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Análisis

AOC AG273QCG, análisis: un monitor con G-Sync que presume de curvas

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El mercado de los monitores para gaming se ha convertido en un auténtico caos. Hoy en día podemos encontrar una gran cantidad de opciones en diferentes configuraciones y prestaciones, aunque por regla general tenemos dos grandes vertientes: monitor con G-Sync para disfrutar de una buena experiencia con tarjetas gráficas GeForce GTX o monitor con FreeSync para hacer lo propio con tarjetas gráficas Radeon de AMD.

Sí, ya sé que hay algunos monitores con FreeSync que han sido certificados para funcionar sin problemas con G-Sync, pero en España todavía no tenemos muchas opciones disponibles, así que hay que tener mucho cuidado si tenemos pensado recurrir a esta opción para utilizarlo con tarjetas gráficas GeForce. Es crucial asegurarnos de que el modelo exacto que vamos a comprar es compatible, ya que de lo contrario puede que nos acabemos llevando un disgusto.

Sé que muchos de nuestros lectores todavía tienen dudas sobre qué hay detrás de un monitor con G-Sync, sobre la experiencia de uso que ofrecen y, especialmente, sobre si realmente valen la inversión que representan frente a un monitor estándar. Es una pregunta complicada, ya que debemos tener en cuenta muchas variables, pero gracias a la firma AOC España podemos daros la respuesta que os merecéis.

Durante las últimas dos semanas he tenido la oportunidad de probar una muestra del monitor AOC AG273QCG con G-Sync que nos han cedido, y hoy, por fin, estoy listo para compartir con vosotros mis impresiones. Como de costumbre hay mucho que contar, así que poneos cómodos que empezamos.

¿Qué es un monitor con G-Sync?

El nombre G-Sync que utiliza NVIDIA da nombre a una tecnología que se centra en eliminar dos grandes problemas que están presentes en juegos desde «tiempos inmemoriales». No quiero ponerme solemne, es cierto, el stuttering y el tearing son dos errores muy molestos que llevan entre nosotros varias décadas.

Cuando hablamos de stuttering estamos haciendo referencia a un fallo que se produce en la sincronización de fotogramas. Por ejemplo, para crear una escena completa es necesario que el sistema reciba una serie de fotogramas perfectamente ordenados, ya que de lo contrario notaremos una pérdida de fluidez que puede llegar a ser muy molesta.

Es importante tener en cuenta que no está asociado a un problema de rendimiento, de hecho puede ocurrir perfectamente cuando tenemos desbloqueada la tasa de FPS (en opción variable) y superamos holgadamente los 60 FPS. Aquí lo importante es la latencia en el renderizado de cada fotograma, es decir, el retraso que se produce entre cada uno de ellos.

Por su parte el tearing es un fallo que produce la aparición de líneas horizontales en la pantalla que dan la sensación de que la misma «se ha roto». Se produce cuando la tasa de FPS que obtenemos es superior a la tasa de refresco de nuestro monitor.

Bien, para resolver ambos problemas contamos con varias opciones. La más clásica, y también la más conocida, es la opción V-Sync, que  podemos activar en la mayoría de los juegos actuales y que «ordena» a la tarjeta gráfica trabajar para igualar los FPS a la tasa de refresco de nuestro monitor. Así, si tenemos un monitor de 60 Hz debemos activar el V-Sync a 60 FPS.

Con esto pondremos punto y final al tearing, pero el stuttering puede no resolverse por completo. Las irregularidades en los tiempos de renderizado y las caídas de rendimiento por debajo del mínimo asociado al V-Sync (por ejemplo 60 FPS siguiendo con el ejemplo anterior) harán que notemos, de nuevo, esos pequeños y molestos parones.

Hacer que los FPS se adaptasen a la frecuencia de refresco presentaba carencias importantes que se confirmaron con el V-Sync, y fruto de ello nació la tecnología de refresco adaptativo, utilizada tanto en G-Sync como en Free Sync. Lo que hace es igualar la tasa de refresco del monitor a los FPS que está generando la tarjeta gráfica, es decir, trabaja justo al revés comparado con el V-Sync.

Es una idea interesante, pero representa una carga de trabajo para la tarjeta gráfica que puede afectar al rendimiento. Por ello NVIDIA patentó la tecnología G-Sync y la centró alrededor de un hardware dedicado que se ocupa de realizar esa tarea, lo que al final ofrecía un mejor resultado pero a costa de encarecer el precio de los monitores.

Con FreeSync de AMD es la tarjeta gráfica la que asume esta carga, lo que elimina ese coste adicional y abarata la adopción de esta tecnología en monitores. En sus inicios no estaba al mismo nivel que G-Sync, pero con la introducción de FreeSync de segunda generación la cosa ha cambiado hasta tal punto que, como dijimos, NVIDIA ha acabado cediendo y ha otorgado licencias de compatibilidad con G-Sync en ciertos monitores FreeSync.

