Procesadores de cuatro núcleos: ¿todavía dan la talla en juegos actuales?

Los procesadores de cuatro núcleos llevan más de una década identificados como el estándar «óptimo» para disfrutar de una buena experiencia de uso en juegos actuales. La importancia de los núcleos a la hora de mover juegos está fuera de toda duda, y la velocidad de trabajo también influye, pero como vimos en este artículo no lo son todo.

La arquitectura utilizada juega un papel clave, ya que será la que determine el proceso de fabricación y el IPC (rendimiento bruto) de cada procesador. Por ejemplo, los Core 2 Quad Q6600 y Core i5 6600 son procesadores de cuatro núcleos, pero utilizan arquitecturas muy diferentes y tienen, por tanto, un rendimiento muy distinto.

Hace un par de meses también hablamos del tema de los núcleos y los videojuegos en un artículo en el que vimos cuántos núcleos necesitamos para jugar. En ese artículo pudimos confirmar que los procesadores de cuatro núcleos siguen dando la talla en la mayoría de los juegos, aunque su posición de nivel «mínimo óptimo» queda en entredicho, ya que cada vez son más los títulos que pueden escalar en procesadores que cuenten con seis núcleos físicos, o con cuatro núcleos y ocho hilos, una realidad que los chicos de Hardware Unboxed han puesto de manifiesto en el vídeo que acompañamos.

La conclusión que podemos sacar del vídeo es, precisamente, la misma que os dimos hace un par de meses: los procesadores de cuatro núcleos y ocho hilos marcan una diferencia clara en muchos juegos, y por ello es justo reconocer que se han convertido en el nuevo nivel mínimo recomendable si queremos montar un PC para jugar con garantías, aunque lo ideal es apuntar al menos a un procesador con seis núcleos físicos, como el Ryzen 5 2600, por ejemplo.

Ahora mismo nos encontramos en una situación complicada y sé que esto puede llevaros a tener dudas. Los juegos más punteros han dejado de limitarse a sacar partido de procesadores de cuatro núcleos y esa tendencia a aprovechar CPUs con mayor capacidad multihilo está además en una clara fase pre-transición, es decir, irá a más una vez que se presenten Xbox Scarlett y PS5.

Como ocurre con la llegada de cada nueva generación de consolas habrá un aumento de los requisitos mínimos y recomendados en juegos. A nivel GPU es probable que empecemos a ver las RX 570-RX 580 y GTX 1060 listadas como requisitos mínimos, y las GTX 1070 Ti-1080 como recomendadas. En lo que respecta al procesador los chips de cuatro núcleos y ocho hilos podrían acabar como requisito mínimo, y los de ocho núcleos y dieciséis hilos como requisito recomendado.