Los smartphones Samsung Galaxy S8 no recibirán Android 10
Si hace unos días dijimos que Android 10 no parecía que fuera a llegar a ningún dispositivo móvil de Samsung antes de la llegada de 2020, ahora nos hacemos eco de que el conocido gigante surcoreano está empezando a desplegar dicho sistema operativo para los Galaxy S10. Además de eso, ahora nos enteramos que Android 10 no va a llegar al Galaxy S8, a pesar de que el hardware incluido en dicha generación de smartphones no está ni mucho menos obsoleto.
El hecho de que Android 10 no vaya a llegar al Galaxy S8 es algo que concuerda con la filtración que publicamos hace unos días. Este tipo de movimientos son tan viejos como habituales en los terminales que usan el sistema operativo de Google, forzando al usuario a tener que renovar su dispositivo, en el mejor de los casos, cada dos o tres años, cuando en la actualidad un PC de gama alta puede tener una vida útil de cerca una década si con el paso del tiempo se acepta una disminución en las exigencias a nivel de rendimiento.
Obviamente, un smartphone que se ha quedado sin soporte no va a dejar de funcionar, pero igualmente supone un perjuicio para el usuario. En primer lugar porque al dejar de recibir actualizaciones no obtiene los últimos parches de seguridad, por lo que se facilita la tarea para que actores maliciosos puedan infectar el sistema con malware. Segundo, tras un tiempo ciertas aplicaciones pueden dejar de funcionar debido a que estas exigen una versión posterior del sistema operativo, que no tiene por qué ser necesariamente la última.
Pese a todo, esto no significa que Galaxy S8 vaya a pasar directamente a ser una generación abandonada. Samsung ha confirmado que tiene programada una actualización de su capa de personalización para esos dispositivos, One UI 2, algo a lo que podrían sumarse actualizaciones seguridad. Todos estos movimientos siguen la política de la compañía de soportar dos versiones mayores de Android en cada generación de sus smartphones tope gama, pero igualmente no deja de ser un desperdicio.
La descarada obsolescencia programada que hay en torno a Android no incita a todos los usuarios a renovar sus dispositivos móviles con diligencia, lo que ha derivado en la acusada fragmentación que tiene dicho sistema operativo, un problema que no ha parado de agrandarse hasta el punto de ser casi imposible de resolver. Sin embargo, no toda la culpa la tienen los fabricantes, ya que Google ha creado Android a partir de una versión muy modificada del kernel Linux, complicando de esta manera la existencia de un kernel genérico que pueda funcionar en cualquier smartphone o tablet. De hecho, hasta el propio gigante de Mountain View quiere desandar parte del camino recorrido y ajustar Android a la rama principal del kernel Linux, intentando además forzar su adopción por parte de sus OEM.
De lograr Google su objetivo de ajustar el kernel de Android a la rama general de Linux, se podría reducir de forma importante la generación de desperdicios gracias a la existencia de un kernel genérico capaz de funcionar en cualquier dispositivo. Esto, más que a los fabricantes, en caso de salir bien beneficiaría sobre todo a las ROM alternativas y las distribuciones GNU/Linux, que por ahora se tienen que conformar con ofrecer un soporte relativamente limitado en comparación con la alta compatibilidad de las máquinas x86, una situación a la que se suma el hecho de que no son tan fáciles de instalar como una distribución Linux en una computadora “de toda la vida”.
Los intentos de ajustar el kernel de Android a la rama principal de Linux tienen todavía más sentido si se tiene en cuenta la existencia de Project Treble, con el que Google busca facilitar la adición de drivers al kernel haciendo que se instalen como si fuesen plugins, reduciendo de esta manera las modificaciones necesarias para soportar hardware adicional.