AOC AG273QCG: primer vistazo

Ahora que tenemos claro qué es la tecnología G-Sync y qué papel juega en un monitor podemos centrarnos en el análisis del AOC AG273QCG, un monitor que posiciona dentro de lo que podemos considerar como gama alta, ya que tiene un precio de 729 euros.

Un precio elevado conlleva una gran responsabilidad, y ese es, sin duda, el gran problema que tiene el AOC AG273QCG, aunque sobre este tema hablaremos más tarde. Primero toca ver el diseño, la calidad de acabados y las especificaciones que ofrece este monitor.

Mis primeras impresiones al sacarlo de la caja han sido buenas. El montaje es muy sencillo y la calidad de construcción es notable, ya que tanto el brazo como el soporte están terminados en plástico con una acabado en negro y rojo que parece metal. En la parte trasera tenemos una zona circular con una iluminación LED RGB bastante discreta que le da un toque de color y que encaja en la estética gaming que se ha creado alrededor de las luces LED.

Las conexiones van integradas en la parte inferior y son de tipo vertical y no horizontal. Esto hace que pueda resultar complicado conectar nuevos dispositivos si tenemos el monitor ubicado en un espacio reducido. Sé que es la tendencia de la mayoría de los monitores actuales, así que no me parece justo tenerlo en cuenta de cara a la puntuación final, ya que al fin y al cabo es la tendencia que ha escogido la industria, pero no cambia el hecho de que es más cómodo contar con conexiones en horizontal.

Cuando terminamos de montar el monitor nos encontramos con un diseño muy bueno y un acabado verdaderamente atractivo. El AOC AG273QCG entra por los ojos y nos seduce con sus curvas, pero como ya sabéis no debemos quedarnos en la fachada, hay que profundizar, y eso es lo que haremos en el siguiente punto. Antes de saltar os dejamos un resumen con las especificaciones clave del AOC AG273QCG.

  • Monitor gaming de 27 pulgadas.
  • Panel TN con una resolución de 2.560 x 1.440.
  • Curvatura R1800, ángulos de visión de 170 grados en horizontal y 160 grados en vertical.
  • Tasa de refresco de 30 Hz a 165 Hz.
  • Iluminación LED RGB integrada en la parte trasera.
  • Tiempo de respuesta de 1 ms.
  • Contraste según el fabricante: 1000:1.
  • Brillo: 400 cd / m²
  • Tecnología G-Sync.
  • Regulable en altura e inclinación.
  • Incluye dos altavoces de 4 vatios.
  • Cuenta con cuatro conectores USB, un conector HDMI 1.4, salida DisplayPort 1.2 y conector jack para auriculares.
  • Medidas y peso: 612,1 mm x 249,4 mm x 439,8 mm, 8,16 kilogramos (con brazo y soporte).

AOC AG273QCG: nuestra experiencia de uso

Como dijimos el AOC AG273QCG es un monitor con G-Sync que a priori llama la atención por sus especificaciones. Es comprensible, ya que hablamos de un modelo no solo incluye dicha tecnología de NVIDIA, sino que además trae un panel curvado de 27 pulgadas, ofrece una resolución equilibrada y tiene una tasa de refresco muy alta.

Las buenas sensaciones se mantienen cuando empezamos a utilizarlo. Nada más conectarlo nos muestra una imagen nítida y limpia, con una representación de colores bastante buena y un nivel de brillo perfectamente ajustado. Disponemos de diferentes opciones para personalizar el AOC AG273QCG a través del menú desplegable que aparece en la zona de la derecha, aunque la utilidad real de muchas de ellas es discutible.

Curiosamente una de las más interesantes es «Light FX», que nos permite elegir diferentes configuraciones predeterminadas para utilizar la iluminación LED RGB trasera o crear perfiles personalizados para conseguir un efecto especial que mejore la inmersión en juegos. ¿Recordáis la tecnología Ambilight de Philips? Pues la idea es prácticamente idéntica.

Para poder utilizar la tecnología G-Sync debemos utilizar el conector DisplayPort 1.2, que viene incluido con el monitor, y contar, al menos, con una tarjeta gráfica GeForce GTX 650 Ti Boost. Los modelos inferiores no son compatibles, aunque ciertamente tampoco son buenas opciones para acompañar a un monitor de este tiempo.

En este sentido, por resolución y tasa de refresco, el nivel mínimo recomendable para sacarle un buen partido al AOC AG273QCG estaría en una GTX 1080 o una RTX 2060, dos tarjetas gráficas con las que podemos jugar en 1440p con calidades máximas o muy altas y mantener tasas de FPS que superan, en la mayoría de los casos, los 100 FPS.

