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5 alternativas similares a Chrome que deberías tener en cuenta
Chrome es desde hace años el gran dominador del mercado de los navegadores web. Su diseño minimalista, la excelente integración con el vasto ecosistema de servicios de Google, la fuerte promoción que ha tenido desde sus comienzos (siendo sugerida su instalación a través de muchas otras aplicaciones como CCleaner) y su capacidad para aprovechar el hardware moderno han sido las claves de su éxito.
Es innegable que Chrome es tecnológicamente muy bueno, sin embargo, a muchos no les gusta el hecho de que esté fuertemente atado a Google y todo lo que abarca, tanto servicios como elementos como la cookie DoubleClick, que es uno de los componentes más importantes de la maquinaria de publicidad del gigante del buscador. Viendo esta situación, hoy aprovechamos para recomendar cinco alternativas similares a Chrome, aunque antes de exponerlas tenemos que empezar por el verdadero comienzo de la historia.
Chromium: el “padre” de Chrome
Aunque no lo parezca, Chrome no es un desarrollo que parta de cero, sino que deriva de un navegador de código abierto llamado Chromium. El parecido del nombre no es ninguna casualidad, ya que la principal desarrolladora y mantenedora de Chromium es la propia Google, que para crear el derivado añade elementos privativos como el DRM para reproducir contenidos de Netflix y Amazon Prime, códecs para mejorar el soporte multimedia y se sospecha que otros elementos dedicados sobre todo a rastrear la actividad del usuario. Este último aspecto ha despertado las susceptibilidades de muchos defensores de la privacidad y es lo que está intentando aprovechar algunos competidores para hacerse un hueco en el mercado.
Como consecuencia, Chromium y Chrome tienen una interfaz idéntica, de hecho el primero es lo mismo que el segundo pero sin los componentes mencionados en el párrafo anterior. Esto es bien conocido por los usuarios de Linux, que suelen tener a Chromium disponible en los repositorios de la distribución que están utilizando, siendo posiblemente en esos círculos donde es más conocido y utilizado.
Pero el hecho de que Chromium sea Open Source ha permitido a otras partes tomarlo como base para sus productos, por lo que existen muchos navegadores basados en él orientados hacia otros propósitos, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de poder disfrutar de sus grandes posibilidades (a nivel de seguridad tiene características avanzadas como el sandboxing) sin tener que estar atado al ecosistema de Google. Ahora sí, vamos a mencionar y explicar cinco de las alternativas similares a Chrome.
Edge Chromium: Microsoft claudica ante el estándar
Ante el fracaso comercial del Edge original, Microsoft ha tomado la decisión de dejar de desarrollarlo y pasarse a Chromium, uniéndose así a la extensa familia de derivados de este último navegador. Como bien dice el conocido refrán, “si no puedes con tu enemigo, únete a el.”
Este cambio puede deberse sobre todo a un intento de reducir costes, ya que además de ahorrarse el desarrollo de una tecnología desde cero, partiendo de una que está muy madura, se facilita la tarea de portar las extensiones.
Edge Chromium cambia totalmente el paradigma y ahora hace una apuesta multiplataforma. Si el Edge original era un producto exclusivo de Windows 10, la nueva versión soporta también Windows 7 y Mac y no se ha descartado la posibilidad de llevarlo a Linux, cosa que a Microsoft le conviene si tenemos en cuenta la cada vez mayor penetración del sistema Open Source entre los desarrolladores.
Veremos si este nuevo navegador consigue tener más éxito. Al menos ahora ofrece un enfoque moderno, ya que posiblemente el excesivo parecido del Edge original con Internet Explorer, con un logo muy similar y el mismo modelo de distribución y enfoque monoplataforma, ha podido ser una de las razones que lo han hecho fracasar.
Opera: VPN gratuito
Opera protagonizó el primer salto de un navegador conocido a Chromium, y la transición no fue nada sencilla, ya que por entonces Opera Software tuvo que renunciar a su propio motor de renderizado, Presto, además de muchas de las características que tenía su antiguo navegador.
Aunque en un principio el cambio le costó perder muchos usuarios, con el paso del tiempo ha sido consiguiendo otros que aprecian su presunta mayor ligereza frente a Chrome. A esto se suma la disponibilidad de un servicio de VPN gratuito desde la navegación de incógnito que permite navegar de forma realmente privada, porque la navegación de incógnito solo sirve para que no queden rastros de cookies y el historial, pero no anonimiza el tráfico.
Si bien incluye características, una interfaz y una tienda de extensiones propias, el actual Opera, al estar basado en Chromium, ofrece una experiencia muy similar a Chrome, compartiendo con este componentes como el depurador. Al contrario de Edge Chromium, Opera sí ofrece un potente soporte multiplataforma, abarcando Windows, Linux, Mac y Android, además de la versión Mini para Android y iOS.
Brave: Te pagan por usarlo
Brave es uno de los navegadores más singulares del mercado. Ante el debate que se ha generado en torno a los bloqueadores de publicidad, que surgieron como respuesta al abuso de eso último por parte ciertas webs, propone un modelo que busca generar ingresos tanto para los sitios web como los usuarios.
Brave ha sido creado por Brendan Eich, “padre” de JavaScript y exCEO de Mozilla, cargo que abandonó en medio de una fuerte polémica. Aparte de algunos aspectos técnicos, posiblemente el modo en que terminó la relación con su exempresa haya sido una de las razones de por qué decidió tomar Chromium como base y no Firefox.
