. Funciona en tiempo real aunque el contador de tiempo podemos pararlo a voluntad o acelerarlo. El tiempo también se para automáticamente cuando sucedan distintos eventos, algo que podemos personalizar en su interfaz. Podemos rotar el globo y ver las zonas exploradas, a las que no hemos accedido todavía y las que están en manos de los alienígenas que verás como una mancha roja.
En este apartado, el objetivo es terminar visualizando todo el mapa terráqueo al completo escaneando las áreas con las naves o desde las bases si contamos con la infraestructura necesaria. Una vez escaneada se revelarán distintas ubicaciones a las que podremos acceder. La naturaleza exacta de cada ubicación no se revelará hasta que estés en ella. En unas encontrarás recursos o tecnologías, mientras que en otras serás emboscado por enemigos. Tanto tu posición inicial en el mapa como las ubicaciones cambiará en cada nueva partida, lo que añade longevidad al juego.
La Geovista tiene un zoom que nos permite acercarnos a las ubicaciones principales que no son otras que los asentamientos de las facciones y ver su producción de recursos, infraestructura, soldados y naves estacionadas. Hay un montón de asentamientos controlados por facciones y son interesantes porque allí obtendremos recursos y los mejores soldados y naves, que podemos reclutar si el nivel de diplomacia lo permite. O atacarlos para hacernos con ellos en incursiones que nos ofrecerá combates similares al de los alienígenas, pero contra los propios humanos.
El concepto de «base» cambia respecto a lo que ofrece XCOM 2 y -de nuevo- da mucho más juego que en éste. No estamos solo en el aire con una nave, sino que tenemos varias bases terrenales repartidas por el planeta y en diversos continentes. Una de las misiones esenciales será descubrir su ubicación y empezar a gestionarlas, algo que se hace por separado. Están divididas en bloques y se pueden ocupar (con tiempo y con recursos) con diversas instalaciones son las típicas, desde plataformas de vehículos para poder producir naves en ellas, a las de defensa o alojamientos para nuestros soldados y otras de producción de recursos o de investigación que se suman al total general. Como todo en Phoenix Point, ofrece mucha más profundidad que XCOM.
En cuanto a la interfaz general es simple y plana, pero tiene todo a mano para acceder a sus distintas partes. La Geovista como parte central; bases: personal; investigación; producción y diplomacia, además de un compendio que va explicando cada aspecto del juego una vez que lo hemos desbloqueado. La investigación y la producción son muy simples y solo exigen tiempo y recursos como todo en este juego. La diplomacia sí permite algo más de estrategia por el uso de las facciones. En el panel superior, podemos ver los recursos principales del juego (materiales y comida); el número de instalaciones de producción o investigación; la cantidad total de soldados, naves y vehículos y un Índice de Delirio Onírico que muestra el grado de penetración del Pandoravirus.
Soldados, naves, combate y táctica
El punto fuerte de todos los XCOM es su modo de combate táctico. En Phoenix Point también, aunque hay mucho más por hacer fuera de ello como hemos visto en apartados anteriores. Su funcionamiento es conocido. Vuelas con tu nave a una base, asentamiento o sitio alienígena, realizas el despliegue de tus soldados y cumples con el objetivo propuesto.
El despliegue es más diverso. Puedes tener varias naves y no una sola como en XCOM y cada una con sus propios soldados. Otra gran novedad es la posibilidad de tener vehículos en combate, usados como arma directa o para incluir en ellos los propios soldados. También el número de elementos del despliegue varía y depende de la capacidad de la nave que lo realice. Los escenarios son bastantes diversos, complejos y de gran tamaño, con zonas deformables que podemos destruir a voluntad.
Una vez en el campo de batalla, su funcionamiento es el conocido, un modo táctico por turnos donde mueves a los soldados a la mejor posición y realizas una acción entre las múltiples que tendrá disponible, desde ataques directos, flanqueos, curación, modos de guardia para responder a los ataques y acciones especiales. Cuando termines los puntos de acción de tus soldados y vehículos terminarás el turno y comenzará el del enemigo, repetiéndose hasta que acabes con ellos o cumplas los objetivo concretos que plantea cada misión. Todo ello se puede manejar simplemente con el ratón, rotando el mapa a voluntad y con varios niveles de zoom, y teclas rápidas para las acciones.
