Así de grande es James Webb, el colosal sucesor del Hubble
En una cavernosa sala limpia del condado de Los Ángeles, Northrop Grumman y los ingenieros de la NASA están construyendo el preciado telescopio espacial de próxima generación: James Webb.
Construido y operado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, será capaz de captar los eventos y objetos más distantes, desde la formación de galaxias y estrellas a la observación directa de exoplanetas y novas. Sucesor del mítico Hubble que nos ha regalado durante tres décadas las imágenes más hermosas del universo profundo, James Webb ofrecerá una resolución y sensibilidad sin precedente en la historia de la cosmología.
¿Cómo de grande será el James Webb?
En astronomía el tamaño sí importa. Para que nos hagamos una idea del tamaño del James Webb, la NASA ha tuiteado una imagen que muestra un humano en una grúa junto a una parte del gigantesco satélite de detección cósmica. En ella vemos unos hexágonos dorados que son los espejos del telescopio espacial. Y hay una buena razón para que sean tan grandes.
«La sensibilidad de un telescopio o la cantidad de detalles que puede ver, está directamente relacionada con el tamaño del área del espejo que recoge la luz de los objetos que se observan», explican desde NASA. «Un área más grande es capaz de recoger más luz, al igual que un recipiente grande es capaz de recoger más agua de lluvia que en uno pequeño».
El telescopio tendrá 18 hexágonos para formar el espejo primario de 6,5 metros, casi el triple que el del Hubble. Es tan grande que no tenemos lanzadores espaciales preparados y por ello los hexágonos se desplegarán una vez abierto en órbita el telescopio. Otro elemento gigantesco es el parasol. Encargado de proteger el conjunto y mantener los espejos y los instrumentos científicos a temperaturas cercanas al cero absoluto tendrá el tamaño de una cancha de tenis.
James Webb contará también con otro grupo de espejos secundarios y terciarios para eliminar aberraciones ópticas, y un espejo adicional de dirección, que puede ajustar su posición automáticamente varias veces por segundo para proporcionar la estabilización de las imágenes.
El proyecto ha tenido numerosas demoras en su construcción y lanzamiento, derivados de su complicación técnica y aumento de costes. «El telescopio espacial James Webb es el proyecto astronómico más ambicioso y complejo jamás construido, y darle vida es un proceso largo y meticuloso. La espera será un poco más larga, pero la revolución en ciencia que permitirá merecerá la pena», comentó el director de la Agencia Espacial Europea, Günther Hasinger.
El proyecto tendrá un coste final cercano a los 10.000 millones de dólares y se espera ponerlo en el mercado el 21 de marzo de 2021. Será una buena inversión si cumple con los ambiciosos objetivos de la misión: captar la formación de las primeras galaxias después del Big Bang; búsqueda de huellas químicas de vida en satélites como Encelado u observar el grupo de exoplanetas más prometedores, TRAPPIST.
Y para el futuro apunta WFIRST, el primer observatorio espacial que permitirá a los científicos buscar con precisión agua, metano, dióxido de carbono y otros gases que podrían indicar la presencia de actividad biológica. El premio es por el que suspira cualquier astrónomo: probar la existencia de otros mundos fuera del Sistema Solar con la capacidad de albergar vida.