Mages of Mystralia, análisis: rol descafeinado bajo el sello D&D

Con todo el mundo pendiente de entregas como Anthem o Apex Legends, parece Nintendo sigue apostando fuerte con los títulos y desarrolladoras independientes, con pequeñas grandes obras como la reciente adaptación de Mages of Mystralia.

Y es que, con una historia escrita por Ed Greenwood, escritor de las historias de Forgotten Realms presentes en Dungeons & Dragons, Baldur’s Gate y Neverwinter Nights, esta corta pero intensa experiencia de aproximadamente unas 15 horas de juego resulta algo muy recomendable para los amantes de la fantasía clásica, las aventuras y la magia.

Quizás por el propio nombre que la respalda, sin embargo, la historia del juego no ha logrado cumplir todas nuestras expectativas: en algunos momentos resulta predecible, con apenas un par de giros argumentales, y presentando demasiados clichés.

Así pues, nos adentraremos en el mundo de Mystralia, antaño reinada por los Magos Soberanos, y que actualmente se encuentra bajo una prohibición de la magia. Hecho que no puede impedir que cada diez años nazca un joven bendecido con el don de la hechicería como Zia, la pequeña protagonista de esta historia.

Tras un incendio provocado por sus desconocidos poderes, Zia es desterrada de su pueblo a los bosques, el lugar donde conoce a su mentor, un experimentado mago que la guiará por el sendero del conocimiento y la preparará para enfrentarse al gran peligro que se avecina.

Magia, rompecabezas y un extraño grimorio de encantamientos parlante nos acompañarán a lo largo de esta épica historia de magia clandestina.

Lo más destacable de Mages of Mystralia es sin duda el sistema de creación de conjuros. Aunque en el grimorio que encontramos al principio sólo contenga cuatro hechizos básicos basados en elementos primarios como el rayo, fuego, hielo y tierra, estos podrán ser modificados y combinados para darles más poder.

Para ello, deberemos ir recopilando distintas runas con la que otorgarles diferentes cualidades como magnitud, que hará que crezca de tamaño, impacto, que hará que al impactar con un enemigo se produzca otro hechizo de nuestra elección, o mover, que nos permitirá utilizar elementos como llamas estáticas para convertirlos en potentes bolas de fuego.

Estas runas las podremos conseguir mediante la resolución de algunos sencillos puzles que nos proponen para abrir algunas puertas consisten en unir unos puntos con diferentes enlaces.

Además de esto, podemos especializarnos directamente en los propios elementos, lo cual nos proporcionará una manera de jugar totalmente personalizada dejándonos crear nuevos ataques y adaptarnos a cada situación.

Sin embargo, aunque este arsenal de hechizos que presenta Mages of Mistralia aumente gradualmente su complejidad, contaremos con un sistema de archivo y acceso rápido con el que podremos nombrar y guardar los múltiples hechizos que vayamos creando.

Para aquellos que busquen un reto, aunque los controles básicos se dominan fácilmente, tendremos también la posibilidad de seleccionar entre tres niveles de dificultad, haciendo que derrotar a algunos enemigos débiles como los goblins, se convierta en un verdadero reto.

La banda sonora del juego, completamente interpretada por Video Game Orchestra, resulta bastante agradable, aunque se queda en algo poco destacable al limitarse a una discreta música de ambiente para los escenarios.

Por otro lado, el diseño artístico de Mages of Mystralia nos ha parecido bastante acertado, ya que la presentación de dibujos animados de estilo infantil y los diálogos superpuestos a modo cómic, consiguen un estilo muy agradable a la vista y acorde con la madurez de nuestra protagonista.

Todo ello acompañado del motor gráfico Unity, con unos diseños 3D muy bien delimitados para los personajes, escenarios, enemigos y los efectos de la magia. Sin embargo, a diferencia de la versión de PC, no contaremos con acceso a ninguno de los ajustes de las opciones gráficas, perdiendo también la posibilidad de ajustar la calidad de las texturas o las sombras, resultando estas últimas algo pobres y poco pulidas en los primeros planos.

Un resultado que provoca que el juego sólo sea capaz de correr a un máximo de 720p en el modo portátil, sin alcanzar los 1080p en el modo televisor, y sin llegar a lograr mantener una estabilidad en los 60 fps. Algo que aunque no influirá en la mayor parte del juego, puede dejarnos algunos momentos con grandes picos de bajadas en los fps a la hora de aparecer demasiados hechizos simultáneos en la pantalla.

Por último, mencionar que hace apenas unos días, Patric Mondou, director del juego, adelantaba que el equipo estaba planteándose la realización de una segunda entrega, que si bien no sabían todavía si se tratará de una secuela o precuela, se mantendrá bajo la franquicia de Mages of Mystralia y contará con nuevas mecánicas para el sistema de hechizos.

Mages of Mystralia está sólo disponible en versión digital a través de la Nintendo eShop, con un reducido peso de apenas 3,2 GB, y desde los 19,99 euros. También podemos encontrar el juego para PC en Steam, PS4 y Xbox One bajo el mismo precio.