A destacar en el modo de combate la capacidad de atacar partes concretas del cuerpo de los enemigos, algo que no tiene XCOM 2. Y es muy importante especialmente cuando te enfrentes a los grandes monstruos alienígenas, que tienen una variedad de ataques y habilidades vinculadas a partes específicas de su cuerpo. Esas seguramente son las primeras que hay que atacar ya que no siempre un disparo a la cabeza será la mejor opción. De nuevo, es otro elemento que añade complejidad al juego e implica primero aprender la mecánica de los enemigos (con investigación en la parte estratégica o a base de prueba y error) y después en la táctica a emplear en el combate.
Para complicar la cuestión, los enemigos cuentan con un nivel de evolución que les permite aumentar sus poderes e incluso variar su táctica. la verdad que el juego no es sencillo y hay enemigos formidables que te pondrán las cosas muy duras. Hay cuatro niveles de dificultad y las dos primeras son las adecuadas para disfrutar al principio. El modo «leyenda» no permite ni un mínimo error y acabarás con los escuadrones arrasados si no estás familiarizado a la perfección con todo ello.
En cuanto a los soldados están divididos en clases y vienen a ser los francotiradores, de asalto, granaderos o de apoyo que encontramos en este tipo de juego. También hay soldados de élite de otras clases que se pueden reclutar desde las facciones y que terminan siendo imprescindibles por su especialización si quieres ganar.
Tienen atributos base (fuerza, velocidad y voluntad) y atributos de apoyo que determinan sus capacidades en combate y pueden mejorarse mediante entrenamiento en las bases y con puntos de habilidad que conseguimos al realizar las misiones. Ello permite subir el nivel de los soldados y en un momento dado añadirles la capacidad de aprender una segunda clase.
Es el toque rolero del juego y se complementa con las armas, armadura o artículos especiales que pueden equipar cada uno de ellos. Y hay un número enorme tanto de soldados como de equipamiento, a los que hay que sumar los vehículos que también se pueden desplegar. Como todo en Phoenix Point, ofrece bastante más opciones en todos los apartados que XCOM, incluyendo que a diferencia de éste no tenemos un grupo centralizado y compartido de soldados y aquí están diseminados en las naves y bases. También tardan bastante más en curarse y recuperar voluntad (importante en el juego para acciones especiales) después de las batalla lo que obliga a un alto nivel de gestión para recogerlos en las naves y situarlos estratégicamente por todo el globo.
Concluyendo para no destriparte más el juego. Como buen amante de XCOM me ha gustado mucho. Phoenix Point es más grande y complejo que éste, con mejor narrativa, con un modo estratégico mucho más diverso y profundo, y un modo de combate táctico con mejoras y tan divertido (y difícil) como de costumbre. No es perfecto; es menos elegante, visualmente más áspero, peor resuelto que el título de Firaxis en algunos apartados y el sonido es bastante flojo en voces y banda sonora, aunque interfaz y textos están localizados al español.
Lo mejor que podemos decir es que las bases están puestas para pulir sus deficiencias en una segunda entrega o para que Firaxis nos ofrezca un futuro XCOM 3 con algunas de las interesantes novedades que nos ofrece el que pretende ser su «sucesor espiritual». Objetivo cumplido sobradamente en mi opinión.
Está disponible en exclusiva en la plataforma Epic Games para equipos con sistema operativo Windows y macOS y en una edición base que tiene un precio de 39,99 euros. Snapshot Studios comercializa otras dos ediciones, Deluxe que incluye contenido digital adicional y la Edición Ultra que incluye el contenido de la anterior y el Pase de temporada con 5 DLC y nuevos sistemas, objetos, unidades, misiones y desafíos.
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