Death Stranding genera controversia: más película que juego
Tras una larga espera y unos avances que más que solventar dudas no hacían más que generar nuevas incertidumbres, finalmente hoy se estrena Death Stranding, la nueva obra maestra de Hideo Kojima, pero ¿es realmente bueno?
Medios internacionales
- Digital Chumps– 10
- Trusted Reviews– 10
- Atomix– 10
- Washington Post– 9,0
- GameSpot– 9,0
- LevelUp– 8,5
- Games Radar– 7,0
- IGN– 6,8
- VG247– 6,0
- Gigant Bomb– 4,0
- Stevivor– 3,5
Repasando los primeros análisis y reviews de los medios internacionales, tal y como cabría esperar, nos encontramos con unas opiniones muy diferenciadas en las que sólo se puede encontrar un punto en común: el enorme factor cinematoráfico.
Y es que tal y como ha declarado el propio Kojima en más de una ocasión, «Al igual que el cuerpo humano es 70 por ciento de agua, yo soy 70 por ciento de película«.
Algo que parece no haber gustando tanto a los propios jugadores, cuyas valoraciones han sido bastante más críticas descendiendo hasta una primera nota final que apenas ronda un 6,2 sobre 10.
Lo primero que hay que aclarar es que Death Stranding es la primera entrega producida y dirigida enteramente por el estudio independiente de Kojima Productions, por lo que el juego guarda poca relación con las anteriores entregas de la saga Metal Gear, donde también intervino en gran medida Konami.
Aunque sí que se pueden apreciar grandes similitudes e inspiración por parte de la última entrega de esta, Phantom Pain.
De esta manera, aunque existen momentos de sigilo y combates, el objetivo principal de este juego no es otro que transmitir unas emociones de manera que, dependiendo de cada uno, toda persona pueda sacar sus propias interpretaciones y conclusiones.
Es por eso por lo que uno de los factores más curiosos e importantes de Death Stranding es que está protagonizado íntegramente por actores y directores de primer nivel como Norman Reedus, Mads Mikkelsen o Guillermo del Toro, entre otros.
Sin embargo, esto no sólo no debería ser un punto en contra, sino que, como en otras entregas como «Beyond Two Souls» o «Until Dawn», la gran interpretación de estos profesionales no supone más que un aporte increíble al dramatismo.
No obstante, cuando la presencia de estas actuaciones se limita a una sucesión de largas e incontables cinemáticas en las que el jugador tendrá una intervención mínima o inexistente, acaba por resultar cargante e incluso frustrante, algo que se podría haber evitado fácilmente con una mayor inclusión de los «Quick time events» presentes en otros títulos de aventura gráfica interactiva.
Así pues, las mayores quejas de los usuarios se centran en la falta de una mayor jugabilidad, destacando la poca interacción que se requiere, y un enorme factor de repetición y simpleza para las misiones fuera de la historia principal.
Unos problemas todavía más acentuados por el uso de un menú y unos controles poco intuitivos y difíciles de dominar, y un enorme mapa por el que tendremos que desplazarnos, casi en la totalidad de las ocasiones, a pie.
Pero no todos los comentarios son negativos. Sí que se alaba en gran medida el gran despliegue técnico de los entornos y los personajes, con unos gráficos dignos de cualquier triple A actual, algo en parte logrado gracias al uso del motor DECIMA Engine ya integrado en «Horizon: Zero Dawn», o el renderizado de expresiones de los propios protagonistas.
Es por eso por lo que muchos de los primeros análisis del juego están coincidiendo en que «ser una gran película no lo convierte en un buen juego«.