Los resultados que hemos obtenido con la tecnología G-Sync han sido muy buenos, tanto en un equipo de gama alta basado en una RTX 2080 como en un equipo más modesto basado en una GTX 1050. Esto es posible gracias al amplio espectro de soporte que ofrece dicha tecnología, ya que como anticipamos funciona a partir de los 30 Hz y se extiende hasta los 165 Hz. Así, en un equipo poco potente podemos disfrutar de una imagen sin tearing y sin stuttering a 30 FPS. La diferencia, se nota, y mucho.

Con todo, como ya hemos dicho no es recomendable. Hablamos de un monitor de 729 euros, y acompañarlo de una gráfica de poco más de 100 euros es un despropósito.

Nada que objetar en lo que respecta a la tecnología G-Sync, la experiencia ha sido perfecta, pero todavía tenemos otros puntos que valorar. El panel es de tipo TN, una solución muy utilizada en productos gaming competitivos que se caracteriza por ofrecer mejores tiempos de respuesta, pero que como contrapartida tienen una representación del color más pobre y unos ángulos de visión bastante flojos. Si tenéis dudas sobre los diferentes tipos de panel que puede utilizar un monitor os invito a repasar nuestra guía de monitores.

El AOC AG273QCG ofrece una representación de colores bastante buena para tratarse de un modelo equipado con un panel TN, ya que reproduce casi el 95% del espectro de color sRGB y la precisión arroja un Delta E un poco por debajo del 1,6, aunque es cierto que comparado con el monitor con panel VA que utilizo a diario noto una menor intensidad en los colores. Dicho de otra forma, no son tan «vibrantes».

Los ángulos de visión son mejores de lo que me esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que, como dijimos, se trata de un panel TN, pero como podéis ver en las imágenes hay una clara distorsión y nos encontramos ante un monitor que está hecho para ser utilizado en una posición céntrica. Dado que es un monitor para gaming no es un problema importante, pero esto limita considerablemente su uso.

Pasando al brillo nos encontramos con valores máximos de 428cd/m2, un nivel bastante bueno que choca con un contraste de 850:1, resultado, este último, que lo coloca «solo» por encima de la media. Teniendo en cuenta el precio del AOC AG273QCG esperábamos más, obviamente.

La curvatura de la pantalla, unida a los reducidos bordes del monitor, consigue un efecto de inmersión bastante bueno, incluso a pesar de que, como sabrán muchos de nuestros lectores, los acabados curvados dan lo mejor de sí cuando se utilizan en pantallas grandes. Mejora la inmersión y a nivel estético da un toque único al AOC AG273QCG.

No puedo terminar sin hablar de un tema que sé que nos preocupa a todos a la hora de elegir un monitor, los píxeles muertos y las fugas de luz. En la unidad que he recibido no he apreciado ninguno de estos problemas.

Un monitor con G-Sync interesante, pero con carencias

El AOC AG273QCG es un monitor gaming con G-Sync de gama alta que ofrece un diseño muy atractivo y una calidad de acabados notable. La integración de la tecnología G-Sync es perfecta, y viene con todos los conectores que podamos llegar a necesitar, pero tiene puntos mejorables que debemos tener en cuenta.

En este sentido lo más importante radica, como dijimos, en el uso de un panel TN. Sí, tiene una razón de ser, su mayor tasa de refresco, pero las carencias a nivel de calidad de imagen y de ángulos de visión que presenta frente a un panel VA o IPS se dejan notar incluso a pesar de los buenos resultados que consigue el AOC AG273QCG en nuestras pruebas, y obviamente limitan y afectan a la experiencia de uso.

El AOC AG273QCG es un monitor bien planteado que consigue una buena inmersión y nos permite aprovechar al máximo una tarjeta gráfica GeForce compatible con G-Sync. La relación tamaño de pantalla y resolución también está bien ejecutada, pero en general el precio es demasiado alto para lo que ofrece y lo que podemos encontrar hoy en día en el mercado.

Valoración final
7.8 NOTA
NOS GUSTA
Diseño atractivo
G-Sync y 165 Hz
Pantalla curvada
Equilibrado en resolución y tamaño
A MEJORAR
Panel TN
Precio elevado
RESUMEN
El AOC AG273QCG es un monitor que apunta a lo más alto y que logra brillar en algunos aspectos, pero que se ve lastrado por un panel TN y un precio demasiado elevado para lo que ofrece.
Calidad de construcción8
Diseño y acabados8.5
Instalación y configuración9
Características7
Calidad/Precio6.5

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