Chuwi HeroBook, análisis: un portátil barato y equilibrado
El Chuwi HeroBook se perfila como el prototipo perfecto de portátil barato, de hecho es el más vendido en Amazon España, un dato que, sin duda, ilustra por sí solo la buena acogida que ha tenido este equipo en nuestro país.
Sí, ya sé lo que estáis pensando, que estamos ante otro portátil barato con un procesador Atom y que su rendimiento será muy flojo, y sí, estáis en lo cierto, el Chuwi HeroBook viene con un procesador Intel Atom X5 E-8000, pero si lo valoramos en conjunto y tenemos en cuenta su precio de venta, 219 euros, nos daremos cuenta de que ofrece un valor bastante sólido para lo que cuesta.
Gracias a Chuwi he podido probar una unidad del HeroBook durante un par de semanas, y estoy listo para compartir con vosotros mi experiencia. Antes de empezar quiero recordaros que estamos ante un portátil básico con un precio muy bajo, y que por tanto no podemos compararlo con lo que ofrecen equipos que cuestan el doble o el triple que él.
Ahora sí, poneos cómodos que empezamos.
Chuwi HeroBook: primer vistazo
Estamos ante un portátil barato con un formato de pantalla de 14,1 pulgadas con resolución 1080p (Full HD) y un acabado que reduce de forma significativa los reflejos. Como no podía ser de otra forma Chuwi ha recurrido al policarbonato (plástico) para construir el chasis del HeroBook, algo que ha permitido reducir significativamente el precio a costa de un acabado estándar.
Se nota bastante la diferencia en calidad de acabados frente al LapBook Plus, pero debo decir que gracias al diseño que ha mantenido Chuwi en el HeroBook el equipo en general luce bastante bien. Una vez que lo tenemos en las manos nos llama la atención que a pesar de ser muy ligero tiene un tacto bastante sólido. No he apreciado ningún tipo de crujido ni puntos endebles que me hayan hecho dudar de su calidad de construcción, incluso la bisagra, que suele ser uno de los puntos más problemáticos cuando hablamos de equipos económicos, cumple sin problema, algo muy positivo ya que hablamos de un portátil de 219 euros.
Como anticipamos Chuwi ha utilizado un chasis terminado en plástico, pero el diseño y las líneas del teclado le dan un aspecto bastante llamativo. No luce nada mal para su precio, y el tacto del teclado es mejor de lo que esperaba. Sí, como vemos falta la «Ñ», por desgracia es un clásico en los portátiles de la compañía china, pero la respuesta de las teclas es muy bueno y permite una escritura totalmente fluida. Lo mismo ocurre con la almohadilla táctil, que tiene un tamaño bastante «generoso» y funciona sin problemas tanto en los desplazamientos como en los toques (clics).
Para reducir costes se ha eliminado el sistema de iluminación LED que encontramos en otros modelos más caros. No es un problema, ya que como dijimos no se han hecho sacrificios en otros aspectos mucho más importantes, como la calidad del teclado y la almohadilla táctil.
Antes de pasar a contaros nuestra experiencia de uso vamos a ver las especificaciones completas del HeroBook:
- Pantalla de 14,1 pulgadas con resolución 1080p y acabado que reduce los reflejos.
- Procesador Intel Atom X5 E8000 con cuatro núcleos y cuatro hilos a 1,04 GHz-2 GHz, modo normal y turbo.
- GPU integrada Intel HD con 16 unidades de ejecución.
- 4 GB de memoria RAM.
- 64 GB de capacidad de almacenamiento de tipo eMMC 5.1.
- Ranura para tarjetas microSD de hasta 128 GB.
- Teclado cómodo y de gran tamaño.
- Batería de 37,24 vatios hora.
- Altavoces estéreo.
- WiFi 4 (N) integrado y Bluetooth.
- Cámara frontal de 0,3 MP.
- Dos puertos USB 3.0, salida micro HDMI y jack para auriculares.
- Ranura para SSD M.2.
- Windows 10 como sistema operativo.
- Medidas: 33,2 x 22,5 x 2,13 cm.
- Peso: 1,48 kilogramos.
