Cómo activar el modo oscuro en Facebook Messenger

Cada vez son más los usuarios que demandan la implementación de un modo oscuro para sus aplicaciones favoritas, desde navegadores web hasta las aplicaciones de mensajería. Primero fue Telegram, después vino WhatsApp, y finalmente Facebook Messenger.

Disponible en todo el mundo para las versiones más actuales de iOS y Android, aunque esta función ya ha sido estrenada, el motivo de que permanezca oculta es porque todavía está en fase de pruebas, por lo que es posible que aún no esté adaptada para todos los dispositivos. Esto implica que, aunque sigas los siguientes pasos, es posible que no puedas activar el modo oscuro aún.

Sin embargo, si quieres saber si eres uno de los pocos privilegiados, tan sólo tendrás seguir estos simples pasos para desbloquear las opciones ocultas:

• Desde la aplicación del móvil, abre cualquiera de tus chats (independientemente de si es persona, grupo o página)
• Envía el emoji de luna creciente.
• Si a continuación ves una «lluvia de lunas», significará que tu teléfono es compatible con esta versión de prueba del modo oscuro.
• A continuación, volveremos al menú principal de Messenger, y seleccionaremos nuestra foto, arriba a la izquierda, para entrar a la configuración del perfil.
• Una vez aquí, encontraremos la nueva opción para activar y desactivar el modo oscuro.

Así pues, el modo oscuro llega junto con la actualización 4.0 de Facebook Messenger, pero esta no es la única mejora oculta. Y es que además del fondo negro, también podremos cambiar y ajustar el color de los globos de las conversaciones. La única pega es que tendremos que ajustarlo individualmente para cada chat, a través del icono de información en la parte superior derecha.

Además, hemos podido comprobar que, si bien funciona para chats individuales y grupos, esta opción de color no está disponible para las conversaciones con el resto de perfiles.

El modo oscuro es un tema gráfico que mejora la visualización en algunos entornos, protege los ojos de los usuarios y también algunas pantallas, especialmente las OLED, más propensas a problemas debido al aumento del contraste que emplea esta tecnología.