Pero más allá de las rencillas personales, Brave maneja un enfoque bastante revolucionario con Brave Payments, que permite la utilización de una cartera virtual con unos pocos dólares y la configuración de microtransacciones. De esta manera, los sitios web cuyos anuncios han sido bloqueados luego son recompensados con pagos procedentes de Brave Payments. Su fuerte enfoque en la privacidad ha hecho incluya una navegación privada que se conecta con la red Tor.
Tiene versiones para Windows, Linux, Mac, Android y iOS y actualmente se apoya en la tienda de extensiones de Chrome, ofreciendo en este sentido un catálogo mucho mayor que antes.
Vivaldi: muchas posibilidades para los “power users”
¿Eres de esos usuarios que echan de menos aquel viejo Opera con muchas posibilidades? Si la respuesta es afirmativa, Vivaldi es para ti, aunque obviamente si este navegador se encuentra en esta lista no esperes ver a Presto por ninguna parte.
Chromium y muchos de sus derivados se caracterizan sobre todo por el minimalismo, sin embargo, Vivaldi ha decidido ir a contracorriente, siendo una aplicación que ofrece inmensas posibilidades y un alto nivel de personalización, convirtiéndose así en un producto orientado sobre todo a usuarios avanzados o power users, pero que posiblemente termine saturando a otros habituados al minimalismo imperante en los tiempos actuales.
Vivaldi incluye muchas características interesantes, como la de realizar pantallazos a las páginas web y la hibernación de pestañas, que permite liberar recursos mediante la hibernación de pestañas que no está activas. También incluye una potente gestión del historial y la posibilidad de guardar notas.
Este navegador puede ser considerado como un intento de resucitar las esencias de Opera Presto tomando la base de Chromium, cosa que no tendría que sorprender si tenemos en cuenta que la persona detrás de este proyecto es un exCEO de Opera Software.
Si bien no ha tenido la repercusión mediática de Opera, Vivaldi se ha convertido, junto con Brave, en una de esas aplicaciones que añaden cierta personalidad propia a un ecosistema plagado de productos bastante clónicos como el de los navegadores basados en Chromium. Tomando la tienda de Google Chrome para las extensiones, soporta Windows, Linux y Mac, mientras se espera que la versión para Android aparezca en un futuro.
Firefox: La única alternativa real
¿Demasiado protagonismo de Chromium? No son pocas las voces que denuncian el hecho de que la fuerte posición dominante de este navegador es dañina para la web. Tras el cambio de Edge y el declive de Internet Explorer, Firefox y algunos de sus derivados como Pale Moon se han convertido ya en la única alternativa real a la tecnología impulsada por Google, haciendo que su existencia sea posiblemente más importante que nunca.
La tardanza de Mozilla en dar el salto a Quantum ha perjudicado mucho a Firefox, que se ha visto totalmente incapaz de competir tecnológicamente con Chromium durante cierto tiempo. Sin embargo, desde hace un par de años la fundación cuenta con tecnología para plantarle cara de verdad al todopoderoso Chrome, aunque parece que de momento estos logros no se está transformando en un aumento en la cantidad de usuarios, a pesar de haber conseguido reducir enormemente las diferencias desde el punto de vista tecnológico y el rendimiento.
Mozilla tiene bien claro qué baza utilizar para hacer frente al navegador de Google: la privacidad. La fundación ha tomado la decisión de bloquear por defecto ciertos rastreadores, además de ofrecer potentes posibilidades a nivel de privacidad sin tener que recurrir en exceso a las extensiones. Si bien parte de un diseño relativamente minimalista, ofrece grandes posibilidades a nivel de personalización, manteniendo el espíritu original del producto.
Firefox soporta Windows, Mac y Linux de forma consistente, pero en móviles no ha conseguido tener el mismo éxito. Por un lado tenemos una versión para Android que nunca ha conseguido un rendimiento satisfactorio a pesar de utilizar Quantum. Por suerte Mozilla ha decidido tomar cartas en el asunto y crear Fenix, que a pesar de no ser estable todavía ya ha supuesto un gran salto cualitativo frente al producto original. Por otro lado tenemos la versión para iOS, y aquí la situación no es muy halagüeña, ya que Firefox está obligado a utilizar el WebKit impuesto por Apple, aunque sí permite la utilización de la sincronización de Mozilla y otras características propias.
Chrome contra los bloqueadores de publicidad. ¿Es momento de cambiar?
Google está decidida a ponérselo más difícil a los bloqueadores de publicidad en Chrome, y es que el gigante del buscador no parece estar muy contento de ver que desde su propio ecosistema se esté torpedeando su principal fuente de ingresos: la publicidad.
Ante esta situación, Vivaldi, Brave y Opera han mostrado su desacuerdo, mientras que Microsoft parece mantener una posición más ambigua al respecto. Obviamente, aquí sobra decir que Mozilla también está en contra de la decisión que podría tomar Google, pero como Firefox no depende de Chromium, tiene poder absoluto sobre qué dirección debe tomar su producto.
Más allá de si Google termina tomando o no la decisión de ponérselo difícil a los bloqueadores de publicidad, la privacidad de Chrome es algo que se ha puesto en entredicho desde hace mucho tiempo. Afortunadamente, alternativas hay, y de mucha calidad.
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