Prácticos
8 medidas para mejorar la privacidad de Chrome
La privacidad de Chrome siempre ha sido un tema controvertido. Por un lado se trata de un navegador con avanzadas características a nivel de seguridad, siendo uno de los pioneros en incluir el sandboxing (aislamiento de procesos). Por otro, el hecho de que Google sea la propietaria del producto hace que muchos pongan en duda la privacidad que ofrece, siendo acusado en los últimos tiempos de ser un spyware.
Si bien Chromium es de código abierto y se puede saber con bastante precisión cómo trabaja la privacidad, en Chrome las cosas no están tan claras al ser de código cerrado (privativo). Esto es posible gracias a que la mayor parte del código fuente de Chromium está publicado bajo licencias permisivas que dejan la puerta abierta a cerrarlo en productos derivados (esto también pasa con el FreeBSD que usa PlayStation). Como consecuencia solo nos queda aferrarnos a los términos de uso y a la palabra de Google en lo que respecta a la privacidad ofrecida por Chrome.
Sin embargo, que Chrome ofrezca dudas a nivel de privacidad no quiere decir que no se puedan mitigar sus presuntos defectos en esta área, por eso vamos a aprovechar para publicar ocho consejos que tendrían que ayudar en este aspecto.
Mejorando la privacidad de Chrome desde la configuración
La configuración de la privacidad en Chrome está un poco escondida, ya que para acceder a ella hay desplegar la “Configuración avanzada” de la aplicación. Una vez se haya llegado a la sección, lo recomendable es prácticamente invertir las opciones que nos aparecen, inhabilitando “Permitir el inicio de sesión de Chrome” (una característica que en su momento generó bastante polémica por la falta de control de la privacidad), “Permitir a los sitios web saber si tienes métodos de pago guardados” (esto, cuanto menos expuesto, mejor) y “Cargar previamente las páginas para que la navegación y las búsquedas sean más rápidas”, mientras que sería muy recomendable habilitar “Enviar una solicitud de no seguimiento con tu tráfico de navegación”, siendo esto último el conocido Do Not Track.
Luego hay que dirigirse a la sección “Servicios de Google y sincronización”. En “Otros servicios de Google” hay que inhabilitar “Autocompletar búsqueda y URLs”, “Mostrar sugerencias de páginas similares cuando no se encuentre una página”, “Ayudar a mejorar la seguridad de Chrome”, “Ayudar a mejorar las funciones y el rendimiento de Chrome”, “Mejorar las búsquedas y la navegación” y “Revisión ortográfica mejorada”, dejando solo habilitada la “Navegación segura”. Aunque esta última característica envía datos a Google, es mejor tenerla habilitada por si acaso nos encontramos con sitios web maliciosos.
No permitir que los sitios web obtengan nuestra localización
Uno de los datos más solicitados desde hace tiempo por muchos sitios web es la ubicación del usuario. Dentro de “Configuración del sitio web”, en las opciones de privacidad de Chrome, está la sección de Ubicación, en la cual recomendamos tener activada la opción “Preguntar antes de acceder”. Obviamente, lo lógico es rechazar la petición de conocer la localización en toda web que lo solicite.
Limitar las cookies
También dentro de “Configuración del sitio web”, pero en la sección Cookies, es recomendable habilitar “Conservar datos locales solo hasta que salgas del navegador” y “Bloquear cookies de terceros”. Se podría inhabilitar “Permitir que los sitios guarden y lean datos de cookies”, pero esto acabaría mermando la experiencia de navegación. Si bien es bueno poner sobre la mesa el debate sobre los abusos que cometen ciertas partes en materia de privacidad, no es menos cierto que quien quiera privacidad absoluta lo mejor que puede hacer es abandonar Internet.
Cambiar el buscador por defecto
Del vasto ecosistema de Google se pueden distinguir tres grandes puntales: el buscador, Chrome y Android. Esto hace que cambiar el buscador a otro más comprometido con la privacidad sea importante para no estar suministrando datos constantemente a la multinacional.
Aquí recomendamos dos opciones, DuckDuckGo y Qwant, ambos fuertemente comprometidos con el GDPR. El primero está disponible desde la configuración de Chrome, mientras que el segundo se tiene que añadir manualmente o bien puede aparecer en la lista de “Otros buscadores” una vez haya sido utilizado desde la navegación web estándar.
Utilizar bloqueadores de rastreadores
Añadir herramientas que permitan bloquear los rastreadores de Internet puede terminar siendo fundamental para proteger la privacidad. Si bien Chrome incluye algunas posibilidades al respecto, herramientas como Ghostery y Privacy Badger ofrecen soluciones más integrales.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que Google tiene enfilados a los bloqueadores de publicidad, por lo que este tipo de herramientas podrían ver su radio de acción limitado en un futuro no muy lejano.
No guardar direcciones ni métodos de pago
En Internet es importante no exponer datos excesivamente personales, como nuestra dirección postal, cuentas bancarias, tarjetas de crédito, miembros de la familia, etc. Como consecuencia, recomendamos almacenar datos como las direcciones y las vías de pago en la menor cantidad de sitios web y aplicaciones posibles, por lo que sobra guardar esos datos en un navegador web.
Cuidado con la sincronización
La sincronización es un arma de doble filo, ya que permite tener un respaldo de los datos, pero almacenándolos en la nube. Con el paso de los años esta característica se ha masificado debido a que los usuarios demandan disponer de los mismos datos independientemente de que estén usando Windows, macOS, Linux, Android o iOS.
En caso de usarse el servicio de sincronización de Chrome recomendamos encarecidamente la activación mediante una clave adicional para obtener protección adicional en lugar de solo con la cuenta de Google. Además, se puede almacenar las contraseñas en un servicio aparte con su propia contraseña de acceso utilizando un gestor de contraseñas.
¿Pasarse a Firefox?
En la actualidad hay dos frentes que pueden servir como motivos para cambiar a Firefox:
- Mozilla tiene un compromiso con la privacidad: De hecho, es el aspecto que más está explotando en la rivalidad comercial que mantiene con Google Chrome. Firefox habilita por defecto ciertas medidas a nivel de privacidad y pone a disposición potentes posibilidades sin tener que recurrir a extensiones de terceros.
- Extensiones limitadas a la hora de bloquear la publicidad: Esto podría terminar perjudicando no solo a Chrome, sino también a Chromium y cualquier otro navegador basado en él que se apoye en la Chrome Web Store para la instalación de extensiones. Al estar totalmente desvinculada de Chromium, Mozilla puede establecer sus propios criterios para las extensiones, y lo más lógico es que opte por aquellos que sean más favorables a la privacidad.
Conclusión: La privacidad de Chrome puede empeorar
Las circunstancias que hemos ido mencionando a lo largo de este artículo dejan puertas abiertas a la preocupación. El hecho de ser software privativo, las intenciones de limitar los bloqueadores de publicidad y las acusaciones de ser un spyware están contribuyendo a deteriorar la no muy buena imagen que tiene el navegador de Google de cara a los defensores de la privacidad, a pesar de contar con avanzadas características en materia de seguridad.
Además de seguir estos consejos para reforzar la privacidad de Chrome, los usuarios de Linux con gráficas AMD pueden seguir estos pasos adicionales para mejorar la experiencia a nivel de aprovechamiento de la GPU (que también pueden ser realizados por los usuarios de Linux con gráfica Intel o NVIDIA, Windows y macOS si no están satisfechos de los resultados que obtienen).
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