Nuestra experiencia: un portátil barato bastante competente
Como de costumbre nada más encender el equipo nos encontramos con el proceso de instalación de Windows 10, que completamos sin ningún tipo de problema. El HeroBook viene con la versión 1803, es decir, con la April 2018 Update. Es la que mayor cuota de mercado tiene a día de hoy y la más estable, así que entendemos perfectamente que Chuwi haya optado por ella en lugar de ir a por otra más actual.
Ya lo dije a la hora de analizar el LapBook Plus y lo repito, el proceso de instalación es muy importante por una razón muy sencilla, y es que puede marcar la diferencia entre un equipo funcional y un RMA directo. En más de una ocasión he tenido ese problema con algunos equipos chinos, así que merece la pena tenerlo en cuenta.
Nada más llegar al escritorio de Windows 10 y empezar a descargar aplicaciones y herramientas pude confirmar que todo había salido bien y que el rendimiento era aceptable. El Intel Atom X5 E8000 no es un procesador pensado para mover aplicaciones exigentes, pero se maneja bien con tareas sencillas, incluyendo la navegación web, la ofimática y la reproducción de contenidos multimedia.
En líneas generales con un par de pestañas abiertas y sin una gran carga de trabajo en segundo plano la experiencia de uso entra dentro del mínimo aceptable. Podemos abrir una página web en unos pocos segundos (siempre dependiendo de su complejidad), reproducir contenidos multimedia con fluidez y disfrutar de Netfix sin ningún tipo de problema.
Obvia decir que no podemos pedirle mucho más, en cuando intentamos llevar a cabo alguna tarea compleja la carga de la CPU sube al 100% y se empiezan a notar las carencias del sistema. Por lo que cuesta es evidente que no podemos pedirle mucho más. Sus 4 GB de memoria RAM encajan perfectamente en el conjunto, pero los 64 GB se quedan cortos.
Debido al espacio que ocupa Windows 10 nos quedan poco más de 40 GB libres, así que es recomendable considerar la instalación de una unidad de almacenamiento adicional. Por suerte lo tenemos muy fácil a la hora de ampliar el HeroBook, ya que podemos montar un SSD en formato M.2 gracias a su ranura de fácil acceso, u optar por una tarjeta microSD que podremos introducir en su ranura lateral.
Bien, la experiencia de uso es aceptable en un entorno básico y no tendremos problemas siempre que seamos conscientes de las limitaciones que implica ese Atom, pero la calidad de la pantalla y la del teclado rayan a un nivel bastante bueno. A pesar de que no tenemos un panel IPS los ángulos de visión de la pantalla que monta el HeroBook están por encima de lo que cabría esperar de un portátil barato, y lo mismo ocurre con el teclado y la almohadilla táctil. Esto es muy positivo, ya que estamos ante un equipo pensado principalmente para ofimática, navegación web y contenidos multimedia, así que el teclado, la pantalla y la almohadilla táctil juegan un papel fundamental.
Los altavoces ofrecen un sonido bastante plano y apagado, pero entran dentro de lo que podemos considerar como normal en un portátil de este rango de precios. El funcionamiento del equipo es totalmente silencioso, gracias a su diseño sin ventiladores, y la autonomía es buena, ya que he logrado medias de 8 horas de uso continuado.
Notas finales: un portátil barato pero equilibrado
Os cuento un secreto, me gusta probar portátiles de gama baja porque me encanta descubrir los límites de la informática moderna, ver dónde esta la línea que separa lo óptimo de lo básico, y la que marca la frontera entre lo básico y lo inútil.
El HeroBook de Chuwi es un equipo interesante. A simple vista da la impresión, por sus especificaciones, de que va a ser un pisapapeles sin sentido, pero cuando vemos cómo se comporta trabajando con tareas sencillas y descubrimos la calidad que ofrece su pantalla, el buen tacto del teclado y la excelente respuesta de la almohadilla táctil nos damos cuenta de lo malos que son los prejuicios.
Su autonomía y su movilidad son otros dos puntos a tener en cuenta. Es un equipo ligero y fácil de transportar que podrá aguantar sin problemas hasta 8 horas de trabajo moderado.
No me malinterpretéis, es un portátil barato y como tal ofrece unas prestaciones muy limitadas, pero están bien ajustadas para el precio que tiene, lo que lo convierte en una buena opción para todos aquellos usuarios que tengan un presupuesto muy limitado y quieran un equipo económico sin tener que renunciar a un mínimo de calidad y de rendimiento.